/ sábado 16 de octubre de 2021

[Especial] La pobreza es un mal histórico de Morelos

Las recientes caídas en el Producto Interno Bruto del estado sólo nos recuerdan la barrena económica de varias décadas

Por su cercanía con la Ciudad de México, Morelos mantiene una posición estratégica a nivel nacional ante el fácil acceso en carretera, vistas panorámicas y su clima que es tan envidiado por otros estados. Sin embargo, poco se ha hecho en los últimos años para aprovechar su potencial económico.

De acuerdo con investigadores, el territorio morelense es una de las regiones más estudiadas por los científicos sociales en todo el país debido a que a lo largo de su historia fue escenario de procesos socioeconómicos muy particulares que le otorgan un gran atractivo como zona de análisis.

El estudio Desarrollo Económico del estado de Morelos. Indicadores y análisis histórico, (elaborado por María Victoria Crespo (coordinadora), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), el Consejo Coordinador Empresarial de Morelos (CCE) y la Secretaría de Economía del Gobierno del Estado en 2018), menciona como ejemplos que después de la conquista la región de Morelos formó parte del Marquesado del Valle, uno de los pocos señoríos feudales que existieron en América, o que en su territorio se instaló la agroindustria azucarera más importante a nivel nacional durante siglos, un hecho que, afirmaron, configuró la dinámica económica hasta principios del siglo XX, y que dio paso a una conflictividad de la que surgió una de las revoluciones campesinas más importantes a nivel mundial.

Sin embargo, actualmente Morelos se encuentra en un momento verdaderamente crítico, no solo por la pandemia de Covid-19 y la inseguridad que ha generado el hartazgo de los ciudadanos, a tal punto que han decidido tomar justicia por propia mano, sino también por el desastre económico histórico que se ha registrado desde hace años, quedándose atrás en las posibilidades del desarrollo que ofrecen otras localidades.

Empresarios, abogados, comerciantes, estudiantes, amas de casa, la población en general en sí, ha culpado en muchas ocasiones a la inseguridad por la caída económica, siendo el mayor reto reducirla, mismo que a la fecha, sin importar el partido que esté en el poder, no se ha podido lograr pero ¿Se vale sólo culpar a la inseguridad? ¿Qué fue primero, la inseguridad o la caída económica?

El estado se ubica en el lugar número seis dentro de las entidades a nivel nacional con menor crecimiento económico y generación de empleo, rubro donde se posiciona en el cuarto espacio en la evaluación de semáforos estatales del colectivo de investigación, “¿México, ¿Cómo vamos?”.

En crecimiento económico, la evaluadora consideró que Morelos en un -6.3 por ciento en el primer trimestre de 2021, aunque su meta era crecer 4.5 por ciento, obteniendo una tasa negativa.

Durante los tres primeros trimestres de 2020, cuando se podría decir que la emergencia sanitaria está en su mayor apogeo, la economía se contrajo 12.9 por ciento anual, en promedio. Previo a esto, la economía había crecido a una tasa promedio de 1.8 por ciento anual entre 2016 y 2019.

Respecto a los empleos formales generados, en el segundo trimestre del presente año, apenas logró mil 820 de la meta que era crear nueve mil 600 empleos acumulados; es decir, generó menos del 75 por ciento de la meta. En comparación con el primer trimestre de 2021 cuando consiguió aumentar 452.

En 2020, el registro de empleos asegurados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) disminuyó 2.9 por ciento; fue el 13° estado con la mayor afectación, y no generó empleos necesarios para incorporar a los jóvenes que entran al mercado laboral.

Según datos del estudio Desarrollo Económico del estado de Morelos. Indicadores y análisis histórico, a partir de la década de 1990, Morelos se convirtió en un estado clave para el establecimiento de empresas multinacionales, principalmente por su cercanía con la Ciudad de México, beneficiándose la entidad con las empresas extranjeras y obteniendo una ventaja competitiva respecto de los estados más alejados del país.

A lo largo del periodo 2000-2013, confirmaron los expertos, el desempeño de la economía morelense fue en términos generales deficiente. La desaceleración de la tasa de participación en estos últimos años indicó que las personas que perdieron su empleo decidieron salir de la fuerza laboral o bien, ingresar al sector informal de la economía. Este último presenta un porcentaje mayor al promedio nacional, “¿México, ¿Cómo vamos?” estableció que al segundo trimestre de este año, Morelos se sumó a los ahora 17 estados de la República mexicana que registraron un mayor incremento en informalidad laboral, con el 65.1 por ciento.

