/ lunes 1 de agosto de 2022

Reivindicando a Plutón | El dream team

Entendemos por infraestructura al acervo físico y material que sustenta o facilita el desarrollo productivo de un país. Mientras más desarrollada sea la infraestructura, se espera que su capacidad productiva sea mayor ya que se reducirían los costos de producción al facilitar el transporte, las comunicaciones, la obtención de energía y otras actividades necesarias para la producción.

Cuando hablamos de infraestructura científica nos referimos, por supuesto a laboratorios, aulas y oficinas dedicados a la generación de conocimiento, pero también a otros servicios de apoyo como laboratorios analíticos, bioterios, invernaderos, insectarios, bibliotecas, hemerotecas, servidores de cómputo, acervos digitales, y un largo etcétera.

Los beneficios locales de la instalación de infraestructura científica son múltiples. Por un lado tenemos los económicos, pues se atraen recursos públicos y privados de forma estable que se inyectan directamente a la economía local. También genera cadenas de proveedores de servicios y productos especializados con nuevas oportunidades de empleo bien remunerado. Finalmente, se facilita el emprendimiento de base tecnológica.

En lo relativo a beneficios sociales, la presencia de centros e institutos de investigación acelera la expansión de acciones educativas, de formación extra curricular y de divulgación del conocimiento científico. Es mucho más probable que un estudiante llegue a obtener su doctorado si en su localidad hay una comunidad científica que lo motive y acompañe durante su formación.

Morelos ha sido privilegiado con la instalación de 42 institutos y centros de investigación y todavía más por haber construido una política científica estatal cuyo orígen data de 1988 y que se mantuvo estable durante 30 años. Si es de su interés, se encuentra disponible un compendio de estos hechos en el volumen 59 de la revista Hypatia publicada por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos y que pueden consultar en la liga https://www.revistahypatia.org/editorial-59.html.

Sin embargo, teníamos muchos años sin que se instalara un nuevo centro de investigación. Por eso es importante dedicar esta columna a la inauguración del CICATA Morelos que con una inversión de 150 millones de pesos expande la oferta de investigación y consolida la presencia del Instituto Politécnico Nacional en el estado.

El CICATA estará orientado a la creación de conocimiento científico y tecnológico para el desarrollo de nuevos productos bio-farmaceúticos con énfasis en vacunas, una de las áreas identificadas como fortaleza en la Agenda Estatal de Innovación elaborada por Conacyt en 2015 en y que pueden consultar en http://www.agendasinnovacion.org/?p=1996.

Mientras la plantilla de investigación en Morelos envejece ante la falta de nuevas plazas o de un recambio dinámico, el Dr. Víctor Manuel Téllez López, director del CICATA-Morelos, ha tomado la decisión crítica y que seguramente la traerá enormes beneficios a largo plazo, de apostar por un plantilla de investigación joven, hombres y mujeres del mejor nivel, la mayoría nacidos o formados en Morelos.

Los integrantes de este equipo son, como Profesores Titulares de Tiempo Completo los Dres. Marcela Hernández Ruiz, Franklin Méndez Méndez, Rosa Angélica Castillo Rodríguez, Ramón Cervantes Rivera, Adriana Longoria Hernández y Edgar Guzmán Bautista. Como Técnicos Docentes Asociados, los M. en C. Janet Sánchez Ramos, Alán Mendoza Peralta y Francisco Vera López Portillo y el Dr. Rodolfo Valle Altamirano En las subdirecciones Académica y de Investigación, encontramos a los Dres. Francisco Gasteazoro y Daniel McNaught.

Le deseamos a los integrantes del equipo CICATA el mayor de los éxitos y felicitamos a la directiva del Instituto Politécnico Nacional por apostarle a Morelos y sus jóvenes.

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten

Blog: Reivindicando a Plutón

Facebook: BBalderrama

Entendemos por infraestructura al acervo físico y material que sustenta o facilita el desarrollo productivo de un país. Mientras más desarrollada sea la infraestructura, se espera que su capacidad productiva sea mayor ya que se reducirían los costos de producción al facilitar el transporte, las comunicaciones, la obtención de energía y otras actividades necesarias para la producción.

Cuando hablamos de infraestructura científica nos referimos, por supuesto a laboratorios, aulas y oficinas dedicados a la generación de conocimiento, pero también a otros servicios de apoyo como laboratorios analíticos, bioterios, invernaderos, insectarios, bibliotecas, hemerotecas, servidores de cómputo, acervos digitales, y un largo etcétera.

Los beneficios locales de la instalación de infraestructura científica son múltiples. Por un lado tenemos los económicos, pues se atraen recursos públicos y privados de forma estable que se inyectan directamente a la economía local. También genera cadenas de proveedores de servicios y productos especializados con nuevas oportunidades de empleo bien remunerado. Finalmente, se facilita el emprendimiento de base tecnológica.

En lo relativo a beneficios sociales, la presencia de centros e institutos de investigación acelera la expansión de acciones educativas, de formación extra curricular y de divulgación del conocimiento científico. Es mucho más probable que un estudiante llegue a obtener su doctorado si en su localidad hay una comunidad científica que lo motive y acompañe durante su formación.

Morelos ha sido privilegiado con la instalación de 42 institutos y centros de investigación y todavía más por haber construido una política científica estatal cuyo orígen data de 1988 y que se mantuvo estable durante 30 años. Si es de su interés, se encuentra disponible un compendio de estos hechos en el volumen 59 de la revista Hypatia publicada por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos y que pueden consultar en la liga https://www.revistahypatia.org/editorial-59.html.

Sin embargo, teníamos muchos años sin que se instalara un nuevo centro de investigación. Por eso es importante dedicar esta columna a la inauguración del CICATA Morelos que con una inversión de 150 millones de pesos expande la oferta de investigación y consolida la presencia del Instituto Politécnico Nacional en el estado.

El CICATA estará orientado a la creación de conocimiento científico y tecnológico para el desarrollo de nuevos productos bio-farmaceúticos con énfasis en vacunas, una de las áreas identificadas como fortaleza en la Agenda Estatal de Innovación elaborada por Conacyt en 2015 en y que pueden consultar en http://www.agendasinnovacion.org/?p=1996.

Mientras la plantilla de investigación en Morelos envejece ante la falta de nuevas plazas o de un recambio dinámico, el Dr. Víctor Manuel Téllez López, director del CICATA-Morelos, ha tomado la decisión crítica y que seguramente la traerá enormes beneficios a largo plazo, de apostar por un plantilla de investigación joven, hombres y mujeres del mejor nivel, la mayoría nacidos o formados en Morelos.

Los integrantes de este equipo son, como Profesores Titulares de Tiempo Completo los Dres. Marcela Hernández Ruiz, Franklin Méndez Méndez, Rosa Angélica Castillo Rodríguez, Ramón Cervantes Rivera, Adriana Longoria Hernández y Edgar Guzmán Bautista. Como Técnicos Docentes Asociados, los M. en C. Janet Sánchez Ramos, Alán Mendoza Peralta y Francisco Vera López Portillo y el Dr. Rodolfo Valle Altamirano En las subdirecciones Académica y de Investigación, encontramos a los Dres. Francisco Gasteazoro y Daniel McNaught.

Le deseamos a los integrantes del equipo CICATA el mayor de los éxitos y felicitamos a la directiva del Instituto Politécnico Nacional por apostarle a Morelos y sus jóvenes.

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten

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