/ martes 16 de agosto de 2022

Morena no es invencible

Según la mayoría de los observadores, Morena tiene el respaldo ciudadano suficiente para ganar la gubernatura de Morelos en el 2024; no obstante, el partido del presidente y que postuló a Cuauhtémoc Blanco (en alianza con Encuentro Social y el Partido del Trabajo) para el cargo en el 2018, sólo registra un 35% de intención de voto de acuerdo con las encuestas más recientes para la entidad, lo que si bien duplica el respaldo que tendrían juntos PAN y PRI, no representa grado alguno de confianza para el partido al que parecen estorbarle cada día más las figuras del equipo del gobernador ex futbolista.

De acuerdo con las mediciones, Morena es también el partido con mayor índice de rechazo en el estado, con un 30%, dos puntos más que el PRI (28%) y 24 más que el PAN; es decir, en una elección de dos, la proporción de votos en contra de Morena sería apenas cinco puntos menor que la de sus votos a favor. Es decir, al momento la oposición en Morelos no tiene juego, pero Morena es, sin duda, derrotable.

Por eso los morenistas mueven sus piezas en Morelos, calculan que la inclusión medio forzada del equipo del gobernador, que le dio a Ulises Bravo para presumir el supuesto respaldo de 22 de los 50 consejeros estatales de Morena, puede resultar tan cara como perder la gubernatura en el 2024. Así podría explicarse la inclusión totalmente forzada del secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García, en algunas encuestas para el relevo no de Claudia Sheinbaum, sino de Cuauhtémoc Blanco. Como un instrumento para demostrar que la línea para designar al candidato a la gubernatura de Morelos en Morena vendrá del centro, y no del comité estatal de Morena.

Faltara ver si para diciembre del 23, cuando se definan finalmente las candidaturas, la fuerza de Andrés Manuel López Obrador no ha menguado al grado de no poder imponer la disciplina en su partido y fraguar con ella una candidatura sólida en manos de casi quien fuera. Lo cierto es que todo apunta a que la designación de la dirigencia estatal, el 27 y 28 de agosto, y del listado de candidaturas de Morena, generará en el mejor de los escenarios una serie de fracturas suficientes para perder alrededor del 5% de la intención de voto con que se llegara a ese momento. En ese caso, una opción regularmente sólida de la oposición, sea por la vía de una alianza multipartidista, o por la sola coalición entre Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, podría darle un buen susto a Morena y sus aliados.

Por cierto, sin enunciar candidatos Morena parece muy adelante en las preferencias, pero si consideramos personaje por personaje, pareciera que la figura del alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, puede ser verdaderamente rentable electoralmente a estas alturas. Fuera de él, también hay que decirlo, no parece haber ninguna figura en la oposición que sea capaz de derrotar a Morena.

Otro detalle, con el desorden interno que trae el PRI, y el rechazo de los electores que aún no perdonan toda una historia de equívocos, más las particularidades tribales de su militancia en Morelos, no parece que el tricolor sea indispensable en una alianza, aunque el escaso porcentaje de votación que representa, alrededor del 6 por ciento, podría ser determinante en una elección competida. ¿Querrá la dirigencia de Acción Nacional arriesgar posiciones para jugarse la suerte en una coalición por la gubernatura con el PRI en Morelos? Hasta ahora, aparentemente las opciones rentables para el blanquiazul son Movimiento Ciudadano y una suma con grupos de la sociedad civil que incluiría lo que quedó del PRD, que le reportarían más o menos lo mismo. De cualquier forma, el PAN tendrá que revisar su relación con municipios de la periferia, porque su mayor respaldo sigue ubicándose prácticamente sólo en Cuernavaca.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Según la mayoría de los observadores, Morena tiene el respaldo ciudadano suficiente para ganar la gubernatura de Morelos en el 2024; no obstante, el partido del presidente y que postuló a Cuauhtémoc Blanco (en alianza con Encuentro Social y el Partido del Trabajo) para el cargo en el 2018, sólo registra un 35% de intención de voto de acuerdo con las encuestas más recientes para la entidad, lo que si bien duplica el respaldo que tendrían juntos PAN y PRI, no representa grado alguno de confianza para el partido al que parecen estorbarle cada día más las figuras del equipo del gobernador ex futbolista.

De acuerdo con las mediciones, Morena es también el partido con mayor índice de rechazo en el estado, con un 30%, dos puntos más que el PRI (28%) y 24 más que el PAN; es decir, en una elección de dos, la proporción de votos en contra de Morena sería apenas cinco puntos menor que la de sus votos a favor. Es decir, al momento la oposición en Morelos no tiene juego, pero Morena es, sin duda, derrotable.

Por eso los morenistas mueven sus piezas en Morelos, calculan que la inclusión medio forzada del equipo del gobernador, que le dio a Ulises Bravo para presumir el supuesto respaldo de 22 de los 50 consejeros estatales de Morena, puede resultar tan cara como perder la gubernatura en el 2024. Así podría explicarse la inclusión totalmente forzada del secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García, en algunas encuestas para el relevo no de Claudia Sheinbaum, sino de Cuauhtémoc Blanco. Como un instrumento para demostrar que la línea para designar al candidato a la gubernatura de Morelos en Morena vendrá del centro, y no del comité estatal de Morena.

Faltara ver si para diciembre del 23, cuando se definan finalmente las candidaturas, la fuerza de Andrés Manuel López Obrador no ha menguado al grado de no poder imponer la disciplina en su partido y fraguar con ella una candidatura sólida en manos de casi quien fuera. Lo cierto es que todo apunta a que la designación de la dirigencia estatal, el 27 y 28 de agosto, y del listado de candidaturas de Morena, generará en el mejor de los escenarios una serie de fracturas suficientes para perder alrededor del 5% de la intención de voto con que se llegara a ese momento. En ese caso, una opción regularmente sólida de la oposición, sea por la vía de una alianza multipartidista, o por la sola coalición entre Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, podría darle un buen susto a Morena y sus aliados.

Por cierto, sin enunciar candidatos Morena parece muy adelante en las preferencias, pero si consideramos personaje por personaje, pareciera que la figura del alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, puede ser verdaderamente rentable electoralmente a estas alturas. Fuera de él, también hay que decirlo, no parece haber ninguna figura en la oposición que sea capaz de derrotar a Morena.

Otro detalle, con el desorden interno que trae el PRI, y el rechazo de los electores que aún no perdonan toda una historia de equívocos, más las particularidades tribales de su militancia en Morelos, no parece que el tricolor sea indispensable en una alianza, aunque el escaso porcentaje de votación que representa, alrededor del 6 por ciento, podría ser determinante en una elección competida. ¿Querrá la dirigencia de Acción Nacional arriesgar posiciones para jugarse la suerte en una coalición por la gubernatura con el PRI en Morelos? Hasta ahora, aparentemente las opciones rentables para el blanquiazul son Movimiento Ciudadano y una suma con grupos de la sociedad civil que incluiría lo que quedó del PRD, que le reportarían más o menos lo mismo. De cualquier forma, el PAN tendrá que revisar su relación con municipios de la periferia, porque su mayor respaldo sigue ubicándose prácticamente sólo en Cuernavaca.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx