/ domingo 4 de octubre de 2020

Popularidad: AMLO y Cuauh

La popularidad del presidente López Obrador se recupera, mientras la del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, se mantiene bajísima. El fenómeno podría explicarse en tanto en las últimas semanas López Obrador ha llevado a sus críticos a espacios donde se siente cómodo, juegos múltiples de populismo, y eso le permite desplazar un poco los efectos gravísimos de la realidad que padecen millones de mexicanos todos los días. En contraste, Cuauhtémoc Blanco, igual que muchos otros mandatarios, carecen de esa habilidad para generar distractores, la realidad se les impone. Además, tendría que reconocerse con sólo ver los números, el gobierno federal ha dado malos resultados, pero el de Morelos entrega mucho peores.

El manejo de la pandemia, la crisis de inseguridad, la caída profunda de la actividad económica y del empleo, que son problemas comunes en todo México, en Morelos presentan indicadores mucho peores que la media nacional; adicionalmente, en el caso de la entidad podríamos añadir un componente que lo agrava todo, la descomposición política propiciada por condiciones preexistentes combinadas con las acciones del gobierno federal y las acciones y omisiones del gobierno estatal.

Mientras en el plano nacional de discutía una consulta para enjuiciar a expresidentes (territorio de comodidad de AMLO), en Morelos los hechos de inseguridad y los efectos de la pandemia en la economía se apoderaron de la agenda informativa, aunque el enfoque del Covid-19 como problema de salud pública no ha sido del todo desplazado.En las tres áreas, al gobierno de Cuauhtémoc Blanco le ha ido sumamente mal.

En términos de seguridad pública, en el estado han incrementado los índices de delitos de alto impacto; los homicidios de dirigentes sociales y miles de crímenes contra ciudadanos comunes siguen estando impunes, y la ola criminal ha revivido el miedo en la comunidad.

En lo económico, la falta de políticas de promoción y apoyo real a los negocios locales, los efectos negativos del cierre por casi un semestre de la mayoría de los establecimientos, la crisis financiera que padecen los municipios, y la pérdida de miles de empleos formales, se combina con los vicios enormes de la economía local: el alto índice de informalidad, la insuficiente generación de empleos, la bajísima recaudación de los ayuntamientos y el gobierno estatal, y la excesiva moderación en el ritmo de crecimiento económico.

Y si nos fijamos en la salud, si bien la autoridad sanitaria parece haber aprendido la lección del dengue el año pasado; el manejo de la pandemia en Morelos ha sido trágico. Aunque la velocidad en el incremento de casos se ha moderado, dos indicadores muestran el fracaso morelense: la letalidad que las autoridades consideraban una anomalía matemática que se normalizaría con el tiempo, sigue en el 19% que ha tenido en promedio durante toda la pandemia, casi el doble de la nacional y el índice de contagios y muertes en el sector salud es más alto en Morelos que en otros estados.

Si alguien fracasa estos, los tres temas que más preocupan a la población, su aprobación tenderá a caer hasta cero.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

La popularidad del presidente López Obrador se recupera, mientras la del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, se mantiene bajísima. El fenómeno podría explicarse en tanto en las últimas semanas López Obrador ha llevado a sus críticos a espacios donde se siente cómodo, juegos múltiples de populismo, y eso le permite desplazar un poco los efectos gravísimos de la realidad que padecen millones de mexicanos todos los días. En contraste, Cuauhtémoc Blanco, igual que muchos otros mandatarios, carecen de esa habilidad para generar distractores, la realidad se les impone. Además, tendría que reconocerse con sólo ver los números, el gobierno federal ha dado malos resultados, pero el de Morelos entrega mucho peores.

El manejo de la pandemia, la crisis de inseguridad, la caída profunda de la actividad económica y del empleo, que son problemas comunes en todo México, en Morelos presentan indicadores mucho peores que la media nacional; adicionalmente, en el caso de la entidad podríamos añadir un componente que lo agrava todo, la descomposición política propiciada por condiciones preexistentes combinadas con las acciones del gobierno federal y las acciones y omisiones del gobierno estatal.

Mientras en el plano nacional de discutía una consulta para enjuiciar a expresidentes (territorio de comodidad de AMLO), en Morelos los hechos de inseguridad y los efectos de la pandemia en la economía se apoderaron de la agenda informativa, aunque el enfoque del Covid-19 como problema de salud pública no ha sido del todo desplazado.En las tres áreas, al gobierno de Cuauhtémoc Blanco le ha ido sumamente mal.

En términos de seguridad pública, en el estado han incrementado los índices de delitos de alto impacto; los homicidios de dirigentes sociales y miles de crímenes contra ciudadanos comunes siguen estando impunes, y la ola criminal ha revivido el miedo en la comunidad.

En lo económico, la falta de políticas de promoción y apoyo real a los negocios locales, los efectos negativos del cierre por casi un semestre de la mayoría de los establecimientos, la crisis financiera que padecen los municipios, y la pérdida de miles de empleos formales, se combina con los vicios enormes de la economía local: el alto índice de informalidad, la insuficiente generación de empleos, la bajísima recaudación de los ayuntamientos y el gobierno estatal, y la excesiva moderación en el ritmo de crecimiento económico.

Y si nos fijamos en la salud, si bien la autoridad sanitaria parece haber aprendido la lección del dengue el año pasado; el manejo de la pandemia en Morelos ha sido trágico. Aunque la velocidad en el incremento de casos se ha moderado, dos indicadores muestran el fracaso morelense: la letalidad que las autoridades consideraban una anomalía matemática que se normalizaría con el tiempo, sigue en el 19% que ha tenido en promedio durante toda la pandemia, casi el doble de la nacional y el índice de contagios y muertes en el sector salud es más alto en Morelos que en otros estados.

Si alguien fracasa estos, los tres temas que más preocupan a la población, su aprobación tenderá a caer hasta cero.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx