/ martes 29 de noviembre de 2022

Política Mundial | La Alianza del pacífico

Cuando todo parecía que la nueva tendencia de izquierda podría comenzar a rendir frutos en la región latinoamericana, una decisión interna, provocada por la inestabilidad política de los últimos años en Perú, provocó que se tuviese que posponer la reunión de la Cumbre de la Alianza del Pacífico.

Sucede que se tenía planeado que los cuatro presidentes de los países miembros se dieran cita en nuestra nación para que, entre otras cosas de asuntos bilaterales, se pudiera traspasar la presidencia de la Alianza del Pacífico al mandatario peruano, pero, como ya hemos venido platicando en este espacio desde hace algún tiempo, la endeble situación política del Perú provocó que el Congreso de aquella nación negara el permiso al presidente Castillo para poder salir de su país.

Debe resaltarse que esta reunión podría haberse convertido en una muy importante debido a que, por primera vez en toda la existencia de la Alianza del Pacífico, iban a coincidir los cuatro mandatarios que, por autodefinición, son de izquierda. Claro, sabemos que en la región existen diferentes ideales sobre ser de izquierda pues, de los cuatro involucrados en la Alianza, los de Chile (Boric) y Colombia (Petro) parecieran ser más que los de México (López Obrador) y Perú (Castillo) pues los dos primeros tienden a ser más progresistas en su lucha por la igualdad social; pero ese es tema para otra columna.

Sin embargo, los presidentes Gabriel Boric y Gustavo Petro decidieron seguir con la agenda propuesta en su visita a México y se ha anunciado que esta ha sido beneficiosa para la región, en general, y para la Alianza del Pacífico, en particular, pues se han concretado una serie de acciones benéficas para los países involucrados. De hecho, tan productiva ha sido la semana que el presidente López Obrador ha aceptado la invitación para visitar Chile el próximo año en el marco de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado a Salvador Allende, situación que representa algo no ordinario para México luego de que el presidente López Obrador no se caracterice por realizar visitar de Estado a otras naciones.

Luego de la reunión con el presidente Boric, ambas naciones han visto fortalecidas sus relaciones pues se han acordado temas relacionados con la economía a través del fomento de inversionistas mexicanos en Chile amén del acuerdo alcanzado en materia educativa para que los gobiernos de ambas naciones faciliten el reconocimiento de los títulos y grados académicos otorgados por ambas partes.

En cuanto a la visita del presidente colombiano, Gustavo Petro, este ha tenido mucho interés en haber venido a pesar de la cancelación de la reunión de la Alianza del Pacífico, pues nuestra nación sirve como foro entre los diálogos que sostienen el gobierno venezolano y la oposición, donde Gustavo Petro ha sido fundamental al reanudar las relaciones políticas y económicas con el gobierno de Nicolás Maduro desde su ascenso al poder hace unos meses.

Incluso, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, que no precisamente se define como de izquierda ni progresista, se ha animado a venir a México para tratar de consolidar un Acuerdo Comercial entre ambas naciones, situación que será trascendental para que el Ecuador pueda ser admitido como miembro de la Alianza del Pacífico donde Chile, Perú, Colombia y México forman parte.

Estas visitas reafirman el liderazgo que el gobierno del presidente mexicano tiene sobre la región latinoamericana, a pesar de que pudiera pensarse que la idea de Andrés Manuel López Obrador no tendría que relacionarse con el tema que tanto critica casi todos los días: el neoliberalismo y su trascendencia en la hegemonía económica en México y la región.

Empero, la izquierda y el progresismo latinoamericano deben encontrar caminos económicos que les permitan financiar sus proyectos políticos y sociales que tanta expectativa han generado luego de que, por primera vez, todos se encuentren en la misma posición ideológica. Es más, a pesar de ello, las diferencias siguen viéndose reflejadas en proyectos como la candidatura que no lograron enviar en conjunto para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo que fue ganada por el candidato brasileño impulsado desde los Estados Unidos.

Esto es, a pesar de la cancelación de la Cumbre, las reuniones bilaterales han sido muy fructíferas pues, como lo ha mencionado el presidente Boric, se buscará que la reunión en la que se entregue la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú se lleve a cabo en Lima a la brevedad, porque ahora que existe una comunión ideológica en la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, solo habrá que esperar, pues como dijera el poeta: tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir.

FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor de telesecundaria en los SEIEM además de investigador y catedrático de tiempo completo en la academia de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás en el IPN. Sígalo en @fabrecam


Cuando todo parecía que la nueva tendencia de izquierda podría comenzar a rendir frutos en la región latinoamericana, una decisión interna, provocada por la inestabilidad política de los últimos años en Perú, provocó que se tuviese que posponer la reunión de la Cumbre de la Alianza del Pacífico.

Sucede que se tenía planeado que los cuatro presidentes de los países miembros se dieran cita en nuestra nación para que, entre otras cosas de asuntos bilaterales, se pudiera traspasar la presidencia de la Alianza del Pacífico al mandatario peruano, pero, como ya hemos venido platicando en este espacio desde hace algún tiempo, la endeble situación política del Perú provocó que el Congreso de aquella nación negara el permiso al presidente Castillo para poder salir de su país.

Debe resaltarse que esta reunión podría haberse convertido en una muy importante debido a que, por primera vez en toda la existencia de la Alianza del Pacífico, iban a coincidir los cuatro mandatarios que, por autodefinición, son de izquierda. Claro, sabemos que en la región existen diferentes ideales sobre ser de izquierda pues, de los cuatro involucrados en la Alianza, los de Chile (Boric) y Colombia (Petro) parecieran ser más que los de México (López Obrador) y Perú (Castillo) pues los dos primeros tienden a ser más progresistas en su lucha por la igualdad social; pero ese es tema para otra columna.

Sin embargo, los presidentes Gabriel Boric y Gustavo Petro decidieron seguir con la agenda propuesta en su visita a México y se ha anunciado que esta ha sido beneficiosa para la región, en general, y para la Alianza del Pacífico, en particular, pues se han concretado una serie de acciones benéficas para los países involucrados. De hecho, tan productiva ha sido la semana que el presidente López Obrador ha aceptado la invitación para visitar Chile el próximo año en el marco de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado a Salvador Allende, situación que representa algo no ordinario para México luego de que el presidente López Obrador no se caracterice por realizar visitar de Estado a otras naciones.

Luego de la reunión con el presidente Boric, ambas naciones han visto fortalecidas sus relaciones pues se han acordado temas relacionados con la economía a través del fomento de inversionistas mexicanos en Chile amén del acuerdo alcanzado en materia educativa para que los gobiernos de ambas naciones faciliten el reconocimiento de los títulos y grados académicos otorgados por ambas partes.

En cuanto a la visita del presidente colombiano, Gustavo Petro, este ha tenido mucho interés en haber venido a pesar de la cancelación de la reunión de la Alianza del Pacífico, pues nuestra nación sirve como foro entre los diálogos que sostienen el gobierno venezolano y la oposición, donde Gustavo Petro ha sido fundamental al reanudar las relaciones políticas y económicas con el gobierno de Nicolás Maduro desde su ascenso al poder hace unos meses.

Incluso, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, que no precisamente se define como de izquierda ni progresista, se ha animado a venir a México para tratar de consolidar un Acuerdo Comercial entre ambas naciones, situación que será trascendental para que el Ecuador pueda ser admitido como miembro de la Alianza del Pacífico donde Chile, Perú, Colombia y México forman parte.

Estas visitas reafirman el liderazgo que el gobierno del presidente mexicano tiene sobre la región latinoamericana, a pesar de que pudiera pensarse que la idea de Andrés Manuel López Obrador no tendría que relacionarse con el tema que tanto critica casi todos los días: el neoliberalismo y su trascendencia en la hegemonía económica en México y la región.

Empero, la izquierda y el progresismo latinoamericano deben encontrar caminos económicos que les permitan financiar sus proyectos políticos y sociales que tanta expectativa han generado luego de que, por primera vez, todos se encuentren en la misma posición ideológica. Es más, a pesar de ello, las diferencias siguen viéndose reflejadas en proyectos como la candidatura que no lograron enviar en conjunto para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo que fue ganada por el candidato brasileño impulsado desde los Estados Unidos.

Esto es, a pesar de la cancelación de la Cumbre, las reuniones bilaterales han sido muy fructíferas pues, como lo ha mencionado el presidente Boric, se buscará que la reunión en la que se entregue la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú se lleve a cabo en Lima a la brevedad, porque ahora que existe una comunión ideológica en la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, solo habrá que esperar, pues como dijera el poeta: tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir.

FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor de telesecundaria en los SEIEM además de investigador y catedrático de tiempo completo en la academia de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás en el IPN. Sígalo en @fabrecam


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