Cada 25 de septiembre, los institutos, empresas y gobiernos conmemoran el Día Mundial del Farmacéutico, esas personas que durante siglos han dedicado su vida y trabajo al cuidado de la salud de la gente, y que hoy en día siguen haciéndolo desde varios espacios, ya sea como responsables sanitarios en cada farmacia a la que acudimos, o como especialistas dedicados a la investigación de medicamentos. El campo es amplio y apasionante.
“El farmacéutico puede actuar a través de la farmacovigilancia, el campo farmacoterapéutico, la atención farmacéutica, y dentro de los campos más comunes está la industria farmacéutica”, explica el Doctor Juan Carlos Sánchez Salgado, egresado de la Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), quien actualmente se dedica a brindar consultorías farmacéuticas en la Ciudad de México.
En Morelos, la farmacéutica sigue siendo un área de interés para decenas de jóvenes que, cada año, hacen examen para ingresar a la licenciatura en farmacia que ofrece la UAEM, la única universidad del país en contar con una facultad especializada. De acuerdo con el Doctor Efrén Hernández Baltazar, director de la Facultad de Farmacia, cada año se abren 100 espacios para nuevos estudiantes, que llegan no sólo de varios municipios de Morelos, sino también de estados como Guerrero, Puebla, el Estado de México, Hidalgo y la Ciudad de México.
“En la maestría el cincuenta por ciento son personas de Morelos y el otro cincuenta viene de otros estados de la República, así que tenemos impacto a nivel nacional”, afirma Hernández Baltazar.
En la Facultad de Farmacia, la UAEM ofrece cinco ciclos de especialización: diseño de fármacos, producción de alimentos, bioquímica clínica, biotecnología farmacéutica y farmacia hospitalaria clínica y comunitaria. Dos de sus investigadores han recibido premios por su labor de manos del presidente de México.
La evolución del farmacéutico
Los farmacéuticos de la antigüedad, también llamados boticarios, elaboraban sus medicamentos a partir de principios activos extraídos directamente de animales, plantas y, en menor medida, minerales, algo que, si bien se ajustaba a la tecnología rudimentaria de épocas pasadas, tenía sus desventajas, sobre todo en cuanto a la administración de dosis erróneas y las condiciones de limpieza del lugar.
“Había mucha variabilidad, había contaminación cruzada. Entonces (las boticas) fueron desapareciendo y conforme se fue industrializando esto a través de los procesos es que nace la industria farmacéutica, donde ya hay ambientes más controlados, con sitios o espacios que cumplen con ciertas condiciones de temperatura, de humedad, de acabados en los edificios para evitar la contaminación”, agrega Sánchez Salgado.
En Morelos quedan muy pocas boticas y las que sobreviven al paso del tiempo tuvieron que introducir medicamentos genéricos para no ser arrastradas a la extinción. En Cuautla, la botica “La Guadalupana”
Fundada en 1920, es muestra de ello. De todos los medicamentos que se despachan día con día desde su mostrador, sólo el mínimo sigue preparándose a la antigua y su encargado no cree que sea por mucho más tiempo en el futuro.
“Antes se hacían los supositorios, las pomadas, los jarabes, ungüentos, aceites, todo eso se elaboraba, porque no había laboratorios”, recuerda el responsable del lugar, último eslabón de una tradición que ha superado el siglo.
Morelos, con potencial
Cuna de grandes farmacéuticos, Morelos también es un estado con potencial para la fabricación de principios activos, las sustancias y mezclas que se necesitan para la preparación de medicamentos. Sin embargo, Urbano Aguilar, ingeniero químico y gerente de Químicos Farmacéuticos e Industriales S.A. de C.V., una empresa que fabrica principios activos en Tlaltizapán, al sur de Morelos, considera que el mercado se enfrenta a una crisis que se ha visto agravada por la pandemia.
“Morelos tiene potencial porque tiene muchos recursos naturales, mano de obra y una buena ubicación”, afirma Aguilar, quien recuerda que hasta hace algunos años la empresa surtía de principios activos a farmacéuticas de talla nacional e internacional, que han ido optando por importar los compuestos desde el extranjero, principalmente de India.
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