No obstante, durante el periodo 2003-2013, aseguraron, Morelos presentó un crecimiento plano del PIB per cápita ante un bajo crecimiento de la productividad, como resultado de la crisis financiera global. En cuanto a los factores regionales, la crisis morelense estaba relacionada con la fuerza de trabajo poco calificada, el alto grado de informalidad de su economía, y la necesidad de una mayor inversión en nuevas tecnologías y procesos de producción.

A ciencia a cierta no podríamos decir con exactitud cuándo se fortaleció la incidencia delictiva en el estado, pero si comparamos las estadísticas desde el año 2009 cuando mataron a uno de los capos más buscados a nivel mundial, Arturo Beltrán Leyva, y que podría considerarse el momento en que incrementó la inseguridad, el crecimiento económico en Morelos se mantuvo estable, alcanzando hasta un 14.2 por ciento.

En los últimos 38 años, “¿México, ¿Cómo vamos?” muestra que Morelos ha registrado etapas con muy bajo rendimiento, en el segundo trimestre de 1983 cuando obtuvo -5.9 por ciento, en el cuatro trimestre de 1986 registró -4 por ciento, en el segundo trimestre de 1995 llegó a -13.6 por ciento.

De igual forma, en el segundo trimestre de 2009 disminuyó a -10.1 por ciento hasta el segundo trimestre de 2020 que consiguió su porcentaje más bajo, -24.3 por ciento.

El cuestionamiento es si vale culpar sólo a la inseguridad, considerando que estados que padecen al crimen en los mismos niveles que Morelos mantienen economías más robustas, como es el caso de Guerrero que en el primer trimestre de 2021 registró una baja en el crecimiento económico de -5.1 por ciento, si bien es una tasa negativa está más arriba de Morelos en cuanto al avance económico.

De igual forma, Michoacán, mientras Morelos obtuvo un -6.3 por ciento, éste registró un -3.6 por ciento, Veracruz -6.1 por ciento y Guanajuato -2.1 por ciento, aunque en generación de empleos la entidad morelense está más delante de Guerrero, Michoacán y Veracruz.


Por su cercanía con la Ciudad de México, Morelos mantiene una posición estratégica a nivel nacional ante el fácil acceso en carretera, vistas panorámicas y su clima que es tan envidiado por otros estados. Sin embargo, poco se ha hecho en los últimos años para aprovechar su potencial económico.

De acuerdo con investigadores, el territorio morelense es una de las regiones más estudiadas por los científicos sociales en todo el país debido a que a lo largo de su historia fue escenario de procesos socioeconómicos muy particulares que le otorgan un gran atractivo como zona de análisis.

El estudio Desarrollo Económico del estado de Morelos. Indicadores y análisis histórico, (elaborado por María Victoria Crespo (coordinadora), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), el Consejo Coordinador Empresarial de Morelos (CCE) y la Secretaría de Economía del Gobierno del Estado en 2018), menciona como ejemplos que después de la conquista la región de Morelos formó parte del Marquesado del Valle, uno de los pocos señoríos feudales que existieron en América, o que en su territorio se instaló la agroindustria azucarera más importante a nivel nacional durante siglos, un hecho que, afirmaron, configuró la dinámica económica hasta principios del siglo XX, y que dio paso a una conflictividad de la que surgió una de las revoluciones campesinas más importantes a nivel mundial.

Sin embargo, actualmente Morelos se encuentra en un momento verdaderamente crítico, no solo por la pandemia de Covid-19 y la inseguridad que ha generado el hartazgo de los ciudadanos, a tal punto que han decidido tomar justicia por propia mano, sino también por el desastre económico histórico que se ha registrado desde hace años, quedándose atrás en las posibilidades del desarrollo que ofrecen otras localidades.

Empresarios, abogados, comerciantes, estudiantes, amas de casa, la población en general en sí, ha culpado en muchas ocasiones a la inseguridad por la caída económica, siendo el mayor reto reducirla, mismo que a la fecha, sin importar el partido que esté en el poder, no se ha podido lograr pero ¿Se vale sólo culpar a la inseguridad? ¿Qué fue primero, la inseguridad o la caída económica?

