/ jueves 25 de noviembre de 2021

Revocación de mandato también en Morelos

La primera Ley de Participación Ciudadana (LPC) que se aprobó en Morelos fue en diciembre del año 2000. Tuve la oportunidad de ser uno de los principales promotores de esta iniciativa y desde luego aprobarla en el pleno del Congreso estatal. La LPC se aprobó de manera unánime con el voto del grupo parlamentario del PAN (mayoritario en ese entonces con 15 diputados), el voto del PRI (12 diputados) y del PRD con tan solo tres legisladores. Aunque decíamos que éramos mucho más que tres.

En dicha ley se regulaban tres mecanismos de participación: el plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular. El acuerdo no alcanzó para incluir la figura de revocación de mandato. De cualquier manera, fue un gran avance democrático para Morelos.

Actualmente a nivel federal existe la figura de revocación de mandato aprobada recientemente. El mecanismo consiste en preguntarle a la ciudadanía si desea que el gobierno en funciones continúe o que sencillamente sea destituido.

Originalmente la intención de impulsar esta figura de participación ciudadana fue la de otorgarle a la ciudadanía la posibilidad de evaluar y en su caso castigar a un gobierno en funciones que no esté dando los resultados esperados y prometidos.

Para eso se debe de presentar la solicitud acompañada de un porcentaje del 3% de firmas de ciudadanos que lo soliciten, para que el resultado sea válido y vinculante debe de participar por lo menos el 40% del padrón electoral vigente.

El presidente de la República decidió promover una consulta que en teoría debiera ser de revocación del mandato para el mes de marzo del año 2022, sin embargo, la realidad que muestran las encuestas de aceptación a la figura del presidente, nos indican una aceptación que rebasa los 60 puntos porcentuales, esto hace que más que un ejercicio ciudadano de revocación de mandato como posibilidad de corregir y sustituir un gobierno, se convierta en realidad en un acto político de ratificación de mandato, un cierre de filas para iniciar la transición del poder en el 2024 en condiciones de fuerza para el gobierno, el presidente y Morena. El presidente se sabe seguro del su nivel de aprobación y lo aprovecha políticamente ante el pataleo de la oposición.

En el estado de Morelos se han presentado algunas iniciativas para establecer la figura de revocación de mandato para el caso del gobernador, aún no se dictaminan y permanecen en comisiones del Congreso esperando la decisión política de una mayoría parlamentaria que apruebe esta figura tan importante.

La fracción parlamentaria de Morena debiera ser la primera en impulsar el dictamen y la aprobación de la figura de revocación de mandato en Morelos, por congruencia política. Sabemos que la militancia y los simpatizantes del partido Morena están recolectando firmas para la consulta de revocación impulsada por el presidente. Desde luego la oposición también debe de empujar la aprobación de la revocación, construir los consensos necesarios para lograrlo.

La posibilidad de revocar el mandato a un mal gobernante es un avance democrático sin precedentes. Se debe de hacer con mucha responsabilidad y seriedad para evitar que sea usada con fines simplemente golpistas. No perder de vista la posibilidad de que sea un incentivo para que el gobernante en turno se esfuerce en hacer bien su trabajo, con honestidad y eficiencia, sabiendo que si no lo hace, la ciudadanía lo puede quitar del cargo.

Me parece que Morena en Morelos debe dejar el largo periodo de hibernación en el que ha estado los últimos tres años y empezar a plantear una política que sea congruente con los principios que enarbola la 4T y el presidente López Obrador. Si no lo hace y sigue volteando para otro lado, pasará a la historia como un partido cómplice del fracaso del gobierno estatal, de la violencia incontenible y de la inseguridad galopante que estamos padeciendo en estas tierras zapatistas.

Si pretende Morena ganar el 2024 debe despertar, despabilarse, salir de la zona de confort y ponerse a trabajar, aplicar los principios que pregona.

Morena sin duda debe de apoyar al presidente en la consulta planteada y permitir que esos mecanismos de participación ciudadana también tengan efecto en el estado.

Hay quienes plantean una consulta de revocación en Morelos, primero se necesita el marco legal para llevarla a cabo. La última palabra la tiene el Congreso, a ver de que están hechos las diputadas y los diputados de Morelos.

