/ lunes 20 de junio de 2022

Riñas escolares, no son juego son violencia

La violencia no puede ser aceptada ni normalizada bajo ninguna circunstancia. De ahí que las recientes peleas entre estudiantes, viralizadas en redes sociales, deban ser consideradas como un foco de atención.

Apenas esta semana se sumó uno más a los videos de grescas que ya se han hecho virales: uno en el municipio de Huitzilac, otro Emiliano Zapata, y ahora en una secundaria del poblado de Chamilpa, en Cuernavaca.

Las imágenes muestran a alumnos y alumnas adolescentes que riñen a golpes mientras las voces de otros y otras compañeras los alientan a continuar; nadie hace un intento por detener las agresiones. Testimonios periodísticos indican que las peleas entre estudiantes son comunes y no han podido ser evitadas.

En respuesta, en Chamilpa, autoridades escolares implementaron capacitaciones con madres, padres, estudiantes y docentes en manejo de emociones y resolución de conflictos, y suspendieron a la directora del plantel, cuyo nombre omito para evitar la revictimización de la comunidad escolar.

La acción es complementada con la presencia de agentes de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos en los horarios de ingreso y salida, para inhibir las peleas.

Como ciudadanía no podemos desistir en la búsqueda de la tranquilidad para nuestras hijas e hijos, sobre todo en aquellos que transitan la adolescencia (entre 12 y 15 años), pues de los casos que el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México ha atendido a través de la causa Juntas y Juntos contra el Bullying, el 43 por ciento son de niñas y niños entre esas edades.

El ejemplo comienza en casa. Si en el hogar la violencia física, verbal o emocional es parte de la rutina, no podemos esperar un comportamiento armonioso fuera de él. Si en las escuelas las y los maestros no están preparados para buscar soluciones alejadas de la confrontación y, por el contrario, ignoran o pasan por alto los conflictos y el bullying entre estudiantes, entonces no podemos pedir que los adolescentes sepan comportarse con mayor civilidad.

Es tarea de las y los encargados de la crianza, tutores y docentes ayudar a los adolescentes a canalizar sus emociones de una forma positiva, enseñarles y ayudarles a resolver sus diferencias por la vía del diálogo.

Para apoyar a todas las personas involucradas de manera directa en situaciones de bullying, el Consejo Ciudadano brinda contención emocional en su Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533.

Porque no es un juego, es violencia.


@guerrerochipres


La violencia no puede ser aceptada ni normalizada bajo ninguna circunstancia. De ahí que las recientes peleas entre estudiantes, viralizadas en redes sociales, deban ser consideradas como un foco de atención.

Apenas esta semana se sumó uno más a los videos de grescas que ya se han hecho virales: uno en el municipio de Huitzilac, otro Emiliano Zapata, y ahora en una secundaria del poblado de Chamilpa, en Cuernavaca.

Las imágenes muestran a alumnos y alumnas adolescentes que riñen a golpes mientras las voces de otros y otras compañeras los alientan a continuar; nadie hace un intento por detener las agresiones. Testimonios periodísticos indican que las peleas entre estudiantes son comunes y no han podido ser evitadas.

En respuesta, en Chamilpa, autoridades escolares implementaron capacitaciones con madres, padres, estudiantes y docentes en manejo de emociones y resolución de conflictos, y suspendieron a la directora del plantel, cuyo nombre omito para evitar la revictimización de la comunidad escolar.

La acción es complementada con la presencia de agentes de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos en los horarios de ingreso y salida, para inhibir las peleas.

Como ciudadanía no podemos desistir en la búsqueda de la tranquilidad para nuestras hijas e hijos, sobre todo en aquellos que transitan la adolescencia (entre 12 y 15 años), pues de los casos que el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México ha atendido a través de la causa Juntas y Juntos contra el Bullying, el 43 por ciento son de niñas y niños entre esas edades.

El ejemplo comienza en casa. Si en el hogar la violencia física, verbal o emocional es parte de la rutina, no podemos esperar un comportamiento armonioso fuera de él. Si en las escuelas las y los maestros no están preparados para buscar soluciones alejadas de la confrontación y, por el contrario, ignoran o pasan por alto los conflictos y el bullying entre estudiantes, entonces no podemos pedir que los adolescentes sepan comportarse con mayor civilidad.

Es tarea de las y los encargados de la crianza, tutores y docentes ayudar a los adolescentes a canalizar sus emociones de una forma positiva, enseñarles y ayudarles a resolver sus diferencias por la vía del diálogo.

Para apoyar a todas las personas involucradas de manera directa en situaciones de bullying, el Consejo Ciudadano brinda contención emocional en su Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533 5533.

Porque no es un juego, es violencia.


@guerrerochipres