El pasado lunes, uno de los grandes ganadores de los Emmys, los premios a lo mejor de la televisión en el mundo, fue la serie británica “Black Mirror” que nos retrata una visión apocalíptica del futuro, basado en las pantallas negras de smart phones, tabletas y pantallas. Porque el destino ya nos alcanzó y si no nos adaptamos, como los dinosaurios, vamos a desaparecer. La vida no es como hace 5 o 10 años. Por eso hay que reinventarse diariamente con nuevas reglas del juego, dinámicas comunitarias y globalizadas. Y no porque detrás venga gente, sino porque ya hay mucha gente delante de nosotros que nos lleva ventaja.
Vean si no: Spotify está quebrando a las disqueras, Netflix acabó con los video clubes y canales premium por cable y por ello, cada vez menos personas van al cine. Booking tiene en jaque a las agencias de viaje, mientras que Airbnb trae con los pelos de punta a las cadenas hoteleras. Mientras Google dio la puntilla a la Sección Amarilla, WhatsApp le va quitando territorio a compañías telefónicas y de celulares. Porque las Redes Sociales superan ya a los medios de comunicación, Uber a los taxistas, OLX a los avisos clasificados y los Teléfonos Inteligentes a la compañías de fotografía.
¿Conocen Zip Car? Es la que hace la vida imposible a las agencias de renta de auto, como Tesla ha puesto de cabeza el futuro de las armadoras de autos. Hoy vemos como los emails ocupan el sitio del correo postal y más recientemente, Waze se ha puesto por encima de los GPS. Aplicaciones como Original y NuBank son competencia para la banca tradicional, y la Nube elimina otras muchas formas de almacenamiento. Hoy los jóvenes ven YouTube en lugar de la televisión y se enteran del mundo en Facebook, en lugar de en los portales de noticias. Tinder y similares son el nuevo Cupido y Wikipedia mató a los diccionarios y enciclopedias.
Eso nos pone a pensar ¿cuánto durarán nuestras relaciones personales, nuestros empleos y formas de convivencia en su forma actual? No mucho. Ya mutaron, o en lenguaje informático de las Tics del siglo XXI, pasamos de estar “recalculando” a las actualizaciones que nuestros sistemas operativos ya no soportan. Literal. Lo que viene, así como vamos, es que el sufragio por internet pasará por votar en el teléfono o en una especie de cajero automático, quizás contabilizando “Me gusta” para acceder a puestos de elección popular. O de popularidad.
Pero si de reinventarse se trata, ahí están Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Bartlett y el propio Marcelo Ebrard. En estos lares, Jorge Morales Barud luego de ser todo en el PRI (hasta gobernador interino) trabajó en los gobiernos panistas de Sergio Estrada (Coordinador de Asesores) y de Marco Adame (Secretario de Gobierno y de Desarrollo Agropecuario) volvió a ser alcalde de Cuernavaca (lo fue por Puente de Ixtla) y perdió, como casi todos, en la pasada elección al pretender ser diputado federal por el IV distrito. Hoy se le menciona en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco. ¿Será?
Por lo pronto, el ex futbolista, Presidente Municipal y también gobernador electo ya prepara su siguiente jugada. Y no, no es rendir protesta el 1 de octubre en Plaza de Armas (bueno, si) pero también conformar su propio partido “México Blanco” (como AMLO creó su MORENA), con base a esa Agrupación Política Nacional (APN) registrada en abril de 2017.
Dicha asociación es presidida por Aischa Vallejo Utrilla, activista de cultura de paz, abogada, catedrática, diputada federal en la LX Legislatura entre 2006 y 2009, adherente del PRI. Con la ex diputada local Erika Hernández Gordillo, sobrina de la Maestra Elba Esther Gordillo al frente en Morelos y ya con delegaciones en Campeche, Durango, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Oaxaca y Veracruz, la meta es Los Pinos o Palacio Nacional en 2024 muy seguramente sin el PSD, ni el PES ni Morena, a los que debe su “carrera política”. Algunos le llaman la cuarta transformación o algo así. Pero, ¿ven? La cosa es reinventarse.
Como México, país y capital, a un año del sismo que con-movió a Morelos, Chiapas y Oaxaca y nos puso en esta nueva realidad, en esta nueva “normalidad” como zona sísmica y más conscientes de nuestra fragilidad humana y social. Un recuerdo para las víctimas que se fueron, como dice Benjamín Nava, “al sonoro rugir del temblor”. #FuerzaMéxico #MorelosDePie
Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.
Comentarios: cfelix7@hotmail.com
Twitter: @CarlosFelix1
