/ jueves 7 de octubre de 2021

Tienen autonomía, pero...

Las denuncias del presidente López Obrador en contra de científicos que han generado la idea de una persecución desde el gobierno federal contra la academia, se extendieron en su conferencia mañanera de ayer a las universidades públicas, a cuyo personal calificó de comodino por retrasar la vuelta a clases presenciales, lo que habría sido solo un chiste de no haber insinuado (y aparentemente para muchos insinuar en las mañaneras es dar línea presidencial), la necesidad de una reforma universitaria que corrija el nepotismo y las mafias que hay en la asignación de materias y salarios.

“Tiene que ser algo que surja de la misma comunidad… Tiene que haber un movimiento por la reforma, por la renovación en el manejo de los fondos de las universidades públicas. Nosotros no podemos meternos porque sería violatorio de la autonomía universitaria, pero sí pueden hacerlo los mismos universitarios porque se dan casos en donde hay mafias (no encontré otra palabra) que dominan en las universidades públicas. Así como existen los líderes charros, ya cada vez menos, en los sindicatos. Así también existen caciques que dominan en las universidades, ellos ponen a los rectores. Es lo más antidemocrático que puede haber. Y manejan el presupuesto a sus anchas, en forma discrecional, es el caso de varias universidades del país, y de personalidades que tienen muchísimo poder… Pero eso lo tienen que resolver los mismos universitarios, y debe de atenderse el que se mejore la atención de los maestros de asignatura de las universidades públicas que ganan muy poco, y que no haya privilegios arriba, y también que no haya influyentismo, nepotismo, mafias, que son las que dominan para la asignación de cargos académicos, hay muchísimos investigadores que quieren ascenso, o que aspiran a ser tomados en cuenta, y no pasan porque existen estos grupos de poder en la UNAM, lamentablemente sucede, y en todos lados, pero no podemos meternos”- dijo López Obrador en su mañanera y remató ya con una casi arenga,- “estudiantes y académicos porque hay muchos que se quejan, nada más que no se atreven, no habían las condiciones… pero ahora tenemos que hacer valer nuestras libertades, no quedarnos callados”.

Pese al reconocimiento expreso a la autonomía, el presidente propone una reforma universitaria y hasta dice por dónde debe ir (básicamente a asuntos tan domésticos como la asignación de plazas). Y claro que es necesaria una reforma a la educación superior, pero esta tiene que pasar por el fortalecimiento de la autonomía a través de presupuestos suficientes, de dar mayor solidez y respaldo gubernamental a las actividades fundamentales de producción, impartición y extensión del conocimiento que las universidades públicas realizan, de garantizar la excelencia académica, y probablemente en algunos casos también de revisar las relaciones laborales y académicas. Pero el presidente no fue más allá, por lo que su arenga se queda en instigar movimientos laboristas en las instituciones de educación superior, perdiendo de vista que las relaciones laborales en las universidades están condicionadas por la propia estructura y los presupuestos de las instituciones. Si se hablará de reforma, hagámoslo bien.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Las denuncias del presidente López Obrador en contra de científicos que han generado la idea de una persecución desde el gobierno federal contra la academia, se extendieron en su conferencia mañanera de ayer a las universidades públicas, a cuyo personal calificó de comodino por retrasar la vuelta a clases presenciales, lo que habría sido solo un chiste de no haber insinuado (y aparentemente para muchos insinuar en las mañaneras es dar línea presidencial), la necesidad de una reforma universitaria que corrija el nepotismo y las mafias que hay en la asignación de materias y salarios.

“Tiene que ser algo que surja de la misma comunidad… Tiene que haber un movimiento por la reforma, por la renovación en el manejo de los fondos de las universidades públicas. Nosotros no podemos meternos porque sería violatorio de la autonomía universitaria, pero sí pueden hacerlo los mismos universitarios porque se dan casos en donde hay mafias (no encontré otra palabra) que dominan en las universidades públicas. Así como existen los líderes charros, ya cada vez menos, en los sindicatos. Así también existen caciques que dominan en las universidades, ellos ponen a los rectores. Es lo más antidemocrático que puede haber. Y manejan el presupuesto a sus anchas, en forma discrecional, es el caso de varias universidades del país, y de personalidades que tienen muchísimo poder… Pero eso lo tienen que resolver los mismos universitarios, y debe de atenderse el que se mejore la atención de los maestros de asignatura de las universidades públicas que ganan muy poco, y que no haya privilegios arriba, y también que no haya influyentismo, nepotismo, mafias, que son las que dominan para la asignación de cargos académicos, hay muchísimos investigadores que quieren ascenso, o que aspiran a ser tomados en cuenta, y no pasan porque existen estos grupos de poder en la UNAM, lamentablemente sucede, y en todos lados, pero no podemos meternos”- dijo López Obrador en su mañanera y remató ya con una casi arenga,- “estudiantes y académicos porque hay muchos que se quejan, nada más que no se atreven, no habían las condiciones… pero ahora tenemos que hacer valer nuestras libertades, no quedarnos callados”.

Pese al reconocimiento expreso a la autonomía, el presidente propone una reforma universitaria y hasta dice por dónde debe ir (básicamente a asuntos tan domésticos como la asignación de plazas). Y claro que es necesaria una reforma a la educación superior, pero esta tiene que pasar por el fortalecimiento de la autonomía a través de presupuestos suficientes, de dar mayor solidez y respaldo gubernamental a las actividades fundamentales de producción, impartición y extensión del conocimiento que las universidades públicas realizan, de garantizar la excelencia académica, y probablemente en algunos casos también de revisar las relaciones laborales y académicas. Pero el presidente no fue más allá, por lo que su arenga se queda en instigar movimientos laboristas en las instituciones de educación superior, perdiendo de vista que las relaciones laborales en las universidades están condicionadas por la propia estructura y los presupuestos de las instituciones. Si se hablará de reforma, hagámoslo bien.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx