Si los diputados acabaron de ponerse de acuerdo en las últimas horas de este jueves, hoy estarán votando el presupuesto 2019 con algunas modificaciones a la propuesta del gobernador y otras a la que habían hecho los propios legisladores, y con ello, 53 días después del inicio del año, los recursos para inversión podrán ser por fin ejercidos por gobiernos estatal y municipales que, muy probablemente por ese atorón en cuestión de recursos siguen debiendo mucho a los morelenses.
Las modificaciones que se habrían logrado hasta la tarde de ayer incluían la disminución a los recursos destinados al Congreso del Estado en por lo menos 50 millones de pesos; la cancelación de la propuesta para concesionar los servicios de recolección de basura en los 36 municipios; la prohibición de transferencias de bienes del gobierno del estado; y la aprobación del programa de reemplacamiento a un costo menor del que había propuesto el gobierno estatal, pero que aún hace factible el programa como medio de control vehicular y de recaudación para el gobierno del estado.
En efecto, habrá reemplacamiento por las dos razones que son esenciales para el programa gubernamental, significa un medio para generar mayor control y amplía la base de contribuciones del estado que requiere recursos frescos de forma casi desesperada. Y cierto que miles de ciudadanos pueden protestar contra la medida y habrá quienes se opongan al programa desde una perspectiva medio populista (como esa en la que algunos legisladores cayeron en la primera discusión del paquete económico), lo cierto es que aparentemente, con la reducción de las tarifas para reemplacar, se estaría optando por el menor de los males y podría establecerse un verdadero programa de control vehicular, “en una base de información electrónica y evitar duplicidad de las series de placas que se autoricen a los gobiernos de las diferentes entidades federativas, obligar su fabricación dentro del territorio nacional y definir la vigencia de las placas y calcomanías”, de acuerdo con el gobierno estatal.
Y por supuesto que muchos de los ciudadanos que cumplieron anteriormente ese trámite, pero todo apunta a que la autoridad en aquél entonces hizo mal el registro y a final de cuentas el número enorme de inconsistencias, más la abundancia de vehículos emplacados en otras entidades, principalmente Guerrero, hace imposible confiar en las placas como elementos de un registro vehicular. Para paliar un poco el golpe a la economía de transportistas y particulares, se está considerando un costo menor de los mil pesos, en otras entidades el precio del trámite es superior a los dos mil 500 pesos.
* * *
En otro tema, la consulta de este fin de semana va, y a pesar de los trágicos acontecimientos que sin duda la han puesto en riesgo, se espera una participación moderada y pacífica de los electores. Con todo y ello, los llamados a la cancelación de la práctica continúan y se vuelven más preocupantes en tanto podrían acompañarse de acciones instrumentales que pudieran ensombrecer el ejercicio. Por lo pronto se sabe que la Comisión Estatal de Seguridad Pública no tendrá un despliegue especial para cuidar las mesas de la consulta, pero estará al pendiente de cualquier situación que pudiera enturbiarla. En pocas palabras, la consulta va porque la idea es que la termoeléctrica vaya, ¿a dónde irá? Serán los electores quienes decidan, aparentemente. La esperanza para los organizadores de la consulta es lograr 34 mil votos en Morelos, que duplicarían la participación que se tuvo en el ejercicio por el aeropuerto de la Ciudad de México.
