Hueyapan es un municipio indígena en el cual las tradiciones y costumbres arraigan a la misma comunidad; inclusive es un pueblo donde la gente mayor preserva el dialecto náhuatl, al igual su vestimenta es típica de los pueblos ancestrales, pero algo que la gente no conoce sobre esta comunidad es su gastronomía, ya que su tierra es muy fértil convirtiendo al pueblo en una potencia a la hora de cocinar.
En 2011 se creó un grupo de mujeres llamado Tlatlahualoyan el cual se encarga de impulsar proyectos para el fortalecimiento y difusión de la cultura, lengua e identidad de Hueyapan y se creó una Feria Gastronómica donde las cocineras preparan platillos artesanales, típicos del pueblo; esa feria se celebra cada año y da espacio para exhibir y que los visitantes degusten los ricos alimentos. Este año, la feria se celebrará el 28 de octubre en la explanada de la Ayudantía Municipal local.
No obstante, en esta época de lluvias en Hueyapan crecen deliciosos hongos como: chilnanagame, mazatl y añiles, entre otros, y con los que se preparan los platillos tradicionales. Entre su rica gastronomía se encuentran platillos como quelites, quintoniles, torta de haba, memelas de manteca, tlacoyos, mole rojo y verde, caldo de gallina, caldo de res, adobo, cecina, huaxmole, pan de agua y trigo, tamales de frijol, calabaza, tortillas de trigo y azules, salsas de jumil y cacahuate y queso ranchero.
Además se caracteriza por bebidas típicas como el atole de anís, que es una bebida mexicana que se prepara con licor de anís, fécula de maíz y leche condensada; igualmente el ya tradicional champurrado, el cual es elaborado con base de masa de maíz machacado, chocolate oscuro y agua con vainilla; también tiene postres como el dulce de tejocote y de calabaza, dulces tradicionales del día de muertos.
Esos son solo algunos platillos que se preparan en Hueyapan, puesto que existe gran variedad. En estas comidas se puede degustar los sabores típicos de Morelos, ya que toda la gastronomía morelense es rica por sus ingredientes y Hueyapan forma parte importante de este abanico de sabores. Vale la pena darse una vuelta a ese poblado para poder conocer y probar las delicias de las cocineras indígenas.