/ viernes 29 de mayo de 2020

¿Por qué se les debe pagar sueldos más elevados a ciertos funcionarios del gobierno mexicano que al propio presidente?

La austeridad con la que Andrés Manuel inició y continúa el gobierno es la respuesta a desafortunadamente lo que acaba de resolver el máximo órgano jurisdiccional, de autorizar que la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) perciban dos o tres veces -300 mil pesos- al mes, por un trabajo que desempeñan, que desde la perspectiva de quien esto escribe no es de tal envergadura que se tenga que hacer esas erogaciones; pero además si así decidió ya la Suprema Corte, será el resquicio por el que vamos a repetir lo que ha venido ocurriendo desde el principio del sexenio, en que razones para pagar más sobran; para remunerar lo justo es lo más difícil, sobre todo porque el país, al margen de la situación actual derivada de la pandemia está en una grave crisis, la congruencia de los múltiples actos de gobierno que ha realizado Andrés Manuel tienen que verse en ese contexto; porque si bien él vive en la austeridad, vive en el Palacio Nacional, convirtió en centro cultural la Residencia Oficial de los Pinos con todo lo que ahí guardaba y el confort que se tenía, estamos de acuerdo con Andrés Manuel de que no es posible, que a pesar de que se tengan mayorías en las Cámaras de Senadores y de Diputados las reformas al 127 constitucional hayan pasado a segundo término, tal como están, y se haya decidido, además por unanimidad; es decir los once Ministros de la Corte, resolver que haya funcionarios que ganen 200, 300 o 400 mil pesos mensuales.

México es primero, y en esa tesitura la única forma de romper los desequilibrios económicos; el acabar con los 60 millones de pobres; con la ostentación y los derroches que había, es con un gobierno republicano, éste que se ha bautizado como la cuarta transformación, y que nos ha demostrado durante 18 meses que la forma de gobernar es en favor de México y de todos los mexicanos; de dar recursos como ya ocurrió con los programas sociales constitucionales, que ahora se garantizan pensiones a 22 millones de personas, entre los que se cuentan los de la tercera edad y los jóvenes que están en las etapas de aprendizaje, que debería haber congruencia entre quienes acompañan al Presidente de la República en esta gran responsabilidad de gobernar, y que ocupa su lugar la Suprema Corte como Poder Judicial Federal, y que seguramente, ojalá estemos equivocados, esto también va a ser el parteaguas para que por ahí sigan, quienes en otras instituciones, como el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Nacional de Transparencia, y quienes desempeñan estas actividades, para nosotros es un trabajo común y corriente, es un privilegio que lo tengan, pero eso no significa que se vaya en contra; por ejemplo, por qué pagarle al Presidente de la República 111 mil pesos y a un funcionario, porque no entendemos cuál es la razón, dos o trecientos mil pesos mensuales; si viéramos la dimensión y la calidad de trabajo que realiza el Presidente de la República, que como lo demuestra día a día, cuando menos dieciocho horas dedica, incluidos fines de semana, a pensar cómo mejorar a todos los mexicanos; es evidente que los juristas, los abogados, los asesores del Presidente deben revisar la situación jurídica de esta situación y proponer las reformas constitucionales adecuadas, para que no sea a través de amparos o de recursos legales por los que se siga burlando la austeridad de la República, y sobre todo que si bien se respeta el estado de derecho, el Presidente de la República está enfrentando tantos y tan variados enemigos y peligros, que él como todos los demás tiene derecho también a expresar que no le gustó la decisión de la Suprema Corte para el tope de los salarios, y decir eso se echa abajo, y dependiendo de la clase de trabajo que hagas es lo que vas a ganar; porque en ese caso habría que considerar una autocalificación de las labores que desarrollamos, y decir, yo también, vamos a pensar en otros funcionarios, el Procurador de la República, el Fiscal General de la República, los gobernadores, en fin, hemos vuelto con esta resolución de la Corte a ubicarnos en la hipótesis de que sea un fracaso lo del tope salarial y se sigan incrementando los salarios sin más razón que decir, esos funcionarios son diferentes a los otros que trabajan y por eso se le debe de pagar más.

