El mausoleo de Emiliano Zapata en Cuautla se ha convertido en otro tianguis, ciudadanos critican la falta de autoridad del gobierno en turno y lamentan que los restos de Emiliano Zapata ahora se encuentren entre ropa, cobijas y negocios de comida.
Los restos de Emiliano Zapata ahora descansan entre negocios ambulantes de ropa, tenis clon, negocios de cobijas, sabanas, toallas, juguetes, plantas, negocios de chicharrones preparados, tacos, aguas frescas, por mencionar algunos.
La Plaza Revolución del Sur, conocida como el Señor del Pueblo, es una de las plazas públicas más importantes en la región por el significado que tiene para los morelenses, plaza en la cual se han llevado a cabo múltiples eventos sociales, culturales , deportivos y políticos, y cada ocho de agosto y 10 de abril, se conmemora el natalicio y el asesinato del caudillo del sur con diversas actividades culturales; ahora todo esto quedó en el recuerdo y se resume a una plaza con poco alumbrado público, basura y a más de una docena de comerciantes ambulantes.
Desde hace algunas semanas comerciantes ambulantes tomaron también este lugar para vender en el piso, en mesas de plástico o colgarse de los árboles para usarlos de tendedero y ofrecer sus productos.
Esto ha sido fuertemente criticado por los cuautlenses, ya que no sólo el ambulantaje se ha apropiado del zócalo, de la alameda y calles aledañas, si no también ahora del mausoleo a Emiliano Zapata.
Son cuautlenses quienes han señalado la indiferencia de las autoridades municipales en turno, quienes prácticamente se dejan dominar por los comerciantes. Ni el presidente municipal, Jesús Corona Damián, ni las autoridades de Salud o Industria y Comercio han puesto un pie en la zona o han fijado su postura, pues además de la pésima imagen que se genera con los negocios, de invadir la zona de monumentos históricos, estos comerciantes generan aglomeramiento de personas pese a la pandemia.
“Cada día mas ambulantaje obstaculizando los espacios abiertos, donde nuestros hijos corren, andan en bici etcétera. Sabemos que la situación está difícil, pero tampoco es para que nos roben los pocos espacios de convivencia familiar”, opinaron.
Esto ha sido fuertemente criticado por los cuautlenses, ya que no sólo el ambulantaje se ha apropiado del zócalo, de la alameda y calles aledañas, si no también ahora del mausoleo a Emiliano Zapata
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