Si bien el cambio de semáforo a naranja en Morelos todavía no es un hecho, las cámaras empresariales en la entidad ya lo ven como una realidad para el próximo lunes y auguran una catástrofe económica para los prestadores de servicio, en caso de que no se tomen las medidas necesarias para mantener el flujo comercial.
En el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) las estimaciones son negativas para los micro y pequeños empresarios quienes serían los más afectados por la reducción de afluencia en los comercios y como consecuencia, reducción en las ventas que apenas empezaban a subir.
“Volveremos a tener mayores restricciones, sin embargo lo que hoy por hoy sí podemos observar, es que hay un despunte en el número de contagios y pues esa situación se tiene que atender. Lo hemos muy complicado para muchos porque en ese segmento de la economía, no tenemos margen de maniobra y la solvencia no existe”, dijo Antonio Sánchez Purón, presidente del CCE.
Estiman cierres
Pero para muchos prestadores de servicio de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), la sola idea de reducir su afluencia de clientes, los hace pensar en la quiebra inminente, debido a que durante meses han estado sobreviviendo.
“En el sector gastronómico no se pueden tener mayores restricciones ya que las que ya tenemos, porque está a punto de reventar, aunque sabemos que la salud y la economía van de la mano. Este sector está muy afectado por la pandemia, los bloqueos y ya es muy difícil seguir así y estamos a punto de reventar”, dijo Griselda Hurtado Beltrán, presidenta de la Canirac.
En el peor de los escenarios, 30 restaurantes que apenas han podido subsistir podrían quebrar definitivamente al igual que los 35 que bajaron sus cortinas desde el 2020 para no volverlas a levantar.
“Además hay cien restaurantes más que ya no renovaron su licencia de funcionamiento y no sabemos si continuarán, aunque no están agremiados a la Canirac, así que podrían ser más los restaurantes que pudieran cerrar”.
Griselda pidió entonces a las autoridades que se permita tener un poco de mayor afluencia de la permitida en semáforo naranja, pues en ese color se tendría que reducir del 30 al 50 por ciento el aforo, mientras que ahora, en amarillo se permite el del 50 al 75 por ciento dependiendo el espacio y ventilación, en base a los nuevos lineamientos establecidos por la Federación.
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