/ martes 22 de enero de 2019

Tlahuelilpan, cronología del terror

La lucha por erradicar la corrupción y sus delitos derivados significarán para la presente administración, “la madre de todas las batallas”.

Alejandro Gertz Manero fue nombrado en medio de la polémica como el primer Fiscal General de la República, con 91 votos a su favor, superó en la terna a Bernardo Bátiz y Eva Verónica de Gyves, en ese momento bien pudo planearse un viernes de festejo para el flamante funcionario, sin embargo, el destino le tenía guardada una trágica bienvenida.

Ese día inició lo que a la postre podría ser considerada como “la cronología del terror”, según reporte de las autoridades y con versiones sin cuadrar del todo, a las 14:30 se recibió el primer reporte de un pinchazo en un ducto localizado en la localidad de San Primitivo en Tlahuelilpan, Hidalgo.

De acuerdo a ciertos protocolos, no se suspendió en ese momento el suministro ni se hizo el cierre de válvulas por considerarse menor la fuga; a las 15:30 horas el rumor de “gasolina gratis” atrajo a los pobladores y sin medir el peligro abarrotaron el lugar; se mencionó un segundo reporte de fuga (hay quién afirma fue el primero) a las 16:50, con el posterior arribo de elementos de la SEDENA y Policía Federal 16 minutos más tarde, el número de elementos es incierto, se apunta a 25, lo claro es la insuficiencia para contener a las casi 800 personas en la zona.

El argumento fue que evitaron un enfrentamiento al recordar lo sucedido una semana antes a 20 de km de ahí, donde dos militares fueron golpeados y desarmados por la población, al haber disparado contra dos presuntos "huachicoleros", en esta ocasión solo se limitaron a observar y gritar recomendaciones.

A las 17:30 aquello era ya una escalofriante fiesta de caos y saqueo, la inminencia de una fatalidad flotaba en el aire; fue a las 18:20 cuando se cerraron las válvulas de bombeo y 10 minutos después, las de seccionamiento del ducto, lo anterior reduce el área de fuga, dejaron sólo el tramo crítico con el producto empaquetado, pero continuaba fluyendo.

En un fatídico momento, a las 18:52 horas, los invitados estaban ya completos, todos los elementos necesarios para desencadenar una tragedia se encontraban ahí: La omisión, una multitud, el irracional frenesí, vapores altamente inflamables, una chispa, gritos y después, el infierno, las dantescas escenas que marcaron para siempre el enero de 2019.

Las personas corrían envueltas en su desesperación y dolor, literalmente convertidas en antorchas humanas, esto ante la impotente mirada de los presentes que no atinaban a decidir si ayudar o ponerse a resguardo; los vídeos de celulares en las redes nos ponen en claro que los cuerpos de rescate no estaban preventivamente en el lugar, llegaron mucho después, según dicen el acceso por la cantidad de vehículos estacionados era complicado.

89 muertos hasta ahora, apenas 12 cadáveres plenamente identificados, 58 heridos, y muchos desaparecidos, representan algo que debe ser aclarado por el Gobierno Federal, la CNDH acusa al Ejército de “inacción”.

Algunos oportunistas políticos deberían permanecer callados por haber provocado esto con omisiones en sexenios pasados, pero toman una actitud mezquina y no vacilarán en utilizar el dolor humano para golpear políticamente.

La marginación que llevó a estas personas a incurrir en conductas delictivas y peligrosas, se ha puesto en tela de juicio por una población dividida en sus opiniones.

Andrés Manuel López Obrador ha dicho que no dará un paso atrás en la lucha contra el crimen y el saqueo, las hipótesis de terrorismo se han agregado a la trama y la cadena de sucesos aún está lejos de terminar.

La lucha por erradicar la corrupción y sus delitos derivados significarán para la presente administración, “la madre de todas las batallas”.

Alejandro Gertz Manero fue nombrado en medio de la polémica como el primer Fiscal General de la República, con 91 votos a su favor, superó en la terna a Bernardo Bátiz y Eva Verónica de Gyves, en ese momento bien pudo planearse un viernes de festejo para el flamante funcionario, sin embargo, el destino le tenía guardada una trágica bienvenida.

Ese día inició lo que a la postre podría ser considerada como “la cronología del terror”, según reporte de las autoridades y con versiones sin cuadrar del todo, a las 14:30 se recibió el primer reporte de un pinchazo en un ducto localizado en la localidad de San Primitivo en Tlahuelilpan, Hidalgo.

De acuerdo a ciertos protocolos, no se suspendió en ese momento el suministro ni se hizo el cierre de válvulas por considerarse menor la fuga; a las 15:30 horas el rumor de “gasolina gratis” atrajo a los pobladores y sin medir el peligro abarrotaron el lugar; se mencionó un segundo reporte de fuga (hay quién afirma fue el primero) a las 16:50, con el posterior arribo de elementos de la SEDENA y Policía Federal 16 minutos más tarde, el número de elementos es incierto, se apunta a 25, lo claro es la insuficiencia para contener a las casi 800 personas en la zona.

El argumento fue que evitaron un enfrentamiento al recordar lo sucedido una semana antes a 20 de km de ahí, donde dos militares fueron golpeados y desarmados por la población, al haber disparado contra dos presuntos "huachicoleros", en esta ocasión solo se limitaron a observar y gritar recomendaciones.

A las 17:30 aquello era ya una escalofriante fiesta de caos y saqueo, la inminencia de una fatalidad flotaba en el aire; fue a las 18:20 cuando se cerraron las válvulas de bombeo y 10 minutos después, las de seccionamiento del ducto, lo anterior reduce el área de fuga, dejaron sólo el tramo crítico con el producto empaquetado, pero continuaba fluyendo.

En un fatídico momento, a las 18:52 horas, los invitados estaban ya completos, todos los elementos necesarios para desencadenar una tragedia se encontraban ahí: La omisión, una multitud, el irracional frenesí, vapores altamente inflamables, una chispa, gritos y después, el infierno, las dantescas escenas que marcaron para siempre el enero de 2019.

Las personas corrían envueltas en su desesperación y dolor, literalmente convertidas en antorchas humanas, esto ante la impotente mirada de los presentes que no atinaban a decidir si ayudar o ponerse a resguardo; los vídeos de celulares en las redes nos ponen en claro que los cuerpos de rescate no estaban preventivamente en el lugar, llegaron mucho después, según dicen el acceso por la cantidad de vehículos estacionados era complicado.

89 muertos hasta ahora, apenas 12 cadáveres plenamente identificados, 58 heridos, y muchos desaparecidos, representan algo que debe ser aclarado por el Gobierno Federal, la CNDH acusa al Ejército de “inacción”.

Algunos oportunistas políticos deberían permanecer callados por haber provocado esto con omisiones en sexenios pasados, pero toman una actitud mezquina y no vacilarán en utilizar el dolor humano para golpear políticamente.

La marginación que llevó a estas personas a incurrir en conductas delictivas y peligrosas, se ha puesto en tela de juicio por una población dividida en sus opiniones.

Andrés Manuel López Obrador ha dicho que no dará un paso atrás en la lucha contra el crimen y el saqueo, las hipótesis de terrorismo se han agregado a la trama y la cadena de sucesos aún está lejos de terminar.

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