/ lunes 9 de noviembre de 2020

PES y el diálogo

Cuando la dirigencia tripartita del PES, Hugo Eric Flores, Jorge Argüelles y Ulises Bravo, acusan que los poderes Legislativo y Judicial son un desastre, tienen toda la razón. Este juicio no exime, las fallas de un Ejecutivo que ha sido incapaz de construir consensos y diálogo con la sociedad y las fuerzas políticas que resultan indispensables para gobernar.

La crisis política de Morelos no es, en efecto, responsabilidad sólo de una persona, en este caso el gobernador Cuauhtémoc, pero tendría que reconocerse que el estilo de gobernar de Blanco ayuda muy poco a transitar a mejores escenarios, en tanto el Ejecutivo es el único poder del estado que tiene un área específica dedicada a la negociación y el diàlogo político; una figura que no existe en el Congreso, el Tribunal Superior de Justicia, ni en los ayuntamientos. Pero mucho más, porque tratándose de la figura de poder unipersonal de mayor estatura en el estado, resulta obvio que el costo político de la crisis que padece Morelos en el área, le costará mucho más a él, su equipo o su partido, que a cualquiera de los diputados, magistrados o alcaldes.

Probablemente en esta lógica, Encuentro Social en Morelos y su versión nacional, Encuentro Solidario, han determinado salir a los medios de comunicación (una práctica que no era una característica suya), para ofrecer una posición que defiende al gobernador (nomás faltaba que no), pero que identifica por primera vez una crisis política en el estado, que si bien fue originada hace años, se manifiesta con mayor fuerza en la administración de Cuauhtémoc Blanco, primer y único gobernador de Encuentro Social. Ha sido un buen primer paso, pero sólo eso. La urgencia de un gran acuerdo entre los actores sociales y políticos de Morelos es real y se vuelve más difícil de alcanzar al tiempo que se acercan las elecciones y muchos acarician la esperanza de derrotar al PES, a Morena, al PT, al PAN, al PRI, o a cualquier otro partido según el clan al que pertenezcan.

La convocatoria a un gran diálogo que pueda solucionar la crisis política como una condición fundamental para empezar a enfrentar las otras crisis que atraviesa el estado no le corresponde, ciertamente, a ningún partido político; pero en el caso de Encuentro Social/Solidario, cuya dirigencia ha probado ser profundamente influyente en las decisiones del gobernador Blanco Bravo, sería una suerte de imperativo ético sugerir y apoyar al Ejecutivo en la, convocatoria a las conversaciones.

El diálogo es posible, y de ello hay evidencias. Sólo minutos antes del manifiesto del PES, los dirigentes se reunieron con panistas marginados de su dirigencia como Juan Pablo Adame y Javier Bolaños, la mesa bastante pública de cotorreo -no hay acuerdos políticos aún en esa parte- se parece mucho a otras que el dirigente estatal del PES, Jorge Argüelles, ha tenido con otros actores políticos de diversos partidos. La cercanía del diputado federal con cuadros priistas es bastante conocida. Es decir, hay necesidad, posibilidad y canales de diálogo, la pregunta es si éste se dará antes o después de las elecciones, eso cambiará todo.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx



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Cuando la dirigencia tripartita del PES, Hugo Eric Flores, Jorge Argüelles y Ulises Bravo, acusan que los poderes Legislativo y Judicial son un desastre, tienen toda la razón. Este juicio no exime, las fallas de un Ejecutivo que ha sido incapaz de construir consensos y diálogo con la sociedad y las fuerzas políticas que resultan indispensables para gobernar.

La crisis política de Morelos no es, en efecto, responsabilidad sólo de una persona, en este caso el gobernador Cuauhtémoc, pero tendría que reconocerse que el estilo de gobernar de Blanco ayuda muy poco a transitar a mejores escenarios, en tanto el Ejecutivo es el único poder del estado que tiene un área específica dedicada a la negociación y el diàlogo político; una figura que no existe en el Congreso, el Tribunal Superior de Justicia, ni en los ayuntamientos. Pero mucho más, porque tratándose de la figura de poder unipersonal de mayor estatura en el estado, resulta obvio que el costo político de la crisis que padece Morelos en el área, le costará mucho más a él, su equipo o su partido, que a cualquiera de los diputados, magistrados o alcaldes.

Probablemente en esta lógica, Encuentro Social en Morelos y su versión nacional, Encuentro Solidario, han determinado salir a los medios de comunicación (una práctica que no era una característica suya), para ofrecer una posición que defiende al gobernador (nomás faltaba que no), pero que identifica por primera vez una crisis política en el estado, que si bien fue originada hace años, se manifiesta con mayor fuerza en la administración de Cuauhtémoc Blanco, primer y único gobernador de Encuentro Social. Ha sido un buen primer paso, pero sólo eso. La urgencia de un gran acuerdo entre los actores sociales y políticos de Morelos es real y se vuelve más difícil de alcanzar al tiempo que se acercan las elecciones y muchos acarician la esperanza de derrotar al PES, a Morena, al PT, al PAN, al PRI, o a cualquier otro partido según el clan al que pertenezcan.

La convocatoria a un gran diálogo que pueda solucionar la crisis política como una condición fundamental para empezar a enfrentar las otras crisis que atraviesa el estado no le corresponde, ciertamente, a ningún partido político; pero en el caso de Encuentro Social/Solidario, cuya dirigencia ha probado ser profundamente influyente en las decisiones del gobernador Blanco Bravo, sería una suerte de imperativo ético sugerir y apoyar al Ejecutivo en la, convocatoria a las conversaciones.

El diálogo es posible, y de ello hay evidencias. Sólo minutos antes del manifiesto del PES, los dirigentes se reunieron con panistas marginados de su dirigencia como Juan Pablo Adame y Javier Bolaños, la mesa bastante pública de cotorreo -no hay acuerdos políticos aún en esa parte- se parece mucho a otras que el dirigente estatal del PES, Jorge Argüelles, ha tenido con otros actores políticos de diversos partidos. La cercanía del diputado federal con cuadros priistas es bastante conocida. Es decir, hay necesidad, posibilidad y canales de diálogo, la pregunta es si éste se dará antes o después de las elecciones, eso cambiará todo.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx



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