Con la finalidad de llevar a cabo experimentos conductuales y neurobiológicos para entender los mecanismos y evolución del comportamiento social, el grupo de trabajo del laboratorio de socioneurobiología del Centro de Investigación en Ciencias Cognitivas (Cincco) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), dirigido por el doctor Germán Octavio López Riquelme, se ha dedicado a la recolecta de diferentes especies de hormigas para la instalación de nidos en el laboratorio durante la época de lluvias cuando muchas especies se reproducen.
López Riquelme señaló que gracias a las hormigas llevan a cabo experimentos conductuales y neurobiológicos para entender los mecanismos y evolución del comportamiento social; “nos interesan varios aspectos fundamentales de la organización social desde el punto de vista evolutivo y neurobiológico", agregó.
Las hormigas son excelentes modelos para estudiar el comportamiento social en diferentes niveles, ya que el estudio de las sociedades de hormigas implica el estudio de los niveles de organización y de selección. Nos interesa saber cómo se integran los diferentes niveles de cognición; cómo la cognición de los individuos y grupos de individuos de la sociedad es integrada para la ‘toma de decisiones’ que produce el comportamiento sistémico
No obstante, afirmó que la organización social en las hormigas produce el perfecto comportamiento colectivo y sofisticado de una sociedad compuesta de millones de individuos, dentro de esa sociedad hay problemas derivados de conflictos de intereses que los individuos deben resolver.
Refirió que además del problema de la cognición colectiva, también les interesa entender los mecanismos neuronales subyacentes a estos problemas que los individuos deben enfrentar tales como la cooperación y el altruismo.
"Nuestro interés es descifrar los mecanismos neuronales involucrados en estos comportamientos que incluyen el reconocimiento del parentesco, de la membresía colonial, de la casta e incluso del reconocimiento de la muerte. En estos comportamientos nosotros podríamos, en principio y si la teoría de la selección de parentesco (nepotismo) es correcta, identificar las vías neuronales involucradas en comportamientos egoístas y cooperativos. De esta manera, nuestro trabajo es fundamental para entender las fuerzas y los mecanismos neuronales involucrados en la evolución y función de los cerebros sociales”, puntualizó.