/ sábado 18 de julio de 2020

 ¿Sabe usted lo que es la alineación parental?

En el pasado reciente incluso en la Ciudad de México hubo reformas a su Código Civil y en el Derecho Familiar, en que por ejemplo en el año 2014 establecieron la violencia familiar como la alienación parental como violencia familiar indiscutiblemente esto desapareció en forma absurda, empero hoy vamos a tratar este tema, sobre todo para que quienes me honran leyendo este artículo tengan una visión panorámica de este grave problema que afecta a los niños, a las niñas, a los adolescentes, y que pone en entredicho al padre o la madre, o sus respectivas familias cuando propician la alienación parental.

Si bien es cierto que la Organización Mundial de la Salud todavía discute si es o no una enfermedad, que en realidad no lo es, porque cada una de estas conductas tiene sus propios parámetros y sus maneras de manifestarse, debemos entender que hay violencia familiar cuando algún integrante de la familia trata o cambia, transforma la conciencia de un menor para impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con unos de sus progenitores. Esto es la alienación parental. Es realizada por cualquier miembro de la familia, específicamente el padre o la madre, que además ante estos graves peligros deberían suspender el ejercicio de la patria potestad en cuanto al menor, y como consecuencia no autorizar visitas y convivencias que se hubieren decretados. Igualmente el padre alienador que tenga por ejemplo la guarda y custodia del niño, debe pasarla de inmediato al otro, sobre todo si es una alienación leve o moderada. Si esto fuera grave, severo, no debe permanecer el menor con el progenitor alienador, o con la familia de éste, porque debe suspenderse todo contacto con el padre que aliena, y el menor que debe ser tratado o sometido con un especialista que diagnostique este problema y plantee alternativas de solución. Lo importante es asegurar el bienestar del menor.

Es muy importante que los jueces, los padres, las personas encargadas de la guarda y custodia de los menores consideren lo grave de la alienación parental; considerando la edad de los menores y que lo que les hagan será irreparable, hay que acudir al auxilio de la multidisciplina como la psicología, la psiquiatría, la medicina, incluido el trabajo social, para que se pueda evaluar la conducta de los parientes más cercanos del niño, así se podrá determinar qué persona debe encargarse de su cuidado, y sobre todo insistir en que la alienación, que pueden realizar el padre, la madre, los abuelos, los hermanos, en una palabra, los parientes que integran una familia, siempre ha existido y desafortunadamente del Código Civil se quitaron las sanciones que no existen en la actualidad; pero esta sintomatología evidentemente tiene implicaciones médicas, psicológicas, psiquiátricas, familiares, y jurídicas, puede considerarse una enfermedad, si bien aclaramos que no lo es, inclusive algunos juristas, científicos e intelectuales y médicos, admiten su existencia como síndrome de alienación parental.

Reiteramos que la alienación es el proceso mediante el cual el individuo, o una colectividad, transforma la conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición de hijo. Médicamente, trastorno intelectual, temporal o accidental y permanente, cuando al hijo se le manipula al cerebro negativamente en contra del padre o la madre. Psicológico es un estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad del hijo, del padre o la madre, respecto de la familia. La parental es un adjetivo perteneciente o relativo al padre o la madre, a los parientes consanguíneos, colaterales y por afinidad. El síndrome parental debe entenderse como un conjunto de acciones, hechos, artificios, maquinaciones, engaños, culpa, dolo y mala fe, que caracterizan una situación familiar determinada, perteneciente o relativa al padre, la madre o los parientes en general, para destruir la relación filial, esa alienación parental debe entenderse como un desorden que surge del contexto familiar, derivado de la guarda y custodia física o moral que se da entre el padre o la madre. Manifestaciones externas de la alienación parental, campaña de denigración de un hijo contra el padre o la madre, acciones sin justificación alguna o de exagerada denigración contra uno de los progenitores; en este caso la respuesta del hijo es que tratan de combinar las nociones destructivas y adoctrinamiento que hace el padre o la madre, sus propias contribuciones en la creación de un villano, que recaen en el padre o la madre, objetivos de esa acción. Debe entenderse como un proceso por el cual un padre o una madre transforman la conciencia de sus hijos mediante estrategias para impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor; en consecuencia y en conclusión, de esta conducta el padre o la madre rechazados y alienados, separados, quienes alguna vez fueron amados y tuvieron una buena relación con su hijo o hija, ven destruidos permanentemente los vínculos del afecto. El hijo o hija que ha sido exitosamente alienado contra su padre o su madre, casi siempre piensa que fue su propia decisión la que le permitió rechazar y denigrar aquéllos.


