/ miércoles 25 de mayo de 2022

Reforma Electoral que viene (II)

Comentaba en la columna anterior que existen suficientes razones para avanzar en una reforma electoral cuyas lagunas, siempre permanentes, dejan recovecos por los cuales finalmente se cuelan oportunistas de la política para que, cambiando la norma, finalmente todo quede igual, y ejemplificaba con el caso reciente de las “candidaturas indígenas”.

Traje a colación encuesta de El Financiero respecto a la opinión ciudadana sobre la reforma propuesta por el presidente. Continúo el comentario. Ya de manera específica el 84% considera buena y/o muy buena la disminución de senadores de 128 a 96, y 82% reducir de 500 a 300 diputados federales; 71% que debería elegirse a las autoridades electorales por medio del voto ciudadano; 68% el eliminar el financiamiento a partidos políticos y la elección de diputados federales por mayoría; por debajo del 50% la sustitución del INE y de los OPLES (Organismos Públicos Locales Electorales).

El PRI presentó también su propuesta: disminuir de 500 a 300 diputados federales, segunda vuelta para la elección presidencial, creación de la Vicepresidencia, reducción del financiamiento público a partidos, combate a la injerencia del crimen organizado en los procesos electorales, voto en urna electrónica, nacionalización de lo comicios federales y locales, fortalecimiento de la autonomía y eficiencia de la justicia electoral y del tribunal electoral. El PAN, por supuesto, presentó la suya que incluye: segunda vuelta en la elección presidencial, elevar a delito electoral el que el ejecutivo hable de las elecciones en la jornada electoral, incluir elecciones primarias en las internas de los partidos, que el ciudadano que busque ser candidato de un partido se encuentre registrado en los padrones de los partidos políticos, anulación de elecciones en caso de mínimo indicio de involucramiento de la delincuencia organizada, voto electrónico.

Como se observa, existe coincidencia en varias propuestas que, uno pensaría, daría pie a amplias posibilidades de su aprobación. Los tiempos, sin embargo, son inciertos, pero interesa e importa lo que suceda, estaré generando un mecanismo de consulta al respecto. ¡Recibe un cordial saludo amable lector!

Comentaba en la columna anterior que existen suficientes razones para avanzar en una reforma electoral cuyas lagunas, siempre permanentes, dejan recovecos por los cuales finalmente se cuelan oportunistas de la política para que, cambiando la norma, finalmente todo quede igual, y ejemplificaba con el caso reciente de las “candidaturas indígenas”.

Traje a colación encuesta de El Financiero respecto a la opinión ciudadana sobre la reforma propuesta por el presidente. Continúo el comentario. Ya de manera específica el 84% considera buena y/o muy buena la disminución de senadores de 128 a 96, y 82% reducir de 500 a 300 diputados federales; 71% que debería elegirse a las autoridades electorales por medio del voto ciudadano; 68% el eliminar el financiamiento a partidos políticos y la elección de diputados federales por mayoría; por debajo del 50% la sustitución del INE y de los OPLES (Organismos Públicos Locales Electorales).

El PRI presentó también su propuesta: disminuir de 500 a 300 diputados federales, segunda vuelta para la elección presidencial, creación de la Vicepresidencia, reducción del financiamiento público a partidos, combate a la injerencia del crimen organizado en los procesos electorales, voto en urna electrónica, nacionalización de lo comicios federales y locales, fortalecimiento de la autonomía y eficiencia de la justicia electoral y del tribunal electoral. El PAN, por supuesto, presentó la suya que incluye: segunda vuelta en la elección presidencial, elevar a delito electoral el que el ejecutivo hable de las elecciones en la jornada electoral, incluir elecciones primarias en las internas de los partidos, que el ciudadano que busque ser candidato de un partido se encuentre registrado en los padrones de los partidos políticos, anulación de elecciones en caso de mínimo indicio de involucramiento de la delincuencia organizada, voto electrónico.

Como se observa, existe coincidencia en varias propuestas que, uno pensaría, daría pie a amplias posibilidades de su aprobación. Los tiempos, sin embargo, son inciertos, pero interesa e importa lo que suceda, estaré generando un mecanismo de consulta al respecto. ¡Recibe un cordial saludo amable lector!