La primera Ley de Participación Ciudadana (LPC) que se aprobó en Morelos fue en diciembre del año 2000. Tuve la oportunidad de ser uno de los principales promotores de esta iniciativa y desde luego aprobarla en el pleno del Congreso estatal. La LPC se aprobó de manera unánime con el voto del grupo parlamentario del PAN (mayoritario en ese entonces con 15 diputados), el voto del PRI (12 diputados) y del PRD con tan solo tres legisladores. Aunque decíamos que éramos mucho más que tres.

En dicha ley se regulaban tres mecanismos de participación: el plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular. El acuerdo no alcanzó para incluir la figura de revocación de mandato. De cualquier manera, fue un gran avance democrático para Morelos.

Actualmente a nivel federal existe la figura de revocación de mandato aprobada recientemente. El mecanismo consiste en preguntarle a la ciudadanía si desea que el gobierno en funciones continúe o que sencillamente sea destituido.

Originalmente la intención de impulsar esta figura de participación ciudadana fue la de otorgarle a la ciudadanía la posibilidad de evaluar y en su caso castigar a un gobierno en funciones que no esté dando los resultados esperados y prometidos.

Para eso se debe de presentar la solicitud acompañada de un porcentaje del 3% de firmas de ciudadanos que lo soliciten, para que el resultado sea válido y vinculante debe de participar por lo menos el 40% del padrón electoral vigente.

El presidente de la República decidió promover una consulta que en teoría debiera ser de revocación del mandato para el mes de marzo del año 2022, sin embargo, la realidad que muestran las encuestas de aceptación a la figura del presidente, nos indican una aceptación que rebasa los 60 puntos porcentuales, esto hace que más que un ejercicio ciudadano de revocación de mandato como posibilidad de corregir y sustituir un gobierno, se convierta en realidad en un acto político de ratificación de mandato, un cierre de filas para iniciar la transición del poder en el 2024 en condiciones de fuerza para el gobierno, el presidente y Morena. El presidente se sabe seguro del su nivel de aprobación y lo aprovecha políticamente ante el pataleo de la oposición.

En el estado de Morelos se han presentado algunas iniciativas para establecer la figura de revocación de mandato para el caso del gobernador, aún no se dictaminan y permanecen en comisiones del Congreso esperando la decisión política de una mayoría parlamentaria que apruebe esta figura tan importante.

La fracción parlamentaria de Morena debiera ser la primera en impulsar el dictamen y la aprobación de la figura de revocación de mandato en Morelos, por congruencia política. Sabemos que la militancia y los simpatizantes del partido Morena están recolectando firmas para la consulta de revocación impulsada por el presidente. Desde luego la oposición también debe de empujar la aprobación de la revocación, construir los consensos necesarios para lograrlo.

La posibilidad de revocar el mandato a un mal gobernante es un avance democrático sin precedentes. Se debe de hacer con mucha responsabilidad y seriedad para evitar que sea usada con fines simplemente golpistas. No perder de vista la posibilidad de que sea un incentivo para que el gobernante en turno se esfuerce en hacer bien su trabajo, con honestidad y eficiencia, sabiendo que si no lo hace, la ciudadanía lo puede quitar del cargo.

Me parece que Morena en Morelos debe dejar el largo periodo de hibernación en el que ha estado los últimos tres años y empezar a plantear una política que sea congruente con los principios que enarbola la 4T y el presidente López Obrador. Si no lo hace y sigue volteando para otro lado, pasará a la historia como un partido cómplice del fracaso del gobierno estatal, de la violencia incontenible y de la inseguridad galopante que estamos padeciendo en estas tierras zapatistas.

Si pretende Morena ganar el 2024 debe despertar, despabilarse, salir de la zona de confort y ponerse a trabajar, aplicar los principios que pregona.

Morena sin duda debe de apoyar al presidente en la consulta planteada y permitir que esos mecanismos de participación ciudadana también tengan efecto en el estado.

Hay quienes plantean una consulta de revocación en Morelos, primero se necesita el marco legal para llevarla a cabo. La última palabra la tiene el Congreso, a ver de que están hechos las diputadas y los diputados de Morelos.

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