Las obras de rehabilitación del Palacio de Cortés, en el centro de Cuernavaca, desplazaron a los cuarenta artesanos que comerciaban hasta el domingo sus productos en el Jardín Pacheco.
Desde las cuatro de la madrugada de este lunes empezó la colocación de barreras de madera con que se protegen los trabajos que se realizan en el área, lo que provocó que iniciara un largo peregrinar de los semifijos que hasta deberán aguardar por su reubicación hasta el miércoles, en el mejor de los casos, según les dijo personal del Ayuntamiento de Cuernavaca.
Algunos intentaron instalarse en el Callejón del Cubo, pero no había espacio suficiente, tampoco les fue posible en Prolongación Miguel Hidalgo, así que muchos de ellos aguardaron en la plaza de armas, con sus artesanías empacadas y sus niños, algunos de ellos en carriolas, mientras otros de su grupo buscaban que las autoridades les dieran una respuesta. “Es que nosotros vamos al día, y si no vendemos hoy no comemos”, aseguró una de las vendedoras.
La colocación de las barreras provocó también algunos problemas a los peatones, cuya banqueta les fue decomisada temporalmente por las obras y tuvieron que sortear vehículos toda la mañana; para los automovilistas tampoco fue sencillo, las barreras de madera tapaban totalmente la visión y era difícil dar la vuelta de Benito Juárez a Prolongación Miguel Hidalgo.