/ martes 26 de enero de 2021

Se buscan candidatos

Cuando Morelos llegó a 23 partidos políticos era bastante obvio que ocurrirían dos cosas, la repetición en los nombres y algunos slogans y frases de campaña (porque la originalidad no parece la fuerza de los comunicadores políticos); y la escasez de candidatos para los partidos que deberán postular en conjunto a más de seis mil aspirantes a diputaciones locales, alcaldías, sindicaturas y regidurías. A lo mejor por eso, salvo el caso del PRI y algún diferendo escandaloso pero aislado en el PAN, no ha habido mayores escándalos en la designación de los precandidatos que, erigidos después en candidatos, habrán de disputarse el poder en el Congreso local y 33 de los 36 ayuntamientos (los tres municipios indígenas seguirán usando el método de usos y costumbres para la integración de sus consejos).

Antes, los partidos designaban candidatos de enormes listas, dejaban a muchos aspirantes fuera por considerar que no convenían a los intereses electorales o más truculentos de cada dirigencia; hoy, pareciera que requieren de un aviso clasificado para que alguien se acerque y en el caso de muchos nuevos partidos, no parecen completar planillas para la mayor parte del estado. El problema también alcanza a los partidos tradicionales que disfrazan la falta de liderazgos con procesos de oxigenación para “dar oportunidad a los nuevos valores”.

La incorporación de personajes con un alto grado de drama, ex gobernador, hijo de ex gobernador, diputado federal villano favorito, ex abogado del gobernador, eterno aspirante nunca contendiente, candidato independiente que vuelve al sistema de partidos, centra la atención de los públicos en una vergonzosa pasarela política ausente de propuestas porque la apuesta, en todo caso, pareciera ser la rentabilidad electoral de las figuras personales.

Es un fenómeno triste, la centralidad del drama supera a las propuestas que puedan emitirse en gran medida porque el exceso de partidos obliga a repetir muchas de las políticas sugeridas para el rescate de cada municipio. La problemática de las demarcaciones, en todo caso es particular a ellas y los datos de cada crisis siguen siendo los mismos, así que los planteamientos de solución (si es que los hubiera, formarían un set francamente reducido). Hay 59 formas de cocinar un huevo, pero los problemas de los municipios suelen tener no más de cinco tratamientos posibles. El problema no es que se repitan, en todo caso, lo grave está en que se omitan las propuestas políticas y se apueste solo a los figurines.

La abundancia de opciones (si es que todas las fuerzas políticas consiguen postular la mayoría de las posiciones) obliga a la comunicación de valores personales de cada figura en combinación con propuestas de representación y de gobierno congruentes. Pero el carácter dominante que están mostrando las personalidades en esta etapa electoral es peligroso en tanto quien no propone nada suele no sentirse obligado a cumplir con nadie.

Dato: discretamente, el alcalde de Cuautla se registró como aspirante del PAN a la reelección, no tan discreta, la imagen del ayuntamiento pasó de guinda a azul profundo.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Cuando Morelos llegó a 23 partidos políticos era bastante obvio que ocurrirían dos cosas, la repetición en los nombres y algunos slogans y frases de campaña (porque la originalidad no parece la fuerza de los comunicadores políticos); y la escasez de candidatos para los partidos que deberán postular en conjunto a más de seis mil aspirantes a diputaciones locales, alcaldías, sindicaturas y regidurías. A lo mejor por eso, salvo el caso del PRI y algún diferendo escandaloso pero aislado en el PAN, no ha habido mayores escándalos en la designación de los precandidatos que, erigidos después en candidatos, habrán de disputarse el poder en el Congreso local y 33 de los 36 ayuntamientos (los tres municipios indígenas seguirán usando el método de usos y costumbres para la integración de sus consejos).

Antes, los partidos designaban candidatos de enormes listas, dejaban a muchos aspirantes fuera por considerar que no convenían a los intereses electorales o más truculentos de cada dirigencia; hoy, pareciera que requieren de un aviso clasificado para que alguien se acerque y en el caso de muchos nuevos partidos, no parecen completar planillas para la mayor parte del estado. El problema también alcanza a los partidos tradicionales que disfrazan la falta de liderazgos con procesos de oxigenación para “dar oportunidad a los nuevos valores”.

La incorporación de personajes con un alto grado de drama, ex gobernador, hijo de ex gobernador, diputado federal villano favorito, ex abogado del gobernador, eterno aspirante nunca contendiente, candidato independiente que vuelve al sistema de partidos, centra la atención de los públicos en una vergonzosa pasarela política ausente de propuestas porque la apuesta, en todo caso, pareciera ser la rentabilidad electoral de las figuras personales.

Es un fenómeno triste, la centralidad del drama supera a las propuestas que puedan emitirse en gran medida porque el exceso de partidos obliga a repetir muchas de las políticas sugeridas para el rescate de cada municipio. La problemática de las demarcaciones, en todo caso es particular a ellas y los datos de cada crisis siguen siendo los mismos, así que los planteamientos de solución (si es que los hubiera, formarían un set francamente reducido). Hay 59 formas de cocinar un huevo, pero los problemas de los municipios suelen tener no más de cinco tratamientos posibles. El problema no es que se repitan, en todo caso, lo grave está en que se omitan las propuestas políticas y se apueste solo a los figurines.

La abundancia de opciones (si es que todas las fuerzas políticas consiguen postular la mayoría de las posiciones) obliga a la comunicación de valores personales de cada figura en combinación con propuestas de representación y de gobierno congruentes. Pero el carácter dominante que están mostrando las personalidades en esta etapa electoral es peligroso en tanto quien no propone nada suele no sentirse obligado a cumplir con nadie.

Dato: discretamente, el alcalde de Cuautla se registró como aspirante del PAN a la reelección, no tan discreta, la imagen del ayuntamiento pasó de guinda a azul profundo.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx