/ viernes 16 de noviembre de 2018

¿Un derecho humano sin presupuesto?

En esta semana tuve la oportunidad de asistir a la Primera Sesión Ordinaria de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados Federal, donde uno de los principales temas abordados fue el tema del presupuesto para el subsector agua potable y saneamiento en nuestro país. Este se ha venido reduciendo en los últimos años de casi 13 mil millones en 2016 a menos de 3 mil millones en 2018. Es el subsector más afectado por los recortes que se han aplicado a la CONAGUA de manera progresiva. Y se habla de que el próximo año sufrirá un recorte aún mayor.

Sin duda, una reducción al presupuesto destinado al sector hídrico pone en riesgo los servicios de agua potable, drenaje y saneamiento, indispensables para el desarrollo de la población y de nuestro país.

Los datos arrojados por CONAGUA en 2015 mostraban que la cobertura de agua potable en el país era del 95.1%, dejando en claro que aún hay mucho, mucho trabajo por hacer; lo mismo sucede con el servicio de drenaje sanitario, donde solo el 75% de la población total estaba conectada a la red pública…

Son más de 27 millones de personas que no cuentan con acceso al servicio de agua entubada; 103 millones cuenta con el servicio, pero discontinuo; alrededor de 31 millones de personas no descarga a la red de drenaje y aproximadamente el 50.2% de las aguas residuales municipales colectadas no reciben un tratamiento.

Con todos estos datos recabados pregunto ¿Es buena idea reducir el presupuesto para el subsector en el 2019?

De acuerdo con el índice Ethos que mide la pobreza en México, el agua y drenaje representan juntos el 41.2% del factor que determina la pobreza, solo superado por el ingreso de los hogares. Los recursos de los programas federales como PROAGUA son insuficientes para resolver los problemas de abasto y saneamiento del país, sin embargo, son necesarios para apoyar en el mantenimiento de niveles de servicio e ir atendiendo prioridades.

Una reducción al presupuesto de apoyo a los organismos operadores es incomprensible e inadmisible, se trata de un subsector que representa una necesidad básica, indispensable para la salud, para la calidad de vida y bienestar de la población.

Recordemos que en primer semestre del año 2012 se incorporó a nuestra Constitución el derecho humano al agua. Al tratarse de un derecho están obligados los criterios de universalidad, interdependencia y progresividad.

El recorte en el presupuesto no representa más que una regresión contraria a la disposición constitucional y a diversos tratados internacionales. También afectará temas de salud, bienestar y calidad de vida de los mexicanos.

Hace falta una transformación para mejorar el subsector pero eso obligaría a resolver un modelo de gestión que involucra todos los órdenes de gobierno.

En esta primera sesión, se aprobó un punto de acuerdo para solicitar un presupuesto de 52 mil millones de pesos para la CONAGUA. Eso solo permitiría recuperar el nivel que tenía antes. Este año fue de solo 28 mil millones y se habla que será menos para el 2019.

Hay muchas cosas que tienen que cambiar, principalmente el dejar el tema del agua en segundo plano…

Ojalá se reconsidere el presupuesto destinado, pues están en riesgo muchos de los sectores principales de la sociedad mexicana. Por el bien de México #aguaparatodos


En esta semana tuve la oportunidad de asistir a la Primera Sesión Ordinaria de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados Federal, donde uno de los principales temas abordados fue el tema del presupuesto para el subsector agua potable y saneamiento en nuestro país. Este se ha venido reduciendo en los últimos años de casi 13 mil millones en 2016 a menos de 3 mil millones en 2018. Es el subsector más afectado por los recortes que se han aplicado a la CONAGUA de manera progresiva. Y se habla de que el próximo año sufrirá un recorte aún mayor.

Sin duda, una reducción al presupuesto destinado al sector hídrico pone en riesgo los servicios de agua potable, drenaje y saneamiento, indispensables para el desarrollo de la población y de nuestro país.

Los datos arrojados por CONAGUA en 2015 mostraban que la cobertura de agua potable en el país era del 95.1%, dejando en claro que aún hay mucho, mucho trabajo por hacer; lo mismo sucede con el servicio de drenaje sanitario, donde solo el 75% de la población total estaba conectada a la red pública…

Son más de 27 millones de personas que no cuentan con acceso al servicio de agua entubada; 103 millones cuenta con el servicio, pero discontinuo; alrededor de 31 millones de personas no descarga a la red de drenaje y aproximadamente el 50.2% de las aguas residuales municipales colectadas no reciben un tratamiento.

Con todos estos datos recabados pregunto ¿Es buena idea reducir el presupuesto para el subsector en el 2019?

De acuerdo con el índice Ethos que mide la pobreza en México, el agua y drenaje representan juntos el 41.2% del factor que determina la pobreza, solo superado por el ingreso de los hogares. Los recursos de los programas federales como PROAGUA son insuficientes para resolver los problemas de abasto y saneamiento del país, sin embargo, son necesarios para apoyar en el mantenimiento de niveles de servicio e ir atendiendo prioridades.

Una reducción al presupuesto de apoyo a los organismos operadores es incomprensible e inadmisible, se trata de un subsector que representa una necesidad básica, indispensable para la salud, para la calidad de vida y bienestar de la población.

Recordemos que en primer semestre del año 2012 se incorporó a nuestra Constitución el derecho humano al agua. Al tratarse de un derecho están obligados los criterios de universalidad, interdependencia y progresividad.

El recorte en el presupuesto no representa más que una regresión contraria a la disposición constitucional y a diversos tratados internacionales. También afectará temas de salud, bienestar y calidad de vida de los mexicanos.

Hace falta una transformación para mejorar el subsector pero eso obligaría a resolver un modelo de gestión que involucra todos los órdenes de gobierno.

En esta primera sesión, se aprobó un punto de acuerdo para solicitar un presupuesto de 52 mil millones de pesos para la CONAGUA. Eso solo permitiría recuperar el nivel que tenía antes. Este año fue de solo 28 mil millones y se habla que será menos para el 2019.

Hay muchas cosas que tienen que cambiar, principalmente el dejar el tema del agua en segundo plano…

Ojalá se reconsidere el presupuesto destinado, pues están en riesgo muchos de los sectores principales de la sociedad mexicana. Por el bien de México #aguaparatodos


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