La diputada local Verónica Anrubio Kempis lanzó un exhorto al Senado de la República para aprobar “a la brevedad” la reforma a la Ley de Desarrollo Sustentable, a fin de que concuerde con el párrafo tercero del Artículo 4o Constitucional en materia de Derecho a la Alimentación Nutritiva, Suficiente y de Calidad, y se considere en México al amaranto como producto básico y estratégico.
Hasta ahora, las Comisiones unidas de agricultura, ganadería, pesca y desarrollo rural, y de estudios legislativos, no han emitido el dictamen correspondiente, lo que, en consecuencia, impide la aprobación de la reforma.
Los cultivos de amaranto en Mesoamérica tienen una antigüedad de más de 4 mil años y se consideró uno de los alimentos básicos para las culturas prehispánicas.
Morelos no solo destaca en la producción de caña de azúcar y tomate rojo, también produce amaranto, principalmente en los meses de octubre a enero. De este cultivo surgen los dulces típicos como la alegría, obleas y las tradicionales calaveritas.
En 2019, el estado obtuvo el sexto lugar nacional en producción de este grano, con un total de 8.4 toneladas.
El cultivo del amaranto se realiza en las regiones oriente y norte de la entidad, principalmente; en años anteriores se cultivaban en promedio 235 hectáreas, pero esta superficie ha bajado debido a los altos costos de producción y bajo precio del producto.
El municipio de mayor producción es Temoac, principalmente en las comunidades de Huazulco y Amilcingo, que aportan el 80 por ciento de la producción total estatal.
Anrubio Kempis hizo notar que el cultivo de este cereal aporta beneficios adicionales a las familias morelenses, que estriban en la creación de empleo en zonas rurales, reducción de la pobreza, dos de los objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.