Mercado Adolfo López Mateos: una historia de desafíos

El mercado Adolfo López Mateos (ALM) de Cuernavaca es un icono en la historia de la ciudad con más de un siglo de historia.

De acuerdo con el presidente de Consejos de Cronistas Asociación Civil y miembro del Consejo de Cronistas del municipio de Cuernavaca, Octavio Sedano Reynoso, la historia de los mercados en Cuernavaca se remonta a 1867, una época crucial para México en términos políticos y sociales.

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En esos tiempos, el mercado se ubicaba donde hoy se encuentra la Plaza de Armas de Cuernavaca y llevaba el nombre de Mercado Colón. Fue por orden del gobernador de la época que se solicitó su reubicación con el propósito de crear un elegante jardín de estilo afrancesado. El mercado Colón dio paso al nuevo emplazamiento que sería conocido popularmente como el "Mercado del Reloj".

Con el tiempo, esta nueva ubicación ya no fue suficiente para atender las necesidades de los comerciantes, lo que llevó a una expansión del mercado que involucró la ocupación de gran parte de las calles del centro histórico de Cuernavaca.

“Ya ese mercadito era insuficiente para la ciudad de Cuernavaca; los vendedores empezaron a salirse del mercado y llenaron la calle de Guerrero, parte de la calle de Degollado, todo Clavijero estaba invadido, No Reelección también, Tepetates, era una cosa que no podía ya”, explicó.

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En 1962 se dieron los primeros pasos para la construcción de un nuevo mercado en Cuernavaca, y en un gesto significativo, el presidente Adolfo López Mateos encomendó al arquitecto Mario Piani la tarea de llevar a cabo esta ambiciosa tarea. Fue el primero de agosto de 1964 cuando el propio presidente inauguró el mercado que, hasta el día de hoy lleva su nombre: el Mercado Adolfo López Mateos.

En sus inicios, este mercado contaba con 350 locales, pero a lo largo de las décadas, ha experimentado un crecimiento significativo. En la actualidad, alberga cuatro mil 127 locales, ofreciendo una amplia variedad de productos y servicios que satisfacen las necesidades de los habitantes de Cuernavaca y sus visitantes.

Desafíos en la Historia del Mercado: Los Incendios

La historia del Mercado Adolfo López Mateos también ha estado marcada por desafíos significativos, los más notables son los incendios que han azotado este lugar emblemático. El primero tuvo lugar el viernes 29 de noviembre de 2002, causando daños materiales a numerosos locatarios. Sin embargo, el incendio más devastador ocurrió el 21 de agosto de 2010, con una duración de tres horas que dejó secuelas muy significativas. El 60 por ciento del mercado resultó afectado, con 400 locales completamente consumidos por las llamas y 600 locales con daños parciales. Aunque ha habido otros siniestros a lo largo de los años, estos dos incendios han dejado una huella imborrable en la memoria del mercado y sobre todo de sus comerciantes.

Renovación y Transformación

En la actualidad, las autoridades están comprometidas en darle un nuevo rostro al Mercado Adolfo López Mateos. Recientemente, el 19 de octubre, el gobierno del estado de Morelos destinó una inversión significativa, superando los 119 millones de pesos, para llevar a cabo una remodelación de la nave interior del lugar; estos trabajos buscan modernizar las instalaciones y mejorar la experiencia de los visitantes y locatarios.

Además, el Ayuntamiento de Cuernavaca ha participado significativamente este año en el proceso de renovación, incluyendo la creación de un sistema contra incendios, el cual consta de una cisterna de 150 mil metros cúbicos, y la rehabilitación y la conexión a las bombas de hidrantes para utilizarse en caso de un siniestro, con una inversión cercana a los dos millones de pesos. Estas acciones reflejan el compromiso de las autoridades locales para mantener y fortalecer este importante centro de abasto en la capital morelense.

El Mercado Adolfo López Mateos de Cuernavaca es mucho más que un lugar de comercio; es un símbolo de la historia de la ciudad, de su evolución y adaptación a lo largo de los años. Con su rico legado y su mirada hacia el futuro, el mercado sigue siendo un componente esencial de la vida y la cultura de Cuernavaca. La renovación actual es un testimonio del compromiso de la comunidad y las autoridades por preservar y fortalecer este patrimonio histórico y comercial.

A pesar de que este es uno de las centrales de abasto más grandes de la región, no se le ha invertido a lo largo de sus 59 años, pocas veces se le ha puesto la atención necesaria para que sea un mercado a la altura de lo que ofrece, y de la extensión más grande, cabe mencionar que el mercado Adolfo López Mateos es el único que tiene su propia dirección, ya que los demás mercados que hay en Cuernavaca, son administrados por el ayuntamiento.

Pese a que los mercados periféricos tienen descuido y abandono, no se comparan con el Mercado Adolfo López Mateos, el cual requiere atención prioritaria.

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