/ domingo 29 de noviembre de 2020

Un llamado a la responsabilidad

A los números de la pandemia que ya hemos comentado en este espacio de manera actualizada, hay que incluir otros, los que no involucran el contagio activo pero que comienzan a despuntar en detrimento de nuestra estabilidad, prosperidad y felicidad.

La disrupción de la actividad económica tiene efecto en dos extremos. Por un lado, la dispersión de los contagios ha llevado a las industrias a una reducción significativa en su capacidad de producción provocando escases en prácticamente todos los sectores. En el otro extremo, los confinamientos obligados han impactado fuertemente las finanzas familiares reduciendo la capacidad de compra.

La incertidumbre sobre la intensidad y duración de las medidas restrictivas ha generado una gran volatilidad en los mercados con su consiguiente perjuicio sobre la inversión productiva. La globalización ha operado como una red de vasos comunicantes entre economías nacionales con un efecto acelerador de la caída.

La volatilidad se manifiesta como un incremento del ahorro, menor o más lenta inversión, y un mayor costo para la captación de capital. En un estudio recientemente publicado por un grupo multinacional de economistas en el sitio voxeu.org se modeló el desempeño y perspectiva de 33 economías incluyendo la de México en el contexto de COVID19.

De manera previsible, la dispersión de la pandemia ha tenido como consecuencia un incremento en la volatilidad de los mercados afectando el valor del producto interno bruto. El modelo desarrollado por los autores y que denominaron TGVAR predice que para finales de 2021 la economía mundial se habrá recuperado parcialmente aunque permanecerá todavía 3 puntos porcentuales por debajo del último trimestre de 2019.

Algunos países como China y la zona Euro se reuperarán más rápido impulsando las economías de sus zonas de influencia. Estados Unidos e Inglaterra tendrán una recuperación más lenta y menos exitosa lo cual impactará sus economías asociadas, como la nuestra, siendo las más afectadas las de Turquía, Sudáfrica y Arabia Saudita.

Mientras que para las economías desarrolladas este escenario repercutirá en menores tasas de interés, para las economía emergentes el efecto será el contrario. Menos dinero disponible y con mayor costo financiero.

No es la primera vez que el mundo se sumerge en una crisis de volatilidad. Eventos anteriores ocurridos en 1988 y 2008 alcanzaron niveles equivalentes al actual, con la diferencia que en el primer caso la caída en el valor del producto interno bruto global no alcanzó niveles críticos y en el segundo la recuperación fue de menos de dos años.

En esta ocasión nos encontramos ante un fenómeno de gran intensidad y dificultad para preveer su duración por lo que los diferentes modelos asumen de manera tentativa una recuperación gradual de la economía en un plazo de 12 meses lo cual depende en gran medida de la efectividad de las vacunas actualmente en desarrollo y hasta que eso ocurra no dejarán de ser proyecciones.

El impacto a nivel país, ciudad y familia ha sido devastador para los mexicanos. El cierre masivo de pequeñas y medianas empresas ante la falta de apoyos retrasará nuestra recuperación en comparación con otras economías de la misma talla. La pérdida de empleo así como la reducción de ingresos nos llevará directamente al incremento de la informalidad y de la delincuencia menor y eventualmente al fortalecimiento de la organizada.

Los próximos doce meses son vitales para el futuro del país, estamos todavía a tiempo de tomar decisiones responsables pero también corremos el riesgo de reducirnos a la lógica mezquina de un proceso electoral. La moneda está en el aire.


Información adicional de éste y otros temas de interés visiten:

http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

https://www.facebook.com/BValderramaB/


No quiero cerrar este espacio sin repudiar los cada vez más numerosos actos de violencia en Morelos, uno de los cuales cobró la vida de Luis Javier Peralta, con quien colaboré en su papel de ayudante municipal de Tres Marías para la atención de los afectados por el sismo de 2017. Justicia para él, resignación para su familia.

A los números de la pandemia que ya hemos comentado en este espacio de manera actualizada, hay que incluir otros, los que no involucran el contagio activo pero que comienzan a despuntar en detrimento de nuestra estabilidad, prosperidad y felicidad.

La disrupción de la actividad económica tiene efecto en dos extremos. Por un lado, la dispersión de los contagios ha llevado a las industrias a una reducción significativa en su capacidad de producción provocando escases en prácticamente todos los sectores. En el otro extremo, los confinamientos obligados han impactado fuertemente las finanzas familiares reduciendo la capacidad de compra.

La incertidumbre sobre la intensidad y duración de las medidas restrictivas ha generado una gran volatilidad en los mercados con su consiguiente perjuicio sobre la inversión productiva. La globalización ha operado como una red de vasos comunicantes entre economías nacionales con un efecto acelerador de la caída.

La volatilidad se manifiesta como un incremento del ahorro, menor o más lenta inversión, y un mayor costo para la captación de capital. En un estudio recientemente publicado por un grupo multinacional de economistas en el sitio voxeu.org se modeló el desempeño y perspectiva de 33 economías incluyendo la de México en el contexto de COVID19.

De manera previsible, la dispersión de la pandemia ha tenido como consecuencia un incremento en la volatilidad de los mercados afectando el valor del producto interno bruto. El modelo desarrollado por los autores y que denominaron TGVAR predice que para finales de 2021 la economía mundial se habrá recuperado parcialmente aunque permanecerá todavía 3 puntos porcentuales por debajo del último trimestre de 2019.

Algunos países como China y la zona Euro se reuperarán más rápido impulsando las economías de sus zonas de influencia. Estados Unidos e Inglaterra tendrán una recuperación más lenta y menos exitosa lo cual impactará sus economías asociadas, como la nuestra, siendo las más afectadas las de Turquía, Sudáfrica y Arabia Saudita.

Mientras que para las economías desarrolladas este escenario repercutirá en menores tasas de interés, para las economía emergentes el efecto será el contrario. Menos dinero disponible y con mayor costo financiero.

No es la primera vez que el mundo se sumerge en una crisis de volatilidad. Eventos anteriores ocurridos en 1988 y 2008 alcanzaron niveles equivalentes al actual, con la diferencia que en el primer caso la caída en el valor del producto interno bruto global no alcanzó niveles críticos y en el segundo la recuperación fue de menos de dos años.

En esta ocasión nos encontramos ante un fenómeno de gran intensidad y dificultad para preveer su duración por lo que los diferentes modelos asumen de manera tentativa una recuperación gradual de la economía en un plazo de 12 meses lo cual depende en gran medida de la efectividad de las vacunas actualmente en desarrollo y hasta que eso ocurra no dejarán de ser proyecciones.

El impacto a nivel país, ciudad y familia ha sido devastador para los mexicanos. El cierre masivo de pequeñas y medianas empresas ante la falta de apoyos retrasará nuestra recuperación en comparación con otras economías de la misma talla. La pérdida de empleo así como la reducción de ingresos nos llevará directamente al incremento de la informalidad y de la delincuencia menor y eventualmente al fortalecimiento de la organizada.

Los próximos doce meses son vitales para el futuro del país, estamos todavía a tiempo de tomar decisiones responsables pero también corremos el riesgo de reducirnos a la lógica mezquina de un proceso electoral. La moneda está en el aire.


Información adicional de éste y otros temas de interés visiten:

http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

https://www.facebook.com/BValderramaB/


No quiero cerrar este espacio sin repudiar los cada vez más numerosos actos de violencia en Morelos, uno de los cuales cobró la vida de Luis Javier Peralta, con quien colaboré en su papel de ayudante municipal de Tres Marías para la atención de los afectados por el sismo de 2017. Justicia para él, resignación para su familia.