Será necesario regular y controlar la venta de bebidas alcohólicas, sobre todo las conocidas micheladas, dijo el alcalde de Tepoztlán, David Demesa Barragán, quien agregó que se otorgaron permisos deliberadamente.
El Pueblo Mágico de Tepoztlán es uno de los más visitados de la entidad. Cada fin de semana llega a recibir entre 7 y 8 mil visitantes, su gastronomía, áreas naturales, artesanías, son un gran atractivo; sin embargo, en los últimos años, incluso en carnavales, el principal atractivo ha sido la venta de micheladas.
Inclusive en algunas ocasiones Tepoztlán estuvo a punto de perder el distintivo de Pueblo Mágico por la venta desmedida de bebidas embriagantes, no solo en locales establecidos, sino también en la vía pública.
Demesa Barragán reconoció que mucho del turismo que visita el municipio acude a consumir bebidas embriagantes, y esto porque anteriores autoridades del Ayuntamiento otorgaron permisos a diestra y siniestra.
Indicó que sin duda tiene que corregir errores de autoridades pasadas, y será necesario regular la venta de bebidas embriagantes, sin enfrentarse con los comerciantes, y para ella buscará la manera de dialogar e inclusive invitarlos a cambiar de giro.
Al final de la pasada administración municipal había el plan de cambiar la imagen turística del Pueblo Mágico para no perder el distintivo y aunque se aseguraba que está prohibida la instalación de puestos con bebidas alcohólicas y su consumo en la vía pública, era todo lo contrario.
Como ya lo anunciamos, el alcalde David Demesa estará reuniéndose en breve con los mayodormos para tomar una decisión en cuanto al Carnaval de Tepoztlán 2022, el cual el año pasado por la pandemia no se llevó a cabo.
El edil ha manifestado que se van a analizar las cifras de casos, y con base a ello se decidirá si se realiza o no el Carnaval, argumentando que no quiere incurrir en una irresponsabilidad.
El Carnaval de Tepoztlán si bien es uno de los más visitados de la entidad, llegan turistas de visitantes locales, nacionales e incluso internacionales, pero en sus últimas ediciones ha sido muy criticado por la venta desmedidas de bebidas alcohólicas, olvidándose de la tradición.