/ lunes 16 de mayo de 2022

Reivindicando a Plutón | Y la pandemia va

La evolución es un proceso biológico natural en el que el material genético de la progenie de una especie va acumulando cambios aleatorios, de generación a generación, hasta que la acumulación de esos cambios provoca la aparición de individuos con nuevas características que pueden ser positivas (mejor capacidad de reproducción) o negativas (peor capacidad de reproducción).

En el caso de los virus, las características básicas que impactan su reproducción son la capacidad de infectar y la severidad del padecimiento que causan. Cada una de estas características sigue su ruta en el proceso evolutivo de forma que varían independientemente entre ellas.

La versión original del virus SARS-CoV-2 era moderadamente infecciosa, causante de una enfermedad leve a moderada y de baja letalidad. La crisis sanitaria que llevó al confinamiento inicial y a las medidas subsecuentes provino de la falta de inmunidad previa. Nadie en el mundo tenía anticuerpos contra este virus por lo que, aunque la proporción de enfermos graves fue baja, el número fue lo suficientemente alto como para colapsar los sistemas de salud. México es un claro ejemplo de ese colapso, con cerca de un millón de muertes en exceso desde que comenzó la pandemia.

Por acción de la evolución, la versión original del virus fue acumulando cambios y se han logrado detectar miles de cambios en su material genético, la mayoría con muy poco impacto en sus característica, con excepción de una docena de variantes las cuales fueron nombradas con letras del alfabeto griego, de alfa a mu.

La mayoría de estas variantes llamadas de interés mostraron mayor capacidad de transmisión pero sin cambios en la severidad de la enfermedad con excepción de tres: alfa, beta y gamma. En particular, la variante delta fue tan más eficiente en su transmisión que prácticamente reemplazó todas las existentes previamente volviéndose la preponderante….hasta que apareció omicrón.

Omicrón ha sido una verdadera sorpresa, pues no solamente no proviene del mismo linaje de todas las anteriores sino que surge directamente de la versión original y se incubó lentamente aislada en el centro de África, un lugar con enormes precariedades en cuestiones de salud, hasta que sus características de infectividad provocaron que arrasara por todo el mundo en cuestión de semanas, aunque la enfermedad que causa sea de menor severidad.

A partir de su designación como variante de preocupación en noviembre de 2021, se han logrado detectar al menos 6 derivadas de ómicron, de las cuales, dos de ellas, BA.4 y BA.5, se considera de preocupación ante su rápida expansión en África y Europa

En este momento existe el riesgo de que las derivadas de ómicron recuperen la capacidad de producir cuadros más severos en personas vulnerables pero también la preocupación permanente de que surja una nueva mutación que inutilice la inmunidad adquirida por infección o por vacunación.

La evidente desaceleración en las campañas de vacunación aunada a la reducción significativa en el número de pruebas hechas por los sistemas de salud podrían dificultar la detección oportuna de una nueva ola. México, por ejemplo, solo está aplicando un tercio de las pruebas comparado con hace un año.

Pero eso es responsabilidad del gobierno, tanto sostener el ritmo en las campañas de vacunación hasta que toda la población esté protegida, como realizar el número de pruebas mínimo necesario para un correcto monitoreo del virus.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos es estar informados, en mantener las medidas mínimas de prevención del contagio que es el uso de cubrebocas en espacio cerrados o mal ventilados así como el aislamiento en caso de presentar síntomas respiratorios.

Si cada quien cumple con su responsabilidad, entre todos protegemos a los más vulnerables.

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten:

Blogspot: Reinvindicando a Plutón

Facebook: BValderramaB

La evolución es un proceso biológico natural en el que el material genético de la progenie de una especie va acumulando cambios aleatorios, de generación a generación, hasta que la acumulación de esos cambios provoca la aparición de individuos con nuevas características que pueden ser positivas (mejor capacidad de reproducción) o negativas (peor capacidad de reproducción).

En el caso de los virus, las características básicas que impactan su reproducción son la capacidad de infectar y la severidad del padecimiento que causan. Cada una de estas características sigue su ruta en el proceso evolutivo de forma que varían independientemente entre ellas.

La versión original del virus SARS-CoV-2 era moderadamente infecciosa, causante de una enfermedad leve a moderada y de baja letalidad. La crisis sanitaria que llevó al confinamiento inicial y a las medidas subsecuentes provino de la falta de inmunidad previa. Nadie en el mundo tenía anticuerpos contra este virus por lo que, aunque la proporción de enfermos graves fue baja, el número fue lo suficientemente alto como para colapsar los sistemas de salud. México es un claro ejemplo de ese colapso, con cerca de un millón de muertes en exceso desde que comenzó la pandemia.

Por acción de la evolución, la versión original del virus fue acumulando cambios y se han logrado detectar miles de cambios en su material genético, la mayoría con muy poco impacto en sus característica, con excepción de una docena de variantes las cuales fueron nombradas con letras del alfabeto griego, de alfa a mu.

La mayoría de estas variantes llamadas de interés mostraron mayor capacidad de transmisión pero sin cambios en la severidad de la enfermedad con excepción de tres: alfa, beta y gamma. En particular, la variante delta fue tan más eficiente en su transmisión que prácticamente reemplazó todas las existentes previamente volviéndose la preponderante….hasta que apareció omicrón.

Omicrón ha sido una verdadera sorpresa, pues no solamente no proviene del mismo linaje de todas las anteriores sino que surge directamente de la versión original y se incubó lentamente aislada en el centro de África, un lugar con enormes precariedades en cuestiones de salud, hasta que sus características de infectividad provocaron que arrasara por todo el mundo en cuestión de semanas, aunque la enfermedad que causa sea de menor severidad.

A partir de su designación como variante de preocupación en noviembre de 2021, se han logrado detectar al menos 6 derivadas de ómicron, de las cuales, dos de ellas, BA.4 y BA.5, se considera de preocupación ante su rápida expansión en África y Europa

En este momento existe el riesgo de que las derivadas de ómicron recuperen la capacidad de producir cuadros más severos en personas vulnerables pero también la preocupación permanente de que surja una nueva mutación que inutilice la inmunidad adquirida por infección o por vacunación.

La evidente desaceleración en las campañas de vacunación aunada a la reducción significativa en el número de pruebas hechas por los sistemas de salud podrían dificultar la detección oportuna de una nueva ola. México, por ejemplo, solo está aplicando un tercio de las pruebas comparado con hace un año.

Pero eso es responsabilidad del gobierno, tanto sostener el ritmo en las campañas de vacunación hasta que toda la población esté protegida, como realizar el número de pruebas mínimo necesario para un correcto monitoreo del virus.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos es estar informados, en mantener las medidas mínimas de prevención del contagio que es el uso de cubrebocas en espacio cerrados o mal ventilados así como el aislamiento en caso de presentar síntomas respiratorios.

Si cada quien cumple con su responsabilidad, entre todos protegemos a los más vulnerables.

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten:

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