/ viernes 31 de enero de 2020

Morelos se empobrece

Hasta las últimas actualizaciones, dieciséis de las 32 entidades federativas decrecieron en materia económica durante el 2019. Morelos está en ese grupo con un comportamiento negativo del 2.4% aún faltando los datos del último trimestre que serían dados a conocer los próximos días, pero que difícilmente documentarán cualquier optimismo en tanto el pronóstico que se presume más cercano en el país es un decrecimiento del 0.3%, con lo que el dato anual cerraría en una pérdida de 0.1%.

El crecimiento negativo de la economía no puede considerarse sólo como parte de un fenómeno global, en tanto las tasas de China, 6%; India, 4.5%; Colombia, 3.5%; y Brasil, 1.1%, mostraron comportamientos positivos pese a la marcada desaceleración internacional. También si bien los especialistas señalan que los primeros años de las administraciones presidenciales se muestran tasas de crecimiento en extremo discretas, los datos reportan que no hubo en los últimos dos sexenios una tasa negativa de crecimiento en los primeros años, por lo que también tendrían que identificarse como influyentes en el tema asuntos eminentemente locales que tienen que ver con el diseño de la política económica, el freno a la inversión pública, la confianza que inspira el país para inversión y consumo, y otros asuntos que han llevado a ya tres ajustes de las calificadoras internacionales para el pronóstico de crecimiento económico de México para el 2020.

Para Morelos las perspectivas no son mejores: el Secretario de Hacienda, Alejandro Villarreal, habló del 2020 como un año más de sufrir los efectos de las crisis que, dice el discurso oficialista, les fueron heredadas por la deuda y múltiples actos de corrupción; el estado general de inseguridad y desaceleración económica ha provocado el cierre de muchos negocios, y pareciera que el Ejecutivo, el Legislativo y los ayuntamientos están dispuestos a mantener una sospechosa heterodoxia económica que castiga el gasto de inversión para conservar altos niveles de gasto corriente. La serie de principios evidentemente contables, que no administrativos ni económicos, con los que se sataniza la deuda y el fortalecimiento del gasto público en épocas de desaceleración económica, mantiene la recesión que, igualmente por cuestiones de políticas públicas equivocadas, no puede enfrentar por sí misma la inversión privada. Mantener la idea de austeridad sobre inversiones y no desplazarla exclusivamente a gasto de nómina y administrativo, es una pésima señal para la economía local, afectada también por la inseguridad, la caída en el empleo formal, el crecimiento de la informalidad, alta pobreza laboral, baja productividad, además de los públicos problemas de inseguridad y crisis políticas recurrentes que devienen en frenos innecesarios al gasto público.

La urgencia existe, porque si a la debacle económica se suma el crecimiento poblacional, superior al 1.5%, el efecto es peor. El empobrecimiento continúa mientras todos los políticos mantienen su disputa en la arena eminentemente electoral sin preocuparles, aparentemente, el rediseño de la política económica local.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Hasta las últimas actualizaciones, dieciséis de las 32 entidades federativas decrecieron en materia económica durante el 2019. Morelos está en ese grupo con un comportamiento negativo del 2.4% aún faltando los datos del último trimestre que serían dados a conocer los próximos días, pero que difícilmente documentarán cualquier optimismo en tanto el pronóstico que se presume más cercano en el país es un decrecimiento del 0.3%, con lo que el dato anual cerraría en una pérdida de 0.1%.

El crecimiento negativo de la economía no puede considerarse sólo como parte de un fenómeno global, en tanto las tasas de China, 6%; India, 4.5%; Colombia, 3.5%; y Brasil, 1.1%, mostraron comportamientos positivos pese a la marcada desaceleración internacional. También si bien los especialistas señalan que los primeros años de las administraciones presidenciales se muestran tasas de crecimiento en extremo discretas, los datos reportan que no hubo en los últimos dos sexenios una tasa negativa de crecimiento en los primeros años, por lo que también tendrían que identificarse como influyentes en el tema asuntos eminentemente locales que tienen que ver con el diseño de la política económica, el freno a la inversión pública, la confianza que inspira el país para inversión y consumo, y otros asuntos que han llevado a ya tres ajustes de las calificadoras internacionales para el pronóstico de crecimiento económico de México para el 2020.

Para Morelos las perspectivas no son mejores: el Secretario de Hacienda, Alejandro Villarreal, habló del 2020 como un año más de sufrir los efectos de las crisis que, dice el discurso oficialista, les fueron heredadas por la deuda y múltiples actos de corrupción; el estado general de inseguridad y desaceleración económica ha provocado el cierre de muchos negocios, y pareciera que el Ejecutivo, el Legislativo y los ayuntamientos están dispuestos a mantener una sospechosa heterodoxia económica que castiga el gasto de inversión para conservar altos niveles de gasto corriente. La serie de principios evidentemente contables, que no administrativos ni económicos, con los que se sataniza la deuda y el fortalecimiento del gasto público en épocas de desaceleración económica, mantiene la recesión que, igualmente por cuestiones de políticas públicas equivocadas, no puede enfrentar por sí misma la inversión privada. Mantener la idea de austeridad sobre inversiones y no desplazarla exclusivamente a gasto de nómina y administrativo, es una pésima señal para la economía local, afectada también por la inseguridad, la caída en el empleo formal, el crecimiento de la informalidad, alta pobreza laboral, baja productividad, además de los públicos problemas de inseguridad y crisis políticas recurrentes que devienen en frenos innecesarios al gasto público.

La urgencia existe, porque si a la debacle económica se suma el crecimiento poblacional, superior al 1.5%, el efecto es peor. El empobrecimiento continúa mientras todos los políticos mantienen su disputa en la arena eminentemente electoral sin preocuparles, aparentemente, el rediseño de la política económica local.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx