En el Día Internacional del Correo, los carteros del Servicio Postal Mexicano celebran haciendo lo que les gusta, recuerdan que en años anteriores les celebraban con una comida, pero debido a la contingencia fue suspendida.
Comparten que algunos usuarios les obsequian algunos detalles como perfumes entre otros objetos.
Cada día antes de salir a las calles preparan sus paquetes a repartir, separándolos por calles y colonias para un mayor orden.
A 16 años de haber iniciado su labor, Gabriel López, cartero del Servicio Postal Mexicano de Cuernavaca cuenta que son innumerables las historias que recuerda, casi todas de alegría, pero no falta la que logró conmoverlo, como el hecho de que la correspondencia llegó cuando quien la enviaba había fallecido; la carta venía de Europa.
"Lo más trágico que me ha pasado es que me muerdan los perros o que no falta el maleante que te pide para comprar alcohol o algo; gracias a Dios no me ha tocado distinto solo les doy cinco pesos y ya me dejan pasar", comentó.
Un día normal para Gabriel es llegar a la oficina poco después de las 7 de la mañana, organizar su reparto por colonia, calle y numeración "ya sea en zig zag o de menor a mayor, eso me lleva 2 horas luego capturo con el mino lop a través del Código de Barras. En el reparto como son 4 horas".
Otro cartero de nombre Julio César Quiroz, dice que entre las historias que ha compartido "prácticamente le di un abrazo a la persona y le dije mucho ánimo".
Cada año recuerdan, se organizaba una comida en honor al Día Mundial del Correo, en éste tuvo que suspenderse debido a la contingencia pero tienen confianza en que lo usuarios les regalan algún detalle como galletas y hasta perfumes.
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