Con palmas y ramas de olivo, cientos de feligreses celebraron el Domingo de Ramos en la Catedral de Cuernavaca encabezados por el obispo Ramón Castro Castro, pidió celebrar Semana Santa como si fuera la última.
Desde un poco antes de las 9:00 horas se podía observar la afluencia de visitantes, quienes aprovechaban la espera de las misas para adquirir las cruces hechas con trigo y hoja de palma en mano de artesanos de Cuentepec, quienes se trasladan año con año a la capital del estado iniciando el fin de semana para ofrecer sus productos. Al paso de las horas, el número de fieles iba en aumento, en especial a las 12:00 horas en la misa presidida por monseñor Ramón Castro Castro, la cual comenzó con una bendición a los ramos y la peregrinación desde la Capilla de la Tercera Orden para la entrada triunfal a la Catedral la Asunción de María entonando Viva Cristo Rey mientras agitaban en lo alto las cruces de palma, olivo y trigo.
Durante la homilía dominical y conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, el obispo hizo un llamado a los fieles para tener los mismos sentimientos de Cristo a su padre Dios: obediencia, disponibilidad y amor efectivo. Asimismo, hacia los hombres como es la entrega, servicio y caridad a los hermanos, siendo está la respuesta de Semana Santa; "amor con amor se paga. Hay que celebrar esta Semana Santa como si fuera la última".
Con esta celebración dan paso a las actividades a efectuarse en esta Semana Santa, comienza con los ejercicios espirituales impartidos por el obispo el día miércoles a las 5:30 horas, la misa crismal, el Jueves Santo a las 9:00 horas, donde bendicen el óleo de los catecúmenos y los enfermos, así como renuevan las promesas sacerdotales.
En la liturgia del Jueves Santo también se realiza la misa de la cena del señor y el lavatorio de pies a las 19:00 horas. Mientras que el viernes será el tradicional viacrucis a las 9:00 horas en las calles del Centro de Cuernavaca, a las 18:00 horas de la adoración de la Santa Cruz y de la Comunión, seguido de la procesión del silencio.