CONCLUSIÓN

Para nosotros es traición a México. Es no seguir la congruencia del nuevo gobierno. Es atentar contra la integridad de la mayoría de los mexicanos que estamos en favor de la austeridad, y sobre todo de que los 60 millones de mexicanos en la pobreza, puedan salir de ésta, y sólo a través de un gobierno honesto, eficaz y con austeridad se podrá realizar.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

La austeridad con la que Andrés Manuel inició y continúa el gobierno es la respuesta a desafortunadamente lo que acaba de resolver el máximo órgano jurisdiccional, de autorizar que la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) perciban dos o tres veces -300 mil pesos- al mes, por un trabajo que desempeñan, que desde la perspectiva de quien esto escribe no es de tal envergadura que se tenga que hacer esas erogaciones; pero además si así decidió ya la Suprema Corte, será el resquicio por el que vamos a repetir lo que ha venido ocurriendo desde el principio del sexenio, en que razones para pagar más sobran; para remunerar lo justo es lo más difícil, sobre todo porque el país, al margen de la situación actual derivada de la pandemia está en una grave crisis, la congruencia de los múltiples actos de gobierno que ha realizado Andrés Manuel tienen que verse en ese contexto; porque si bien él vive en la austeridad, vive en el Palacio Nacional, convirtió en centro cultural la Residencia Oficial de los Pinos con todo lo que ahí guardaba y el confort que se tenía, estamos de acuerdo con Andrés Manuel de que no es posible, que a pesar de que se tengan mayorías en las Cámaras de Senadores y de Diputados las reformas al 127 constitucional hayan pasado a segundo término, tal como están, y se haya decidido, además por unanimidad; es decir los once Ministros de la Corte, resolver que haya funcionarios que ganen 200, 300 o 400 mil pesos mensuales.

México es primero, y en esa tesitura la única forma de romper los desequilibrios económicos; el acabar con los 60 millones de pobres; con la ostentación y los derroches que había, es con un gobierno republicano, éste que se ha bautizado como la cuarta transformación, y que nos ha demostrado durante 18 meses que la forma de gobernar es en favor de México y de todos los mexicanos; de dar recursos como ya ocurrió con los programas sociales constitucionales, que ahora se garantizan pensiones a 22 millones de personas, entre los que se cuentan los de la tercera edad y los jóvenes que están en las etapas de aprendizaje, que debería haber congruencia entre quienes acompañan al Presidente de la República en esta gran responsabilidad de gobernar, y que ocupa su lugar la Suprema Corte como Poder Judicial Federal, y que seguramente, ojalá estemos equivocados, esto también va a ser el parteaguas para que por ahí sigan, quienes en otras instituciones, como el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Nacional de Transparencia, y quienes desempeñan estas actividades, para nosotros es un trabajo común y corriente, es un privilegio que lo tengan, pero eso no significa que se vaya en contra; por ejemplo, por qué pagarle al Presidente de la República 111 mil pesos y a un funcionario, porque no entendemos cuál es la razón, dos o trecientos mil pesos mensuales; si viéramos la dimensión y la calidad de trabajo que realiza el Presidente de la República, que como lo demuestra día a día, cuando menos dieciocho horas dedica, incluidos fines de semana, a pensar cómo mejorar a todos los mexicanos; es evidente que los juristas, los abogados, los asesores del Presidente deben revisar la situación jurídica de esta situación y proponer las reformas constitucionales adecuadas, para que no sea a través de amparos o de recursos legales por los que se siga burlando la austeridad de la República, y sobre todo que si bien se respeta el estado de derecho, el Presidente de la República está enfrentando tantos y tan variados enemigos y peligros, que él como todos los demás tiene derecho también a expresar que no le gustó la decisión de la Suprema Corte para el tope de los salarios, y decir eso se echa abajo, y dependiendo de la clase de trabajo que hagas es lo que vas a ganar; porque en ese caso habría que considerar una autocalificación de las labores que desarrollamos, y decir, yo también, vamos a pensar en otros funcionarios, el Procurador de la República, el Fiscal General de la República, los gobernadores, en fin, hemos vuelto con esta resolución de la Corte a ubicarnos en la hipótesis de que sea un fracaso lo del tope salarial y se sigan incrementando los salarios sin más razón que decir, esos funcionarios son diferentes a los otros que trabajan y por eso se le debe de pagar más.

CONCLUSIÓN

Para nosotros es traición a México. Es no seguir la congruencia del nuevo gobierno. Es atentar contra la integridad de la mayoría de los mexicanos que estamos en favor de la austeridad, y sobre todo de que los 60 millones de mexicanos en la pobreza, puedan salir de ésta, y sólo a través de un gobierno honesto, eficaz y con austeridad se podrá realizar.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com