Este año en Cuernavaca se reactivarán dos importantes eventos, sumamente tradicionales a lo largo de la historia de la ciudad: la Feria de la Flor y la Feria de Cuernavaca, impulsando en ambas no solo la venta de productos originarios sino también el rescate de espacios públicos que se han dejado de lado por los mismos ciudadanos.
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El secretario de Desarrollo Económico y Turismo capitalino, Humberto Paladino Valdovinos, informó que para Semana Santa tienen planeado llevar a cabo la Feria de la Flor, alusiva a la primavera, en cuatro y hasta cinco sedes como el Jardín Borda, Parque Siqueiros, Tlaltenango y Revolución, con el objetivo de exhibir los productos agrícolas, logrando que de manera gratuita los acompañe el turismo y la misma población.
En tanto, a finales de noviembre o principios de diciembre se realizará la tradicional Feria de Cuernavaca que buscará competir con magnos eventos como la Feria de San Marcos en Aguascalientes, contando con exposiciones ganaderas, gastronómicas, agrícolas, entre otras, todo lo que represente a las entidades económicas de la ciudad.
La sede para este evento, como primera opción, es el Recinto Ferial de Acapatzingo en base a su tamaño; su éxito, refirió, será encaminado a las fechas debido a que mientras en otros estados el clima ya es frío.
Cuernavaca ofrece un clima idóneo para vacacionar, esperando que para esas fechas la pandemia de Covid-19 esté mucho más controlada.
La idea fundamental de trasladar la Feria de la Flor a varios espacios públicos es ofrecer distintos escenarios que permitan revivir la vocación de la ciudad, sus barrios, y su esencia turística y de conocimiento.
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