Es la primera reflexión ante los avances, las propuestas, las decisiones unipersonales de López Obrador, la invocación permanente de la voluntad del pueblo mexicano; las expresiones como “el pueblo es sabio”; “el pueblo sabe lo que quiere”; “el pueblo está gobernando”; lo contrario es dictadura.
LA DEMOCRACIA ES LA VOZ, ES LA PALABRA DE LA LEY
Ya vivimos en carne propia, y quien esto escribe sufragué por Andrés Manuel López Obrador, porque verdaderamente queremos el cambio, pero queremos un cambio razonado, no personalísimo, democrático, que beneficie a las personas, que abra nuevas oportunidades a quienes hemos tenido las puertas cerradas permanentemente, que no se discrimine por preferencia sexual, color de la piel, situación económica, social o cultural, porque eso es la democracia; y en este caso los que sufragamos por López Obrador estamos esperanzados a que lo que se decida no sea en forma unipersonal sino que sea la voluntad democrática expresada por nosotros los mexicanos.
¿ESTAMOS FRENTE UNA REVOLUCIÓN PACÍFICA?
Nuestra afirmación categórica es que sí, porque a través del voto decidimos el cambio, pero de raíz, para eliminar las viejas costumbres, visos de corrupción, impunidad, deshonestidad, despilfarros administrativos, enriquecimiento de políticos y grandes negocios para determinadas personas con sus partidos políticos, que han sido como negocios particulares; y aquí surge lo que encabeza este artículo, que esta revolución pacífica la hemos hecho a través del voto, a través de la democracia, y queremos que Andrés Manuel así siga y que verdaderamente sea para el bienestar de México.
Estamos viendo como el Presidente está cumpliendo con programas en favor de los que menos tienen, de las personas de la tercera edad; de abrir universidades en el país y que en la Ciudad de México ya empezó; aquí en Morelos todavía no sabemos cuándo nos beneficiaremos de la forma de gobernar de Cuauhtémoc Blanco; pero definitivamente López Obrador tiene ideologías precisas. Como ya sabemos es una persona persistente, terca, que quiere lograr sus propósitos, entre ellos el de mejorar la situación de los mexicanos y de los más pobres; él tiene la capacidad suficiente para decidir a su juicio qué es lo mejor para los mexicanos, como lo ha venido haciendo desde hace más de nueve meses.
¿HASTA DÓNDE LLEGARÁ LÓPEZ OBRADOR?
La respuesta es difícil; sin embargo, nos preguntamos si seis años serán suficientes para los programas ambiciosos; construir refinerías y habilitar las seis que hay. Con esto cerramos nuestra colaboración en este espacio periodístico, queda en el aire las interrogantes iniciales ¿revolución pacífica? ¿democracia o dictadura?
Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. jhernandez366@hotmail.com