Pueblos y rancherías de Tlaquiltenango y Puente deIxtla son doblemente golpeados por los desbordamientos de laslluvias y por el sismo, decenas de damnificados han estadoincomunicados y sin servicios; sin embargo, hasta el últimorincón está llegando la ayuda humanitaria de la gente de otrosestados.
Jojutla y Zacatepec a 40 kilómetros del epicentrodel sismo, ha dejado una estela de miedo, dolor, tristeza yañoranzas, a la que se suman una mezcla de sentimientos deimpotencia y rabia que impávidos esperan el momento del censo ylos derrumbes.
En la lejanía, en la sierra de Huautla, la reservade la biosfera, cientos de familias que viven del trabajo delcampo, ganado, la explotación de las minas de cal, yeso, entreotros materiales pétreos; están sin servicios básicos deenergía eléctrica e incluso sin acceso por el severo daño a loscaminos y la destrucción de los vados por las torrenciales lluviasde agosto, al igual que Ajuchitlán, Huautla, Santiopan, Huaxtla yRancho Viejo de Tlaquiltenango.
No fue sino hasta el sábado 23 que llegó la ayuda,a pie, sobre peligrosos y deteriorados caminos, haciendo cadenashumanas a las que se sumó la gente del mismo pueblo; los niñoscelebraban, mientras a las mujeres les rodaban las lágrimas ydaban gracias. Los rostros adustos de los hombres humildes dabancuenta de los daños en sus casas de adobe, las más afectadasfueron las de “chumil” de varas de carrizo cubiertas de lodo,las más sencillas. Este día todos estrenaron tenis. Es evidenteque el daño más fuerte es la incomunicación por los caminos.
En otro extremo de esta sierra en los límites conGuerrero, está La Tigra, el Zapote y El Salto, todos de Puente deIxtla donde hacer llegar la ayuda humanitaria fue todo un reto porlos deslaves y daños del camino; son pocas afectaciones, dicen,pero tres familias lo perdieron todo.
Por este mismo rumbo está Tilzapotla, también delmunicipio ixtleco, donde tras el sismo más de un centenar deviviendas tienen deterioros; tres días padecieron sin energíaeléctrica, se les fermentó la crema, el requesón se pudrió ylos quesos se añejaron.
Finalmente, está llegando la ayuda tanto deelementos del Ejército, como la que llega directamente de otrosestados, quienes reparten a todos los que se acercan, hayan perdidoo no sus viviendas, están conscientes de la necesidad de la gente,mucha se ha quedado sin trabajo, perdieron a los clientes a quienesllevan la crema, el queso, el requesón, el rompope, lascalabacitas, los elotes.
No hay circulante, también son víctimas delsismo que devastó la zona comercial de Jojutla.
