/ lunes 15 de agosto de 2022

Reivindicando a Plutón | Un amargo remedio

Con tantas cosas importantes que suceden en este país, ataques terroristas en diferentes ciudades, desabasto de vacunas y medicamentos, el esparcimiento de la viruela símica, 52 mil desaparecidos, la imparable violencia contra las mujeres, la inflación, cualquiera pensaría que esos son los temas que se debieran discutir en los espacios de opinión, pero lamento decepcionarlos, le dedicaremos éste una vez más al Conacyt.

Y lo haremos porque, aunque no impacte la vida de las personas en este momento, el esfuerzo sistemático y sostenido de la actual administración para debilitar la estructura científica del país tendrá graves consecuencias en el futuro y es necesario hacerlo del dominio público.

La actividad científica beneficia a la sociedad en diferentes vertientes. La económica ya que nutre la productividad y competitividad de la industria. La social pues atiende el derecho constitucional de los mexicano al acceso al conocimiento científico. La política a través del ejercicio de las libertades académicas, uno de los pilares de la democracia.

El rediseño de los dos programas presupuestales del Conacyt que emiten subsidios, el Programa Nacional Posgrados de Calidad (PNPC) y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), siguiendo el camino de la irracional extinción de los fideicomisos para la investigación, no solo comprometen la subsistencia de los investigadores como profesionistas sino que debilita hasta extremos casi irreparables la viabilidad del sistema nacional de investigación.

Una de las características de los programas de Conacyt que emiten subsidios es que no se basan en la necesidad del postulante sino en su mérito, no solventan una carencia sino que abren oportunidades de desarrollo individual con la intención de fortalecer el capital humano de la nación.

Para los becarios, el subsidio dependía de haber sido aceptado en un posgrado calificado. Para los investigadores, de haber realizado actividad científica de calidad reflejada en publicaciones de capítulos, libros y artículos científicos, formación de estudiantes de posgrado, elaboración de patentes y divulgación de la ciencia.

Ahora los estudiantes ya no tendrán que haber sido aceptados en un posgrado de calidad, sino que la inscripción en cualquier posgrado servirá para que alguien, en alguna oficina, bajo algún criterio oscuro, decida quienes sí y quienes no podrán gozar de una beca. Esta afirmación es real, pues tras la desaparición del PNPC ni el Conacyt ni la SEP han hecho público el nuevo procedimiento de asignación de becas que ya está en curso.

Para los investigadores, el reglamento y convocatoria 2022 del SNI contienen una serie de condiciones que harán insostenible la permanencia de miles de los postulantes. Y no por falta de productividad o calidad, sino porque ahora se penalizará la investigación colaborativa, la adscripción a instituciones de educación superior privadas y la vinculación con la industria, al mismo tiempo que se privilegian las líneas de investigación oficiales. La imposición de un freno artificial a la carrera los investigadores jóvenes incrementará la desigualdad y precarización laboral.

Las consecuencias de estas decisiones se reflejan ya en que, por primera ves desde su fundación en 1970, el número de beneficiarios del Conacyt en los últimos tres años es cada vez es menor con respecto al año anterior, añadiendo incertidumbre a la disyuntiva de miles de personas entre decidirse a seguir una carrera científica o no.

La comunidad científica se ha expresado ya anteriormente con contundencia en respuesta a acciones fuera de toda razón como la acusación de 31 colegas por crimen organizado o las ilegalidades en la asignación de directores en diversos centros públicos de investigación, siendo el caso del CIDE el más notorio.

A partir de mañana comenzaremos a ver en medios los posicionamiento de diferentes instituciones, por ahora lo que circula es la demanda de los académicos para la cancelación de la convocatoria 2022 del SNI la cual pueden consultar y adherirse si así lo desean, en la siguiente liga https://chng.it/4BzrHZZXLk.

Un amargo remedio, sin duda.

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten

Blog: Reivindicando a Plutón

Facebook: BBalderrama

Con tantas cosas importantes que suceden en este país, ataques terroristas en diferentes ciudades, desabasto de vacunas y medicamentos, el esparcimiento de la viruela símica, 52 mil desaparecidos, la imparable violencia contra las mujeres, la inflación, cualquiera pensaría que esos son los temas que se debieran discutir en los espacios de opinión, pero lamento decepcionarlos, le dedicaremos éste una vez más al Conacyt.

Y lo haremos porque, aunque no impacte la vida de las personas en este momento, el esfuerzo sistemático y sostenido de la actual administración para debilitar la estructura científica del país tendrá graves consecuencias en el futuro y es necesario hacerlo del dominio público.

La actividad científica beneficia a la sociedad en diferentes vertientes. La económica ya que nutre la productividad y competitividad de la industria. La social pues atiende el derecho constitucional de los mexicano al acceso al conocimiento científico. La política a través del ejercicio de las libertades académicas, uno de los pilares de la democracia.

El rediseño de los dos programas presupuestales del Conacyt que emiten subsidios, el Programa Nacional Posgrados de Calidad (PNPC) y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), siguiendo el camino de la irracional extinción de los fideicomisos para la investigación, no solo comprometen la subsistencia de los investigadores como profesionistas sino que debilita hasta extremos casi irreparables la viabilidad del sistema nacional de investigación.

Una de las características de los programas de Conacyt que emiten subsidios es que no se basan en la necesidad del postulante sino en su mérito, no solventan una carencia sino que abren oportunidades de desarrollo individual con la intención de fortalecer el capital humano de la nación.

Para los becarios, el subsidio dependía de haber sido aceptado en un posgrado calificado. Para los investigadores, de haber realizado actividad científica de calidad reflejada en publicaciones de capítulos, libros y artículos científicos, formación de estudiantes de posgrado, elaboración de patentes y divulgación de la ciencia.

Ahora los estudiantes ya no tendrán que haber sido aceptados en un posgrado de calidad, sino que la inscripción en cualquier posgrado servirá para que alguien, en alguna oficina, bajo algún criterio oscuro, decida quienes sí y quienes no podrán gozar de una beca. Esta afirmación es real, pues tras la desaparición del PNPC ni el Conacyt ni la SEP han hecho público el nuevo procedimiento de asignación de becas que ya está en curso.

Para los investigadores, el reglamento y convocatoria 2022 del SNI contienen una serie de condiciones que harán insostenible la permanencia de miles de los postulantes. Y no por falta de productividad o calidad, sino porque ahora se penalizará la investigación colaborativa, la adscripción a instituciones de educación superior privadas y la vinculación con la industria, al mismo tiempo que se privilegian las líneas de investigación oficiales. La imposición de un freno artificial a la carrera los investigadores jóvenes incrementará la desigualdad y precarización laboral.

Las consecuencias de estas decisiones se reflejan ya en que, por primera ves desde su fundación en 1970, el número de beneficiarios del Conacyt en los últimos tres años es cada vez es menor con respecto al año anterior, añadiendo incertidumbre a la disyuntiva de miles de personas entre decidirse a seguir una carrera científica o no.

La comunidad científica se ha expresado ya anteriormente con contundencia en respuesta a acciones fuera de toda razón como la acusación de 31 colegas por crimen organizado o las ilegalidades en la asignación de directores en diversos centros públicos de investigación, siendo el caso del CIDE el más notorio.

A partir de mañana comenzaremos a ver en medios los posicionamiento de diferentes instituciones, por ahora lo que circula es la demanda de los académicos para la cancelación de la convocatoria 2022 del SNI la cual pueden consultar y adherirse si así lo desean, en la siguiente liga https://chng.it/4BzrHZZXLk.

Un amargo remedio, sin duda.

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten

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