/ viernes 6 de agosto de 2021

Río Lerma

Yo recuerdo que el especialista en plantas acuáticas -el Dr. Jaime Bonilla- decía que los cuerpos de agua del país son uno de los más ricos del planeta (en materia de biodiversidad). Por eso, y muchas cosas más, lo recordé a él.

Y digo esto porque el Lerma, es uno de los ríos más contaminados de México. De hecho, es el río interior más largo del país. Y debido a que pasa por 33 municipios del Estado de México se ha convertido en un desfogue de aguas residuales de la población y más de 700 empresas, o sea negras, la mayor parte sin tratamiento. A través de dicho “río” pasan 80 mil litros cada segundo de “agua”.

Es uno de los ríos que abastece al riego a toda la zona centro del país. Y al final, desemboca en el Lago de Chapala, esto es un recurso importante de agua potable para la ciudad de Guadalajara y parte de Jalisco. En la Cuenca del Lerma sólo hay 10 plantas de tratamiento y, por lo tanto, el principal problema es que mucha de las descargas residuales no está recibiendo ningún tratamiento, sólo 10% o 15% son tratadas. En varios tramos del río los niveles de oxígeno son prácticamente nulos, y la materia orgánica contenida produce gases, esto es evidente debido a las burbujas que se producen. Por si fuera poco, el lirio acuático se ha convertido en una plaga. Se han detectado metales pesados, algunos de ellos en niveles muy altos. Por otro lado, en el Lerna también existen algunos plaguicidas y pesticidas que además pueden ser cancerígenos.

El “Río” Lerma es un ejemplo de aguas muy contaminados de México, que abastece de agua a toda la zona centro del país. Lo grave del asunto no sólo es eso, sino que causa además un malestar mayor. Y pareciera que ya nos acostumbramos a la porquería, ya lo vemos como algo “normal”. Lo que debemos entender es que, en el agua se presenta uno de los efectos más nocivos de la contaminación ambiental. Realmente la contaminación del agua posibilita que esas partículas contaminantes se pongan accesibles en todo el entorno, particularmente, la biodiversidad. De esta manera sea más “facial” afectarla drásticamente. Lo que escasamente se dice en los medios de comunicación ¿no es suficiente para hacer algo, ya finalmente? ¿Que necesitamos? De vez en cuando existen ciertos mecanismos institucionales, sin embargo, a menudo sólo aceptan que, en el presente, todos están rebasados. Tanto el Senado, los Diputados, incluso la propia CONAGUA se reúnen (y se reúnen) pero básicamente todo sigue igual. Incluso, los académicos algunas veces nos reunimos para hablar del tema, pero esto no tiene un efecto biopolítico tangible. Frecuentemente, nos preocupamos porque pudiera haber la posibilidad de que exista algún elemento que ponga en riesgo la vida a través de la contaminación. Y esto lo menciono porque Morelos (y en general México) es un “santuario” de tiraderos a cielo abierto, y ya lo he dicho antes. Lo que además no entiendo es porque toleramos esto, ¿por qué?

Pero tal parece que esto (la contaminación) es importante sólo cuando afecta al ser humano (SH), aparentemente. Y digo “aparentemente” porque en realidad muchas protestas no están bien enfocadas a menudo, sólo cuando son muy visibles. Por esta razón, como dice el presidente de México, existen dos tipos de democracia: la representativa y la participativa; esta última (cuando existe conocimiento del tema), es la que impacta de manera genuina, también en el ambiente.

Lo que es más que evidente, es que ya sobrepasamos -por mucho- varias veces la capacidad de carga del planeta. Si no entendemos esto, -una vez más- estamos manejando nuestra bicicleta … sin cadena.

Yo recuerdo que el especialista en plantas acuáticas -el Dr. Jaime Bonilla- decía que los cuerpos de agua del país son uno de los más ricos del planeta (en materia de biodiversidad). Por eso, y muchas cosas más, lo recordé a él.

Y digo esto porque el Lerma, es uno de los ríos más contaminados de México. De hecho, es el río interior más largo del país. Y debido a que pasa por 33 municipios del Estado de México se ha convertido en un desfogue de aguas residuales de la población y más de 700 empresas, o sea negras, la mayor parte sin tratamiento. A través de dicho “río” pasan 80 mil litros cada segundo de “agua”.

Es uno de los ríos que abastece al riego a toda la zona centro del país. Y al final, desemboca en el Lago de Chapala, esto es un recurso importante de agua potable para la ciudad de Guadalajara y parte de Jalisco. En la Cuenca del Lerma sólo hay 10 plantas de tratamiento y, por lo tanto, el principal problema es que mucha de las descargas residuales no está recibiendo ningún tratamiento, sólo 10% o 15% son tratadas. En varios tramos del río los niveles de oxígeno son prácticamente nulos, y la materia orgánica contenida produce gases, esto es evidente debido a las burbujas que se producen. Por si fuera poco, el lirio acuático se ha convertido en una plaga. Se han detectado metales pesados, algunos de ellos en niveles muy altos. Por otro lado, en el Lerna también existen algunos plaguicidas y pesticidas que además pueden ser cancerígenos.

El “Río” Lerma es un ejemplo de aguas muy contaminados de México, que abastece de agua a toda la zona centro del país. Lo grave del asunto no sólo es eso, sino que causa además un malestar mayor. Y pareciera que ya nos acostumbramos a la porquería, ya lo vemos como algo “normal”. Lo que debemos entender es que, en el agua se presenta uno de los efectos más nocivos de la contaminación ambiental. Realmente la contaminación del agua posibilita que esas partículas contaminantes se pongan accesibles en todo el entorno, particularmente, la biodiversidad. De esta manera sea más “facial” afectarla drásticamente. Lo que escasamente se dice en los medios de comunicación ¿no es suficiente para hacer algo, ya finalmente? ¿Que necesitamos? De vez en cuando existen ciertos mecanismos institucionales, sin embargo, a menudo sólo aceptan que, en el presente, todos están rebasados. Tanto el Senado, los Diputados, incluso la propia CONAGUA se reúnen (y se reúnen) pero básicamente todo sigue igual. Incluso, los académicos algunas veces nos reunimos para hablar del tema, pero esto no tiene un efecto biopolítico tangible. Frecuentemente, nos preocupamos porque pudiera haber la posibilidad de que exista algún elemento que ponga en riesgo la vida a través de la contaminación. Y esto lo menciono porque Morelos (y en general México) es un “santuario” de tiraderos a cielo abierto, y ya lo he dicho antes. Lo que además no entiendo es porque toleramos esto, ¿por qué?

Pero tal parece que esto (la contaminación) es importante sólo cuando afecta al ser humano (SH), aparentemente. Y digo “aparentemente” porque en realidad muchas protestas no están bien enfocadas a menudo, sólo cuando son muy visibles. Por esta razón, como dice el presidente de México, existen dos tipos de democracia: la representativa y la participativa; esta última (cuando existe conocimiento del tema), es la que impacta de manera genuina, también en el ambiente.

Lo que es más que evidente, es que ya sobrepasamos -por mucho- varias veces la capacidad de carga del planeta. Si no entendemos esto, -una vez más- estamos manejando nuestra bicicleta … sin cadena.