Si algo hemos aprendido con la pandemia de la covid-19 es a hacer cosas que antes no hacíamos: usar cubrebocas, lavarnos las manos adecuadamente, usar las herramientas digitales que nos permiten conservar la sana distancia, o, para el caso de Yorokobi Cuautla, un restaurante de comida japonesa, preparar platillos distintos. En tiempos difíciles, este lugar, con siete años de historia, incluyó en su menú antojitos de la comida típica mexicana como un recurso para salir adelante.
“Empezamos como comida japonesa, pero ahorita, durante la pandemia, tuvimos que ampliarnos, cambiarnos, adaptarnos al medio. Por eso la comida mexicana, y eso nos ha ayudado mucho ahorita”, explica el capitán Gilberto Sánchez, militar retirado y administrador del lugar.
Yorokobi Cuautla se ubica en el número 140 de la avenida Insurgentes y alberga una historia de perseverancia. Cuando sobrevino la pandemia, Gilberto y el equipo idearon y trabajaron en la forma de salir adelante en los momentos más difíciles, una vez que se les permitió reabrir las puertas del lugar. Sin embargo, hubo momentos de incertidumbre.
“Se siente feo, porque no sabes si sigues trabajando, qué haces con tus colaboradores. Ellos tienen familia, tienen que llevar alimentos. Con los pocos ahorros que teníamos, cerramos, y se fueron en dar mantenimiento y tratar de apoyar al equipo, darles despensas. Ese es el apoyo que hubo en el equipo”, recuerda Sánchez.
Y eso, en definitiva, es una diferencial. En los momentos de mayores restricciones, muchos negocios en Cuautla y la región tuvieron que cerrar sus puertas de forma definitiva. En retrospectiva, aquellos que lograron no sólo sobrevivir, sino ampliar la oferta a sus clientes fueron casos en los que intervino la solidaridad, la unión y el trabajo. Y así, cuando las puertas se reabrieron, en Yorokobi Cuautla había más que comida china.
“A veces vienen parejas en las que a uno de los dos no le gusta la comida japonesa, y entonces tenemos que ofrecerles: unos huevos al gusto, unos chilaquiles, algo que te deje satisfecho”, cuenta Sánchez.
Las claves de un líder
Gilberto Sánchez es un militar retirado y sabe que un buen líder siempre pone el ejemplo. Además, sabe que el éxito de éste, como de cualquier proyecto, depende de que el personal se sienta a gusto al trabajar.
“Es como en el ejército: si uno lo hace, todos lo hacen. Si el jefe lo hace, los demás lo tienen que seguir. Es como en las fuerzas especiales: todos nos echamos la mano y sacamos adelante el trabajo. Aquí no hay nada de ‘yo sólo tengo una función que cumplir’: el lavatrastes, el mesero, el cocinero, no, aquí todos sabemos hacer todo, y eso es lo que nos da fuerza, la unión”.
Cuando visites Yorokobi Cuautla verás que Gilberto va de un lado a otro, confundiéndose entre los meseros y el cocinero, al mismo ritmo que el resto.
“En cuanto a hacer felices a los comensales, a nosotros nos distingue la sazón, la porción y la atención que les damos a nuestros clientes. Gracias a Dios, vamos saliendo adelante, vamos creciendo”, afirma.
Gastronomía japonesa con sabor a Morelos
Aunque puede ser la favorita de muchos, la comida japonesa no es del agrado de toda la gente. No, al menos, al principio. Hace siete años, sólo algunos se arriesgaban a prepararla y venderla en Cuautla, y el camino para lograr que la gente de la región se familiarizara con sus sabores no fue sencillo.
“Es una comida que no tenemos el paladar para degustarla correctamente”, reconoce Gilberto.
Pero siete años han sido suficientes para que Gilberto y su equipo encuentren la forma de lograr que los platillos japoneses satisfagan los paladares locales. ¿Cómo? Haciendo incursionar sabores mexicanos y hasta morelenses, como la tradicional cecina de Yecapixtla.
“Lo que hacemos nosotros es tropicalizar los platillos al paladar mexicano y, más que nada, el morelense: se le ponen ciertos ingredientes para que sean del agrado de todos nosotros”, explica.
Así, en Yorokobi Cuautla hay sushi preparado con carne enchilada, con cecina y con pollo.
“Son adaptaciones que hacemos nosotros, porque la mayoría de la gente conoce el sushi amargo, agrio, por el vinagre; y hay que buscar esa adaptación a nuestro paladar, para que le agrade”.
De cualquier forma, el restaurante ha ideado tres combos para introducir a la gente a los sabores japoneses. El combo uno, que es el más vendido, incluye yakimeshi, una pieza de kushiage y cuatro piezas de sushi. Además, el menú de sushi ofrece varios estilos: california roll, adonai roll, tuna roll, philadelphia roll y tampico roll, entre otros.
Y para quienes optan por la comida mexicana, Yorokobi ofrece los platillos más típicos de la cocina tradicional, como las dobladas, las picaditas, los tlacoyos y los tacos acorazados, pero también huevos al gusto, huaraches, molletes, tortas, guisados, enchiladas y chilaquiles.
El compromiso en tiempos de la nueva normalidad
En tiempos de la nueva normalidad, el compromiso de todos los negocios se ha vuelto más grande, pues ya no se trata de ofrecer productos de calidad (o de buen sabor, como en este caso), sino de brindar la seguridad de que las instalaciones son higiénicas y reducir al mínimo el riesgo de contagio de covid-19. Gilberto lo sabe, así que, desde Yorokobi reabrió sus puertas, se ha esforzado por brindar esa seguridad:
“Antes que nada debemos respetar lo que nos dicen las diferentes autoridades respecto a la salud, y debemos hacerlo completamente”, sostiene Gilberto Sánchez.
Mientras que el lugar también implementa el servicio a domicilio, Sánchez mantiene el protocolo avalado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en los envíos que realiza.
“Implementamos un protocolo de sanidad, que va desde la producción, el empacado y el envío”, asegura.
Ubicado en Insurgentes, Yorokobi Cuautla abre de domingo a viernes de las 10 de la mañana a las ocho de la noche. Los domingos, los platillos que integran el menú reciben a un invitado especial: la pancita, tan reclamada por quienes han tenido una noche muy festiva o pasada de copas. Sin importar quién llegue, Gilberto y el equipo tratar de hacerle sentir a gusto.
“Yo siempre he tenido un dicho: no busques trabajo, sino que las cosas que hagas sean con pasión. Si lo haces con pasión, con cariño, tu trabajo se convierte en éxito”, concluye.
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