Profesor de Carrera, con 53 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En el pasado reciente incluso en la Ciudad de México hubo reformas a su Código Civil y en el Derecho Familiar, en que por ejemplo en el año 2014 establecieron la violencia familiar como la alienación parental como violencia familiar indiscutiblemente esto desapareció en forma absurda, empero hoy vamos a tratar este tema, sobre todo para que quienes me honran leyendo este artículo tengan una visión panorámica de este grave problema que afecta a los niños, a las niñas, a los adolescentes, y que pone en entredicho al padre o la madre, o sus respectivas familias cuando propician la alienación parental.

Si bien es cierto que la Organización Mundial de la Salud todavía discute si es o no una enfermedad, que en realidad no lo es, porque cada una de estas conductas tiene sus propios parámetros y sus maneras de manifestarse, debemos entender que hay violencia familiar cuando algún integrante de la familia trata o cambia, transforma la conciencia de un menor para impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con unos de sus progenitores. Esto es la alienación parental. Es realizada por cualquier miembro de la familia, específicamente el padre o la madre, que además ante estos graves peligros deberían suspender el ejercicio de la patria potestad en cuanto al menor, y como consecuencia no autorizar visitas y convivencias que se hubieren decretados. Igualmente el padre alienador que tenga por ejemplo la guarda y custodia del niño, debe pasarla de inmediato al otro, sobre todo si es una alienación leve o moderada. Si esto fuera grave, severo, no debe permanecer el menor con el progenitor alienador, o con la familia de éste, porque debe suspenderse todo contacto con el padre que aliena, y el menor que debe ser tratado o sometido con un especialista que diagnostique este problema y plantee alternativas de solución. Lo importante es asegurar el bienestar del menor.

Es muy importante que los jueces, los padres, las personas encargadas de la guarda y custodia de los menores consideren lo grave de la alienación parental; considerando la edad de los menores y que lo que les hagan será irreparable, hay que acudir al auxilio de la multidisciplina como la psicología, la psiquiatría, la medicina, incluido el trabajo social, para que se pueda evaluar la conducta de los parientes más cercanos del niño, así se podrá determinar qué persona debe encargarse de su cuidado, y sobre todo insistir en que la alienación, que pueden realizar el padre, la madre, los abuelos, los hermanos, en una palabra, los parientes que integran una familia, siempre ha existido y desafortunadamente del Código Civil se quitaron las sanciones que no existen en la actualidad; pero esta sintomatología evidentemente tiene implicaciones médicas, psicológicas, psiquiátricas, familiares, y jurídicas, puede considerarse una enfermedad, si bien aclaramos que no lo es, inclusive algunos juristas, científicos e intelectuales y médicos, admiten su existencia como síndrome de alienación parental.

Reiteramos que la alienación es el proceso mediante el cual el individuo, o una colectividad, transforma la conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición de hijo. Médicamente, trastorno intelectual, temporal o accidental y permanente, cuando al hijo se le manipula al cerebro negativamente en contra del padre o la madre. Psicológico es un estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad del hijo, del padre o la madre, respecto de la familia. La parental es un adjetivo perteneciente o relativo al padre o la madre, a los parientes consanguíneos, colaterales y por afinidad. El síndrome parental debe entenderse como un conjunto de acciones, hechos, artificios, maquinaciones, engaños, culpa, dolo y mala fe, que caracterizan una situación familiar determinada, perteneciente o relativa al padre, la madre o los parientes en general, para destruir la relación filial, esa alienación parental debe entenderse como un desorden que surge del contexto familiar, derivado de la guarda y custodia física o moral que se da entre el padre o la madre. Manifestaciones externas de la alienación parental, campaña de denigración de un hijo contra el padre o la madre, acciones sin justificación alguna o de exagerada denigración contra uno de los progenitores; en este caso la respuesta del hijo es que tratan de combinar las nociones destructivas y adoctrinamiento que hace el padre o la madre, sus propias contribuciones en la creación de un villano, que recaen en el padre o la madre, objetivos de esa acción. Debe entenderse como un proceso por el cual un padre o una madre transforman la conciencia de sus hijos mediante estrategias para impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor; en consecuencia y en conclusión, de esta conducta el padre o la madre rechazados y alienados, separados, quienes alguna vez fueron amados y tuvieron una buena relación con su hijo o hija, ven destruidos permanentemente los vínculos del afecto. El hijo o hija que ha sido exitosamente alienado contra su padre o su madre, casi siempre piensa que fue su propia decisión la que le permitió rechazar y denigrar aquéllos.


Profesor de Carrera, con 53 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.