El 20 de junio de 1934 nació Eduardo Humberto del Río “Rius” reconocido caricaturista, historiador y escritor mexicano, talentoso de formación autodidacta, que trascendió a nivel internacional por su trabajo. Rius, vivió en el pueblo mágico de Tepoztlán, convirtiéndose en Tepoztizo por elección, un lugar que disfrutó mucho hasta el día de su fallecimiento.
Recordemos la exposición en homenaje que se realizó en el Centro Cultural Jardín Borda en 2015 y algunas de sus vivencias a través de una entrevista brindada en 2007 al comunicador Jesús Sedano, publicada en este medio el 9 de agosto de 2017.
El 9 de julio de 2015, se inauguró en las Salas Rivera, Tamayo y Siqueiros del Centro Cultural Jardín Borda, la magna exposición “Rius para principiantes” en homenaje a los sesenta años trayectoria y celebrando también sus 80 años de vida.
La exposición, se realizó con la curaduría del monero Rafael Barajas “El Fisgón” y estaba integrada por más de 200 obras, entre piezas de dibujo, fotografía, historietas completas y documentos las cuales fueron producidas por Rius a lo largo de seis décadas y que, sin duda, fueron una importante aportación al pensamiento crítico a través de la divulgación de temas de historia, política, filosofía y ciencia. Este importante acervo forma parte de las colecciones del Museo del Estanquillo ubicado en la Ciudad de México.
Rememorando la entrevista realizada en el Auditorio Ilhuicalli de Tepoztlán en 2007
Eduardo del Río, nació en Zamora, Michoacán el 20 de junio de 1934. Primero vivió en Cuernavaca durante varios años, pero al ver que cada día perdía su tranquilidad, decidió mudarse al pueblo de Tepoztlán, Morelos. Se convirtió en un tepoztizo por elección, costumbre de referirse a quién no nació en el pueblo y llega a vivir entre sus tierras.
¿Qué recuerdos tiene de su infancia?
“El mismo año que nací, mi padre murió; yo fui niño de vecindad. Tuve una infancia y juventud muy reprimida, mi madre era muy católica y decidió meternos a mis dos hermanos y a mí, a estudiar en seminarios, para ver si alguno de los tres nos hacíamos obispos y salíamos de pobre, pero no se le hizo a mi pobre madre, (entre carcajadas). No viví la vida de los niños de mi tiempo, ni de los jóvenes. A los 16 años salí del seminario, desde entonces empecé a vivir mi tipo de vida”, expresó Rius.
¿Cómo ve a Tepoztlán?
“Es un pueblo tranquilo, me gusta mucho es muy típico, excepto cuando empiezan a aventar los cuetes, casi todos los días. Pero con todo eso, me gusta Tepoztlán. Me gusta caminar por sus calles, relativamente todo está cerca, vivo cerca del centro. Es un pueblo que resiste a un progreso y quiere seguir conservando sus fiestas y costumbres. Sobre tradiciones algunas están bien, pero otras no tanto, algunas no aportan nada a su gente.
No soy religioso, siempre estaré agradecido a Dios que me haya vuelto ateo y a la iglesia católica le agradezco ser anticlerical. Mira, Tepoztlán debe de mantener ciertas tradiciones, desde mi opinión muchas no deben de seguir, son negativas, festejar algo o alguien es a base de alcohol”.
¿Cómo inició con la caricatura?
“Es muy curioso, yo trabajé en una agencia funeraria muy famosa en la Ciudad de México, era el encargado del teléfono y para matar el tiempo me ponía hacer monitos, leía un poco y hacía crucigramas. Un día llegó una persona a pedir una llamada, a un lado del teléfono tenía mi hoja con los monitos que acababa de dibujar, sacó su tarjeta y me dijo, sí algún día se le ocurre algún chiste me lo lleva. De quién te platico es del director de la revista Ja Ja, una revista de caricaturas de chistes; ‘de chiripa’, así empecé como caricaturista.
Fue difícil lograr que alguien me publicara, en esos años existían pocos medios y una gran censura. Tuve que manejar un humor dependiendo del periódico o de la revista y así los dueños voltearan a ver mi trabajo inofensivo. Los caricaturistas de esa época me dijeron cómo debía hacerle para que no se dieran cuenta del verdadero contenido de mis caricaturas. Entonces me hice una meta: seré un buen caricaturista, no el mejor del universo sino un buen caricaturista. No sé si lo he logrado, hasta el día de hoy a mis 73 años, pero estoy muy contento”.
¿En qué, se basa para hacer sus caricaturas?
“Trato de que sean un reflejo de la vida cotidiana, momentos que le pasa a la gente. Prefiero historietas de lo cotidiano a caer en superhéroes, que no son comunes y corrientes, en concreto no hago tarugadas”.
¿Personajes que más ha querido?
“Todos son hijos míos, me es difícil poder decir qué personaje. En fin, todos me gustan, todos me han acompañado y son producto de mi trabajo, de mi forma de pensar y comunicar.
Con Nopaltzin me siento más seguro para hacer chistes, es el mexicano irresponsable, borracho, parrandero. Se presta para hacer humor. Calconzín refleja al indio que quiere dejar de ser explotado, siempre se mete en problemas. Este personaje se volvió de carne y hueso con los zapatistas”.
Y para usted, ¿Quién es Rius?
“Me considero como una defensa de los que no tienen voz, alguien que buscó un lenguaje propio, trato de ser mejor cada día y la práctica diaria me hizo encontrar mi propio estilo”.
Rius murió el 8 de agosto de 2017, en Tepoztlán, Morelos a los 83 años, por complicaciones a causa del cáncer de próstata que padecía.
➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!
Únete a nuestro canal de YouTube
➡️ Recibe la información relevante en tu correo a través del Newsletter
➡️ Checa los temas de la edición impresa ¡SEMANAL!