En días pasados estuve viendo una película de la Revolución Mexicana en la cual se incluían imágenes de la vegetación local en una sangrienta batalla. Uno de los soldados menciona: “el enemigo viene por allá donde está el Huizachal”.
Coincidencialmente al poco tiempo vi la película de “El Tigre de santa Julia” y algunas de Pedro Infante y también existían áreas con huizachales. Es por eso que me decidí a escribir esta crónica de ambiente ya que a menudo existe duda acerca de lo que es realmente un Huizachal, o más una cubatera (CB), asociaciones muy peculiares de nuestro bello Morelos.
Una CB se forma con la presencia, en abundancia, de algunas especies de plantas, principalmente arbustivas, la mayor parte de ellas perteneciendo a la familia de las leguminosas (Fabaceae). Se considera que estas comunidades representan áreas con vegetación secundaria, consecuencia de un previo evento de deforestación. En este tipo de ambientes se pueden encontrar especies tales como: la “cubata roja” (Vachellia campechiana). En mucho menor proporción, el “espino blanco” (V. pennatula), “el huizache” (V. farnesiana), la “uña de gato” (Mimosa polyantha), y el “mezquite” (Prosopis laevigata). Una característica que comparten muchas de estas especies es la presencia de espinas, o aguijones que, en algunos casos, como el “huizache”, llegan a ser una verdadera arma para protegerse contra ciertos herbívoros, particularmente mamíferos. Es importante también mencionar que una proporción importante de las leguminosas fijan nitrógeno atmosférico a través de la asociación mutualista (beneficio mutuo) con algunas especies de bacteria (principalmente del género Rhyzobium), enriqueciendo sustancialmente el suelo.
Cuando en un área natural se elimina la vegetación nativa de Selva Baja Caducifolia (SBC) lo que ocurre más frecuente es que poco a poco se va regenerando de manera natural, si es que no existe un agente de destrucción permanente. A este proceso los biólogos le denominamos Sucesión Secundaria (SS), y se da por la colonización de grupos de especies que van cambiando (sustituyéndose) a través del tiempo en un espacio determinado. Por lo tanto, las cubateras a menudo sólo son una fase más del proceso de SS, pero en otros no. Lo que ocurre es que en ciertas áreas los huizachales básicamente llegaron para quedarse, y por esto, ciertos autores lo denominan Secuestro del Hábitat. En este sentido, esta etapa ya “no llega” a la etapa siguiente de vegetación primaria (o clímax) y se queda por mucho tiempo en estas condiciones
En realidad, existe poco conocimiento acerca de las CB. Es por eso que desde hace un tiempo realizamos un estudio integral de este tipo de comunidades para contestar varias preguntas: ¿En que condiciones se forman las CB? ¿Qué origina que algunas veces las CB se mantengan, y de esta manera secuestren el ambiente? ¿Qué factor determina cuáles son las especies vegetales que forman parte de las CB? ¿Se puede revertir esta circunstancia para contribuir a que se regenere la vegetación primaria original? ¿Podemos hacer uso de las CB para beneficio del Homo sapiens?
Resulta muy interesante y paradójico que los mexicanos estemos tan acostumbrados a ver las CB en nuestra vida cotidiana, y en diversas expresiones artísticas; sin embargo, no sabemos “a ciencia cierta” lo que son en realidad. En este año de Pandemia, por ejemplo, podemos realizar aportes importantes al conocimiento de nuestro entorno natural. Ambientes que formaron parte de la historia de México.
Ya hemos invitado a la clase política a que apoyen este tipo de estudios, pero hasta el momento su clonada respuesta sólo ha sido: “vamos a ver que podemos hacer”. Ni modo, quizás tengamos que esperarnos otros cien añitos (2121) para ver si la polaca ya cambió, o a lo mejor se quedó secuestrada, tal y como ocurre con las CB.
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