/ jueves 23 de julio de 2020

PT en el oriente y Cuernavaca

Desde su fundación el PT ha sabido hacer dos cosas: fragmentar a la izquierda alojando a muy radicales y muy moderados, y obtener votos suficientes para ubicarse en la coyuntura exacta para convertirse en bisagra de muchos parlamentos en el país y con ello aumentar su importancia relativa. Esta práctica le funcionó durante casi 30 años hasta que con el poder le vino la urgencia de un cambio diametral en sus hábitos políticos y electorales.

El triunfo electoral de la coalición que integró con Morena y el PES para las elecciones federales y las locales de Morelos le significó un cambio de paradigma pues tuvo que convertirse en aliado incondicional del gobierno en turno, por lo menos en el plano federal. En la esfera local, las cosas fueron diferentes. Incluso antes de la toma de protesta del Ejecutivo, la cercanía con que PT y PES desplazaron a Morena en el período postelectoral, comenzó a hacer agua. El distanciamiento con el gabinete de Cuauhtémoc Blanco, y con el propio gobernador fue evidente y, como es costumbre en este trienio, llegó al intercambio de acusaciones graves sobre corrupción de ambas partes, ninguna probada hasta ahora (probablemente porque significaría pasar del escándalo mediático a la silenciosa judicialización). Entonces el PT se convirtió volvió a ser oposición, donde se nota más cómodo, y con ello tuvo que hacer trabajo rumbo al proceso electoral, con la idea de contender sin aliados, pero convertirse en un atractivo para sus antiguos consortes y otros partidos.

En este contexto, entender la incorporación informal pero bastante cantada ya, de cuadros como Agustín Alonso y Raúl Tadeo Nava, al PT, significa reforzarse con una base electoral considerable en la región oriente del estado, y con ello recuperar el atractivo para Morena, dado que una alianza PT-PES parece absolutamente descartada. Alonso y Tadeo Nava no son polìticos extraordinariamente queridos en la zona, pero tienen algún respaldo electoral que podría definir una elección competida. En Cuautla a Morena no le ha ido bien con Jesús Corona, y si las cosas siguen así, podría ver una reñida competencia y hasta la derrota. Así que el PT se vuelve un activo importante en la región que bien conoce la dirigente estatal Tania Valentina Rodríguez.

En Cuernavaca la cuestión opera bajo el mismo principio pero otras reglas. El PT ha decidido respaldar a Antonio Villalobos para que desde sus filas busque la candidatura de una coalición que Morena parece haber prometido a Alejandra Flores. Si la determinación corresponde al comité estatal o incluso al nacional de Morena, la candidatura se resolvería a favor de la hoy diputada, el PT puede sin embargo, llevar una propuesta para abrir un procedimiento de selección, o en último caso postular un candidato propio, para lo que Villalobos podría asegurarles, ya desde ahora, casi el 20 por ciento de los votos según encuestadoras. El alcalde tiene con qué buscar la reelección y con ello el PT se beneficiaría directamente al incrementar su votación en la capital hasta un índice que le garantizara, muy probablemente, por lo menos dos regidurías.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Desde su fundación el PT ha sabido hacer dos cosas: fragmentar a la izquierda alojando a muy radicales y muy moderados, y obtener votos suficientes para ubicarse en la coyuntura exacta para convertirse en bisagra de muchos parlamentos en el país y con ello aumentar su importancia relativa. Esta práctica le funcionó durante casi 30 años hasta que con el poder le vino la urgencia de un cambio diametral en sus hábitos políticos y electorales.

El triunfo electoral de la coalición que integró con Morena y el PES para las elecciones federales y las locales de Morelos le significó un cambio de paradigma pues tuvo que convertirse en aliado incondicional del gobierno en turno, por lo menos en el plano federal. En la esfera local, las cosas fueron diferentes. Incluso antes de la toma de protesta del Ejecutivo, la cercanía con que PT y PES desplazaron a Morena en el período postelectoral, comenzó a hacer agua. El distanciamiento con el gabinete de Cuauhtémoc Blanco, y con el propio gobernador fue evidente y, como es costumbre en este trienio, llegó al intercambio de acusaciones graves sobre corrupción de ambas partes, ninguna probada hasta ahora (probablemente porque significaría pasar del escándalo mediático a la silenciosa judicialización). Entonces el PT se convirtió volvió a ser oposición, donde se nota más cómodo, y con ello tuvo que hacer trabajo rumbo al proceso electoral, con la idea de contender sin aliados, pero convertirse en un atractivo para sus antiguos consortes y otros partidos.

En este contexto, entender la incorporación informal pero bastante cantada ya, de cuadros como Agustín Alonso y Raúl Tadeo Nava, al PT, significa reforzarse con una base electoral considerable en la región oriente del estado, y con ello recuperar el atractivo para Morena, dado que una alianza PT-PES parece absolutamente descartada. Alonso y Tadeo Nava no son polìticos extraordinariamente queridos en la zona, pero tienen algún respaldo electoral que podría definir una elección competida. En Cuautla a Morena no le ha ido bien con Jesús Corona, y si las cosas siguen así, podría ver una reñida competencia y hasta la derrota. Así que el PT se vuelve un activo importante en la región que bien conoce la dirigente estatal Tania Valentina Rodríguez.

En Cuernavaca la cuestión opera bajo el mismo principio pero otras reglas. El PT ha decidido respaldar a Antonio Villalobos para que desde sus filas busque la candidatura de una coalición que Morena parece haber prometido a Alejandra Flores. Si la determinación corresponde al comité estatal o incluso al nacional de Morena, la candidatura se resolvería a favor de la hoy diputada, el PT puede sin embargo, llevar una propuesta para abrir un procedimiento de selección, o en último caso postular un candidato propio, para lo que Villalobos podría asegurarles, ya desde ahora, casi el 20 por ciento de los votos según encuestadoras. El alcalde tiene con qué buscar la reelección y con ello el PT se beneficiaría directamente al incrementar su votación en la capital hasta un índice que le garantizara, muy probablemente, por lo menos dos regidurías.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx