/ lunes 3 de diciembre de 2018

Una tecnología prometedora

La principal característica de los humanos que nos diferencia de otras especies es poder desarrollar herramientas tecnológicas modificando nuestro entorno para beneficio propio. Comenzando con el dominio del fuego y la agricultura hasta las telecomunicaciones, los humanos hemos moderado, modulado y redirigido a la naturaleza mejorando nuestra alimentación, nuestra salud y nuestra calidad de vida.

En el campo de tecnologías médicas los cambios más radicales se han dado en menos de 100 años, tiempo en el que duplicamos la expectativa de vida de las personas controlando e inclusive erradicando enfermedades y padecimientos ancestrales. En este sentido no nos debe de sorprender que la generación de tecnologías médicas sea un área prioritaria de los gobiernos quienes invierten fuertes sumas en la investigación básica y aplicada.

En los años recientes se han desarrollado una serie de herramientas que permiten acelerar los procesos relacionados a la salud mediante la modificación del genoma de los individuos. El genoma es la colección de material genético que heredamos de nuestros padres y donde se encuentran especificadas todas nuestras características: desde sexo hasta color de cabello y complexión.

Por un lado se ha modificado el genoma de microorganismos (bacterias y virus) para que trabajen para nosotros produciendo vacunas y otros tipos de productos como si fueran biofábricas. Por otro lado, se puede alterar el genoma de organismos dañinos buscando su control o erradicación como es el caso de los mosquitos transmisores de paludismo o dengue, padecimientos que causan cientos de miles de muertes al año en el mundo, la mitad de ellas de niños.

Finalmente está la modificación genómica que buscaría la eliminación de enfermedades de origen genético en pacientes con algunos tipos de cáncer, fibrosis quística, corea de Huntington, distrofia muscular de Duchenne o anemia falciforme, entre otros padecimientos, ya sea antes o después de su manifestación. Hasta hace muy pocos años no existía una tecnología que permitiera la modificación genómica precisa y segura hasta que se descubrió el sistema CRISPR-Cas mejor conocido como edición genética.

Este sistema es un mecanismo natural utilizado por los microorganismos para evitar que las infecciones por virus afecten su genoma y solo recientemente se desarrolló una tecnología que permite su utilización dirigida. Ejemplos de esta tecnología son la posibilidad de que mediante la edición genética de células reproductivas dos individuos del mismo sexo puedan procrear, experimento que se ha realizado con éxito en ratones.

Por prometedora que sea la tecnología CRISPR-Cas, su uso en humanos todavía cuenta con enormes reservas pues precisamente por novedosa se desconocen los efectos que pueda generar en el paciente a largo plazo. O por lo menos así había sido hasta este mes que un investigador chino, He Jiankui, publicó un video donde asegura haber realizado la edición genética de un par de gemelas recién nacidas en ese país.

El sorpresivo anuncio ha desatado una ola de escepticismo mezclado con rechazo entre la comunidad científica. Es muy pronto para tener una opinión definitiva sobre el hecho pero, sin duda, será un tema al que estaremos dando seguimiento desde esta columna.


Información adicional de este y otros temas de interés http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

La principal característica de los humanos que nos diferencia de otras especies es poder desarrollar herramientas tecnológicas modificando nuestro entorno para beneficio propio. Comenzando con el dominio del fuego y la agricultura hasta las telecomunicaciones, los humanos hemos moderado, modulado y redirigido a la naturaleza mejorando nuestra alimentación, nuestra salud y nuestra calidad de vida.

En el campo de tecnologías médicas los cambios más radicales se han dado en menos de 100 años, tiempo en el que duplicamos la expectativa de vida de las personas controlando e inclusive erradicando enfermedades y padecimientos ancestrales. En este sentido no nos debe de sorprender que la generación de tecnologías médicas sea un área prioritaria de los gobiernos quienes invierten fuertes sumas en la investigación básica y aplicada.

En los años recientes se han desarrollado una serie de herramientas que permiten acelerar los procesos relacionados a la salud mediante la modificación del genoma de los individuos. El genoma es la colección de material genético que heredamos de nuestros padres y donde se encuentran especificadas todas nuestras características: desde sexo hasta color de cabello y complexión.

Por un lado se ha modificado el genoma de microorganismos (bacterias y virus) para que trabajen para nosotros produciendo vacunas y otros tipos de productos como si fueran biofábricas. Por otro lado, se puede alterar el genoma de organismos dañinos buscando su control o erradicación como es el caso de los mosquitos transmisores de paludismo o dengue, padecimientos que causan cientos de miles de muertes al año en el mundo, la mitad de ellas de niños.

Finalmente está la modificación genómica que buscaría la eliminación de enfermedades de origen genético en pacientes con algunos tipos de cáncer, fibrosis quística, corea de Huntington, distrofia muscular de Duchenne o anemia falciforme, entre otros padecimientos, ya sea antes o después de su manifestación. Hasta hace muy pocos años no existía una tecnología que permitiera la modificación genómica precisa y segura hasta que se descubrió el sistema CRISPR-Cas mejor conocido como edición genética.

Este sistema es un mecanismo natural utilizado por los microorganismos para evitar que las infecciones por virus afecten su genoma y solo recientemente se desarrolló una tecnología que permite su utilización dirigida. Ejemplos de esta tecnología son la posibilidad de que mediante la edición genética de células reproductivas dos individuos del mismo sexo puedan procrear, experimento que se ha realizado con éxito en ratones.

Por prometedora que sea la tecnología CRISPR-Cas, su uso en humanos todavía cuenta con enormes reservas pues precisamente por novedosa se desconocen los efectos que pueda generar en el paciente a largo plazo. O por lo menos así había sido hasta este mes que un investigador chino, He Jiankui, publicó un video donde asegura haber realizado la edición genética de un par de gemelas recién nacidas en ese país.

El sorpresivo anuncio ha desatado una ola de escepticismo mezclado con rechazo entre la comunidad científica. Es muy pronto para tener una opinión definitiva sobre el hecho pero, sin duda, será un tema al que estaremos dando seguimiento desde esta columna.


Información adicional de este y otros temas de interés http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

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