El estado se ubica en el lugar número seis dentro de las entidades a nivel nacional con menor crecimiento económico y generación de empleo, rubro donde se posiciona en el cuarto espacio en la evaluación de semáforos estatales del colectivo de investigación, “¿México, ¿Cómo vamos?”.

En crecimiento económico, la evaluadora consideró que Morelos en un -6.3 por ciento en el primer trimestre de 2021, aunque su meta era crecer 4.5 por ciento, obteniendo una tasa negativa.

Durante los tres primeros trimestres de 2020, cuando se podría decir que la emergencia sanitaria está en su mayor apogeo, la economía se contrajo 12.9 por ciento anual, en promedio. Previo a esto, la economía había crecido a una tasa promedio de 1.8 por ciento anual entre 2016 y 2019.

Respecto a los empleos formales generados, en el segundo trimestre del presente año, apenas logró mil 820 de la meta que era crear nueve mil 600 empleos acumulados; es decir, generó menos del 75 por ciento de la meta. En comparación con el primer trimestre de 2021 cuando consiguió aumentar 452.

En 2020, el registro de empleos asegurados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) disminuyó 2.9 por ciento; fue el 13° estado con la mayor afectación, y no generó empleos necesarios para incorporar a los jóvenes que entran al mercado laboral.

Según datos del estudio Desarrollo Económico del estado de Morelos. Indicadores y análisis histórico, a partir de la década de 1990, Morelos se convirtió en un estado clave para el establecimiento de empresas multinacionales, principalmente por su cercanía con la Ciudad de México, beneficiándose la entidad con las empresas extranjeras y obteniendo una ventaja competitiva respecto de los estados más alejados del país.

A lo largo del periodo 2000-2013, confirmaron los expertos, el desempeño de la economía morelense fue en términos generales deficiente. La desaceleración de la tasa de participación en estos últimos años indicó que las personas que perdieron su empleo decidieron salir de la fuerza laboral o bien, ingresar al sector informal de la economía. Este último presenta un porcentaje mayor al promedio nacional, “¿México, ¿Cómo vamos?” estableció que al segundo trimestre de este año, Morelos se sumó a los ahora 17 estados de la República mexicana que registraron un mayor incremento en informalidad laboral, con el 65.1 por ciento.

No obstante, durante el periodo 2003-2013, aseguraron, Morelos presentó un crecimiento plano del PIB per cápita ante un bajo crecimiento de la productividad, como resultado de la crisis financiera global. En cuanto a los factores regionales, la crisis morelense estaba relacionada con la fuerza de trabajo poco calificada, el alto grado de informalidad de su economía, y la necesidad de una mayor inversión en nuevas tecnologías y procesos de producción.

A ciencia a cierta no podríamos decir con exactitud cuándo se fortaleció la incidencia delictiva en el estado, pero si comparamos las estadísticas desde el año 2009 cuando mataron a uno de los capos más buscados a nivel mundial, Arturo Beltrán Leyva, y que podría considerarse el momento en que incrementó la inseguridad, el crecimiento económico en Morelos se mantuvo estable, alcanzando hasta un 14.2 por ciento.

En los últimos 38 años, “¿México, ¿Cómo vamos?” muestra que Morelos ha registrado etapas con muy bajo rendimiento, en el segundo trimestre de 1983 cuando obtuvo -5.9 por ciento, en el cuatro trimestre de 1986 registró -4 por ciento, en el segundo trimestre de 1995 llegó a -13.6 por ciento.

De igual forma, en el segundo trimestre de 2009 disminuyó a -10.1 por ciento hasta el segundo trimestre de 2020 que consiguió su porcentaje más bajo, -24.3 por ciento.

El cuestionamiento es si vale culpar sólo a la inseguridad, considerando que estados que padecen al crimen en los mismos niveles que Morelos mantienen economías más robustas, como es el caso de Guerrero que en el primer trimestre de 2021 registró una baja en el crecimiento económico de -5.1 por ciento, si bien es una tasa negativa está más arriba de Morelos en cuanto al avance económico.

De igual forma, Michoacán, mientras Morelos obtuvo un -6.3 por ciento, éste registró un -3.6 por ciento, Veracruz -6.1 por ciento y Guanajuato -2.1 por ciento, aunque en generación de empleos la entidad morelense está más delante de Guerrero, Michoacán y Veracruz.


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