Los pescadores de Nexpa, en Tlaquiltenango, donde confluyen los ríos Yautepec, Apatlaco y Amacuzac, hacen un llamado a las autoridades, para el combate de la plaga de pez diablo “plecostomus”, un depredador que está acabando con los peces de río como la mojarra y el bagre.
Matilde Ramírez Díaz, ayudante de la comunidad de Nexpa, en el municipio, señala el problema de la contaminación del ingenio Emiliano Zapata que tenían año con año durante la zafra y que se agudizaba al final de la zafra, poco a poco va desapareciendo.
Dicho fenómeno, al que se referían como “se enyerbaba”, provoca la muerte de pescado en un extremo del río Amacuzac, donde suelen ir por producto al menos 40 pescadores de su localidad Nexpa, “ahorita gracias a Dios ese problema se va controlando”.
Reconoce que en los últimos años ya no se han muerto la cantidad de peces que morían, no ha ocurrido otra tragedia como cuando se reventó un depósito de melaza en mayo del 2006, que fue a parar al río Apatlaco que desemboca en el río Amacuzac, donde se registró gran cantidad de muerte de flora y fauna que llevó años recuperarse, ahora ya hay producción de pescado de buen tamaño, sin embrago enfrentan otra plaga.
Uno de los peces que se descubrió poco tiempo después de esta tragedia, fue el pez diablo científicamente conocido como “Hypostomus plecostomus”, el llamado pes vidrio proveniente de Brasil, ornamental, de peceras que han reproducido y cuando crecen la gente los libera en los ríos como Apatlaco, Yautepec, Cuautla que desembocan en el río Amacuzac, que forma parte de la cuenca del Gran Balsas.
Ramírez Díaz advirtió que como se trata de un depredador, ha invadido el hábitat del pescado bagre y las mojarras, ésta desplazando y acabando con las especies nativas que en este se reproducen en este río y de la que por lo menos 40 familias de pescadores de Nexpa dependen, para alimentarse y sostener a sus familias.
“Hemos pedido al Gobierno Federal y al Gobierno del Estado que vean el problema que representa esa plaga del pez diablo, el plecostomus, que ha venido a invadir y cada vez hay menos producción de bagre y mojarras, y es que ese tipo de pescado nadie lo consume ya que su piel es muy gruesa y no tiene buen sabor.
“Donde no hay esa plaga se ha pescado bagre de hasta 7 u 8 kilogramos, y para mí esa es una muy buena noticia, pero le pedimos al gobierno que no sea tan tardado para atender estas quejas, y que les apoyen con la resiembra de pescado bagre que tiene tanta demanda o de mojarra, ya que la gente prefiere el pescado, y no las carnes rojas como la de res, cerdo e incluso la de poyo”.
Insistió en hacer un llamado a través de este medio al Gobierno Federal y Gobierno del Estado, que volteen a ver a los pescadores, y la preservación de la flora y fauna de estos ríos ya que hay decenas de pescadores en otras localidades y pueblos de la región.
Urge que se tomen cartas en torno a este problema que se re siembren peces nativos, porque ese pez Diablo invade cada vez más las riveras del río Amacuzac, los pescadores están dispuestos a hacer un recorrido para mostrarles donde han invadido, concluyó el Ayudante Municipal de Nexpa, localidad del municipio de Tlaquiltenango.
Suscríbete a nuestro canal