¿Te apodan chispita?, ¿te han dicho que eres “furia” o tiendes a estar irritable o deprimido?, ¿te cuesta trabajo encontrar cosas positivas de la vida?,¿tu familia se queja de que eres un ogro, pesimista, “les hechas la sal”? Quizás, desde hace un tiempo prolongado ves la vida solamente en blanco y negro, y quienes te rodean, e incluso tú mismo, piensan que esa es tu “forma de ser”. Esto, probablemente te haya generado problemas con tu familia, amigos e incluso en tu trabajo, al grado de rechazarte o no invitarte a convivir con ellos, debido a “tu mal carácter”, aunque pienses que “así eres”, lo más probable es que padezcas de distimia: un trastorno del estado del ánimo crónico y muy frecuente, para el que existen tratamientos seguros y eficaces que te harán ver la vida de otro color.
¿Qué es la distimia o trastorno depresivo persistente? Es un trastorno del estado de ánimo de larga duración caracterizado por presentar disgusto o malestar fluctuante que puede estar marcada por breves períodos de estado de ánimo normal. Es uno de los trastornos depresivos incluidos en el Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales (DSM-5), por lo general, cuando nos mencionan la palabra depresión, nos remitimos al llamado episodio depresivo mayor, y pasamos por alto las otras formas de presentación de los cuadros depresivos.
La llamada distimia o trastorno depresivo persistente, a pesar de ser una enfermedad bastante frecuente e incapacitante, es por lo general poco buscada, diagnosticada y tratada. Quienes la tienen, viven la vida en blanco y negro o apagados y se ven muy limitados en su calidad de vida y en el desarrollo de sus habilidades. Se considera que la distimia puede producir igual o mayor limitación funcional que la depresión mayor, ya que los síntomas entorpecen de manera importante con sus actividades sociales y su funcionamiento en el trabajo, la escuela y su familia.
¿Cuáles son las características principales de la distimia?
1. Tiene un curso crónico: El estado de ánimo depresivo, o llamado por muchos “mal humor” o “mal genio”, está presente de forma continua en un periodo de tiempo de por lo menos dos años, sin periodos asintomáticos mayores de dos meses. Cuando la distimia se inicia en la infancia, puede progresar hacia la adultez, de manera que el paciente desarrolla un enfoque pesimista del mundo y tiene una gran dificultad para conocer lo que es el estado de ánimo normal, por lo que las consecuencias de un pensamiento negativo continuo y la baja autoestima pueden ser importantes a lo largo de la vida.
2. Este tipo de pacientes suelen desbordar generalmente su energía en el trabajo y dedican muy poco de tiempo a actividades de ocio, familia y amistades, lo que desmejora su calidad de vida.
3. Presencia de otros síntomas: Además de las alteraciones del estado del ánimo (tristeza e irritabilidad), las personas con distimia presentan al menos dos de las siguientes manifestaciones: Alteración del apetito (disminución o incremento). Alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia). Sensación de cansancio, fatiga o pérdida de energía. Pobre autoestima. Problemas para mantener la concentración. Dificultades para tomar decisiones de manera autónoma. Ideas de desesperanza (visión negativa de la realidad).
4. No hay antecedentes personales de ningún tipo, y tampoco es atribuible a efectos producidos por alguna sustancia psicoactiva, medicamento o enfermedad física.
¿Cuáles son las causas de la distimia?
La etiología es compleja y depende de varios factores, existen varios mecanismos biológicos, psicológicos y sociales. Varias hipótesis han tratado de explicar la etiología. La hipótesis genética, que incluye además factores ambientales; y la hipótesis aminérgica, que apunta a una deficiencia de serotonina, noradrenalina y dopamina en el sistema nervioso central. Entre otras más.
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