/ sábado 19 de octubre de 2019

[Especial] El mariachi no callará

A pesar de la baja demanda que se ha dado, los músicos buscan impulsar la tradición; otros emigran en busca de mejores oportunidades

El mariachi es un orgullo nacional que traspasa fronteras; hoy, la guitarra, los violines, las trompetas y el guitarrón tocados por músico nativos de Tetelcingo son las estrellas de las fiestas, festivales, serenatas y hasta de entierros.

TRAYECTORIA

Corría el año de 1968 cuando Ricardo Teco Cera y Tomás Uspango, junto con el párroco Patricio Dilón, formaron el primer grupo de mariachi en Tetelcingo; con tan sólo seis personas se dio inicio a una de las tradiciones más importantes de Cuautla.

Hoy suman más de 11 grupo establecidos en esta comunidad indígena, quienes salieron de los primero seis integrantes pero que tiempo después quisieron formar su propio grupo para seguir fomentando el gusto por la música mexicana.

Jorge Teco, descendiente de Ricardo Teco, informó que muchos de los músicos que se han formado en esta comunidad indígena han migrado a otros estados, incluso al extranjero, para formar parte de grupos de grandes mariachis reconocidos internacionalmente.

Sin embargo, también ha habido grupos de mariachis que se han ido disolviendo, "son más de seis las agrupaciones que han desaparecido, ya sea porque murió su fundador o porque sus integrantes se han ido a otro lado".

La asociación civil Temacut proyecta la construcción de una Escuela de Música, en donde se les inculque el gusto por la misma a niños y jóvenes

EL DESINTERÉS

Hace años los grupos de mariachis se formaban por niños y adolecentes con el gusto de aprender a tocar un instrumento y cantar la música mexicana, incluso se había formado un grupo de mariachi infantil, pero en los últimos años eso ha cambiando.

Jorge Teco reconoció que a través del tiempo hemos visto que la música mexicana ya no gusta a los niños, "se han olvidado de ella, prefiriendo ahora otros géneros, pero es realmente por falta de conocimiento que ya no veamos a niños interesados en este tema".

Y a quienes les gusta este género musical se tienen que trasladar hasta la Ciudad de México a tomar clases con maestros particulares.

Es por ello, que la asociación civil Temacut (Tetelcingo es Mariachi, Cultura y Tradición) proyecta la construcción de una Escuela de Música, en donde se les inculque a niños y jóvenes el gusto por la música, no sólo tradicional mexicana, sino de todos los géneros, "con ello lograríamos que estos pequeños se alejen un poco de las computadores, de los videojuegos o lo que es peor de las drogas y otros vicios".

Los músicos han tenido que emigrar a otros estados y países en busca de mejores oportunidades

LO BUENO SALE CARO

En Cuautla, en Morelos y en todo México hay grupos de mariachis que se preparan, que estudian y se preocupan por superarse día a día, pero hay otros que no lo hacen, que se formaron empíricamente, eso hace que el precio de una canción vaya de los 60 a los 300 pesos.

Un grupo de mariachi de siete personas cobra por una canción un promedio de 60 y 70 pesos, mientras que en un grupo completo, sus costos van de los 150 a los 300 por canción, "eso es porque la música bien tocada cuesta como cualquier otro trabajo bien hecho".

Sin embargo, para algunas personas, el contratar a un grupo de mariachis para ir a dar serenata ya dejó de ser algo "normal", y pasó a ser un lujo,

Un grupo de mariachi promedio está conformado por siete personas, quienes deben de cobrar los suficiente y necesario para que alcance para mantener a cada una de sus familias.

Es por ello, que actualmente una hora de música de mariachi cuesta alrededor de mil 800 pesos, cantidad que debido a la crisis que se vive en todo el país mucha gente no puede pagar.

La escases de trabajo ha ocasionado una migración masiva, donde los músicos prefieren irse a otros estados, donde si valoran un poco más este género y sobre todo donde pueden ganar más dinero.

El 10 de mayo (Día de las Madres) era sin duda su mejor fecha, llegando a tocar hasta 15 horas seguidas llevando serenatas casa por casa, "hoy si tocamos tres horas ya es mucho y hay que decir que nos fue bien", señaló Jorge Teco.

Mamá Mariachi

Minerva Soriano Félix tiene 42 años y es madre de tres niños, uno de 21, otro de 13 y el más chico de cuatro, y desde hace nueve años ha tenido que mezclar su amor por la música con su amor por ser mamá.

"Toda mi familia ha sido de músicos, mis hermanos, mi papá, mi primos, y ellos me fueron metiendo a este mundo, al del mariachi".

Minerva Soriano cuenta que el ser mujer mariachi no ha sido fácil pues aparte de tocar el violín tiene que realizar sus actividades propias de ama de casa.

Dijo que quiso ser mariachi porque está música representa a México y sobre todo porque le gusta tocar el violín y cantar.

Festival

Ricardo Teco Cera, Gregorio Zapotitla y Roberto Morales Guillen formaron el primer Festival del Mariachi de Tetelcingo en el año 2001, denominándolo en un primer momento como "Encuentro del Mariachi", el cual tuvo como propósito el de empezar a difundir un poco más la música mexicana en esta comunidad a fin de dar a conocer a todos los grupos existentes en ese momento, logrando que a lo largo de estos 19 años los grupos de mariachis hayan evolucionado.

Por cuestiones de salud los fundadores deciden abandonar el proyecto, siendo los hijos de Teca Cera quienes retomaron el mismo, y a través de grupo Temacut han logrado posicionar este festival, a fin de que realmente se reconozca a la música mexicana.

