/ lunes 9 de mayo de 2022

Unidos por el humanismo, José Alfredo Pérez Apáez, rector de la UNIT y Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz

La reivindicación de las mujeres que día a día luchan porque sea reconocida su inteligencia, su importancia en la sociedad, en la familia, en la política; y en el caso concreto de Rigoberta Menchú en su defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas, primero de Guatemala, después Centroamérica y en general en el mundo, determinaron que la Universidad Interamericana de Morelos, en la que quien esto escribe tengo el privilegio de ser el Presidente de su Honorable Junta de Gobierno, y la decisión de este órgano y la del Rector de esta institución, Contador Público José Alberto Pérez Apáez, permitieron que en días pasados la Universidad se vistiera de lujo y sobre todo de honores derivados de esta reivindicación tan importante que esta institución de educación superior de Cuernavaca Morelos, sigan siendo ejemplo de reconocer la importancia, el papel, la trascendencia de las mujeres en general, y en el caso específico de Rigoberta Menchú, porque hace 30 años, el Parlamento Noruego decidió que por lo que ella era, lo que había hecho y lo que seguía haciendo por los derechos humanos de los indígenas merecía este reconocimiento.

La ceremonia llena de honores y de distinguidas personalidades como el Doctor Raúl Carrancá y Rivas, Profesor Emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Doctor en Derecho, Doctor en Administración Pública y distinguido Catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM Manuel Granados Covarrubias, y otras distinguidas personalidades estuvieron presentes en el museo de la Ciudad de Cuernavaca para otorgar este reconocimiento tan importante, que honra a la Doctora Rigoberta Menchú y también a la institución, la Universidad Interamericana de Negocios y Administración, que tuvo después de su propuesta a los órganos directivos de la misma la respuesta positiva para que se le ungiera con el grado de Doctora “Honoris Causa” que en este caso fue el número 29 que recibe su trayectoria.

En su momento la homenajeada recibió los mensajes de reconocimiento y de aliento de distinguidos catedráticos, entre los que destacó en forma importante el Doctor Raúl Carrancá y Rivas y otras personas presentes en el evento.

Es justo reconocer también desde esta importante tribuna que José Alberto Pérez Apáez, Rector Magnífico de esta institución, ha logrado que la misma esté a la vanguardia de instituciones de educación superior privada que coadyuvan en forma importante a la formación de juristas, de administradores de negocios y de otras personalidades egresadas de esta institución.

CONCLUSIONES

Primera. Eventos como el reseñado en esta columna reivindican con justicia y plenitud el verdadero papel de las mujeres, representadas en este caso por la Doctora Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz.

Segunda. Los esfuerzos en los que además debe reconocerse que también participó el actual Presidente Municipal de la Ciudad de Cuernavaca Morelos el Licenciado José Luis Urióstegui Salgado, han sido importantes para nuevamente dejar una constancia del valor que tienen las mujeres como seres intelectuales, pensantes, y que además son la base, la esencia del desarrollo de las familias mexicanas y en el mundo.

Tercera. Justo es reconocer que esta batalla permanente, día y noche de Rigoberta Menchú, ha dado frutos importantes respecto a los derechos humanos de los pueblos indígenas, de los residentes mayas quichés en Guatemala y en general de los pueblos originarios de América y del mundo.

*Profesor de Carrera, con 55 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La reivindicación de las mujeres que día a día luchan porque sea reconocida su inteligencia, su importancia en la sociedad, en la familia, en la política; y en el caso concreto de Rigoberta Menchú en su defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas, primero de Guatemala, después Centroamérica y en general en el mundo, determinaron que la Universidad Interamericana de Morelos, en la que quien esto escribe tengo el privilegio de ser el Presidente de su Honorable Junta de Gobierno, y la decisión de este órgano y la del Rector de esta institución, Contador Público José Alberto Pérez Apáez, permitieron que en días pasados la Universidad se vistiera de lujo y sobre todo de honores derivados de esta reivindicación tan importante que esta institución de educación superior de Cuernavaca Morelos, sigan siendo ejemplo de reconocer la importancia, el papel, la trascendencia de las mujeres en general, y en el caso específico de Rigoberta Menchú, porque hace 30 años, el Parlamento Noruego decidió que por lo que ella era, lo que había hecho y lo que seguía haciendo por los derechos humanos de los indígenas merecía este reconocimiento.

La ceremonia llena de honores y de distinguidas personalidades como el Doctor Raúl Carrancá y Rivas, Profesor Emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Doctor en Derecho, Doctor en Administración Pública y distinguido Catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM Manuel Granados Covarrubias, y otras distinguidas personalidades estuvieron presentes en el museo de la Ciudad de Cuernavaca para otorgar este reconocimiento tan importante, que honra a la Doctora Rigoberta Menchú y también a la institución, la Universidad Interamericana de Negocios y Administración, que tuvo después de su propuesta a los órganos directivos de la misma la respuesta positiva para que se le ungiera con el grado de Doctora “Honoris Causa” que en este caso fue el número 29 que recibe su trayectoria.

En su momento la homenajeada recibió los mensajes de reconocimiento y de aliento de distinguidos catedráticos, entre los que destacó en forma importante el Doctor Raúl Carrancá y Rivas y otras personas presentes en el evento.

Es justo reconocer también desde esta importante tribuna que José Alberto Pérez Apáez, Rector Magnífico de esta institución, ha logrado que la misma esté a la vanguardia de instituciones de educación superior privada que coadyuvan en forma importante a la formación de juristas, de administradores de negocios y de otras personalidades egresadas de esta institución.

CONCLUSIONES

Primera. Eventos como el reseñado en esta columna reivindican con justicia y plenitud el verdadero papel de las mujeres, representadas en este caso por la Doctora Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz.

Segunda. Los esfuerzos en los que además debe reconocerse que también participó el actual Presidente Municipal de la Ciudad de Cuernavaca Morelos el Licenciado José Luis Urióstegui Salgado, han sido importantes para nuevamente dejar una constancia del valor que tienen las mujeres como seres intelectuales, pensantes, y que además son la base, la esencia del desarrollo de las familias mexicanas y en el mundo.

Tercera. Justo es reconocer que esta batalla permanente, día y noche de Rigoberta Menchú, ha dado frutos importantes respecto a los derechos humanos de los pueblos indígenas, de los residentes mayas quichés en Guatemala y en general de los pueblos originarios de América y del mundo.

*Profesor de Carrera, con 55 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.