Desde los 6 años de edad que empezó a practicar el futbol en la entonces escuelita de los Arroceritos de Cuautla, Cristhian Alejandro León Luna se fijó una meta: llegar a ser futbolista profesional, la cual está en camino a cumplir después de que en el pasado receso de verano, el juvenil nacido en Cuautla acudió a una visoría a los campos de Cruz Azul para quedarse entre más de 300 jugadores de todo el país.
El talento morelense llenó la pupila del cuerpo técnico celeste durante todo un mes en que fue superando cada uno de los filtros, para finalmente quedarse como parte de la plantilla de 25 jugadores que confirman la categoría Sub-16 en el semillero de la Máquina cementera.
Ya como parte del equipo para el presente torneo Grita México Apertura 2021, Christian ha recibido la oportunidad de jugar minutos en cada uno de los tres partidos que ha disputado el conjunto que dirige el DT Adrián Cortés Valdovino.
En la fecha 1 ante Pumas jugó los últimos 33 minutos entrando de cambio, frente al Pachuca completó los 90 de titular, y el pasado fin de semana frente a Xolos de Tijuana estuvo 69 minutos desde el inicio del partido jugado en Acoxpa.
A excepción de ese primer duelo ante Pumas donde entró de cambio en las instalaciones del Seminario Menor con resultado de empate a 0, el cuautlense inició de titular en los siguientes dos compromisos.
En la visita a la casa de los Tuzos de Pachuca jugó el partido completo en el triunfo por 2 a 1 en las instalaciones de la Universidad de Futbol, y este fin de semana colaboró en el triunfo por goleada de 3 por 0 sobre el Tijuana en la escuela de Cruz Azul de Acoxpa.
Christhian Alejandro fue uno de los siete cambios que realizó el técnico frente al Xolos cuando el partido estaba ya resuelto, dejando su lugar en la media de contención al defensor Rafael Niño.
El que el juvenil de 16 años recién cumplidos esté realizando parte de sus sueños de llegar a jugar en un equipo importante del futbol mexicano, es motivo de orgullo y satisfacción para la familia León Luna, la cual lo ha impulsado desde que ingresó a los Arroceritos y poco después a la escuela filial de Rayados de Monterrey, bajo la dirección técnica de Guillermo Menchaca.
“Mi hijo vive y sueña con el futbol, y nos da un gran gusto que esté alcanzando poco a poco sus sueños de llegar a ser profesional; nos dimos cuenta de que iba en serio cuando a los 8 años se fue solo, con el equipo, a uno de los torneos que se hacen cada año en Monterrey; así que no hemos dudado en apoyarlo siempre y ahora que está ya en Cruz Azul, el nuevo reto que le pusimos es verlo el siguiente año en la Sub-18”, dijo la orgullosa madre Alejandra Luna, quien en compañía de la familia desde una azotea de una de las casas cercanas al Seminario Menor, lo vieron debutar frente a Pumas en la fecha 1.
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