El mariachi es un orgullo nacional que traspasa fronteras; hoy, la guitarra, los violines, las trompetas y el guitarrón tocados por músico nativos de Tetelcingo son las estrellas de las fiestas, festivales, serenatas y hasta de entierros.

TRAYECTORIA

Corría el año de 1968 cuando Ricardo Teco Cera y Tomás Uspango, junto con el párroco Patricio Dilón, formaron el primer grupo de mariachi en Tetelcingo; con tan sólo seis personas se dio inicio a una de las tradiciones más importantes de Cuautla.

Hoy suman más de 11 grupo establecidos en esta comunidad indígena, quienes salieron de los primero seis integrantes pero que tiempo después quisieron formar su propio grupo para seguir fomentando el gusto por la música mexicana.

Jorge Teco, descendiente de Ricardo Teco, informó que muchos de los músicos que se han formado en esta comunidad indígena han migrado a otros estados, incluso al extranjero, para formar parte de grupos de grandes mariachis reconocidos internacionalmente.

Sin embargo, también ha habido grupos de mariachis que se han ido disolviendo, "son más de seis las agrupaciones que han desaparecido, ya sea porque murió su fundador o porque sus integrantes se han ido a otro lado".

La asociación civil Temacut proyecta la construcción de una Escuela de Música, en donde se les inculque el gusto por la misma a niños y jóvenes

EL DESINTERÉS

Hace años los grupos de mariachis se formaban por niños y adolecentes con el gusto de aprender a tocar un instrumento y cantar la música mexicana, incluso se había formado un grupo de mariachi infantil, pero en los últimos años eso ha cambiando.

Jorge Teco reconoció que a través del tiempo hemos visto que la música mexicana ya no gusta a los niños, "se han olvidado de ella, prefiriendo ahora otros géneros, pero es realmente por falta de conocimiento que ya no veamos a niños interesados en este tema".

Y a quienes les gusta este género musical se tienen que trasladar hasta la Ciudad de México a tomar clases con maestros particulares.

Es por ello, que la asociación civil Temacut (Tetelcingo es Mariachi, Cultura y Tradición) proyecta la construcción de una Escuela de Música, en donde se les inculque a niños y jóvenes el gusto por la música, no sólo tradicional mexicana, sino de todos los géneros, "con ello lograríamos que estos pequeños se alejen un poco de las computadores, de los videojuegos o lo que es peor de las drogas y otros vicios".

Los músicos han tenido que emigrar a otros estados y países en busca de mejores oportunidades

LO BUENO SALE CARO

En Cuautla, en Morelos y en todo México hay grupos de mariachis que se preparan, que estudian y se preocupan por superarse día a día, pero hay otros que no lo hacen, que se formaron empíricamente, eso hace que el precio de una canción vaya de los 60 a los 300 pesos.

Un grupo de mariachi de siete personas cobra por una canción un promedio de 60 y 70 pesos, mientras que en un grupo completo, sus costos van de los 150 a los 300 por canción, "eso es porque la música bien tocada cuesta como cualquier otro trabajo bien hecho".

Sin embargo, para algunas personas, el contratar a un grupo de mariachis para ir a dar serenata ya dejó de ser algo "normal", y pasó a ser un lujo,

Un grupo de mariachi promedio está conformado por siete personas, quienes deben de cobrar los suficiente y necesario para que alcance para mantener a cada una de sus familias.

Es por ello, que actualmente una hora de música de mariachi cuesta alrededor de mil 800 pesos, cantidad que debido a la crisis que se vive en todo el país mucha gente no puede pagar.

La escases de trabajo ha ocasionado una migración masiva, donde los músicos prefieren irse a otros estados, donde si valoran un poco más este género y sobre todo donde pueden ganar más dinero.

El 10 de mayo (Día de las Madres) era sin duda su mejor fecha, llegando a tocar hasta 15 horas seguidas llevando serenatas casa por casa, "hoy si tocamos tres horas ya es mucho y hay que decir que nos fue bien", señaló Jorge Teco.

Mamá Mariachi

Minerva Soriano Félix tiene 42 años y es madre de tres niños, uno de 21, otro de 13 y el más chico de cuatro, y desde hace nueve años ha tenido que mezclar su amor por la música con su amor por ser mamá.

"Toda mi familia ha sido de músicos, mis hermanos, mi papá, mi primos, y ellos me fueron metiendo a este mundo, al del mariachi".

Minerva Soriano cuenta que el ser mujer mariachi no ha sido fácil pues aparte de tocar el violín tiene que realizar sus actividades propias de ama de casa.

Dijo que quiso ser mariachi porque está música representa a México y sobre todo porque le gusta tocar el violín y cantar.

Festival

Ricardo Teco Cera, Gregorio Zapotitla y Roberto Morales Guillen formaron el primer Festival del Mariachi de Tetelcingo en el año 2001, denominándolo en un primer momento como "Encuentro del Mariachi", el cual tuvo como propósito el de empezar a difundir un poco más la música mexicana en esta comunidad a fin de dar a conocer a todos los grupos existentes en ese momento, logrando que a lo largo de estos 19 años los grupos de mariachis hayan evolucionado.

Por cuestiones de salud los fundadores deciden abandonar el proyecto, siendo los hijos de Teca Cera quienes retomaron el mismo, y a través de grupo Temacut han logrado posicionar este festival, a fin de que realmente se reconozca a la música mexicana.

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