/ miércoles 15 de septiembre de 2021

Mas si osare un extraño enemigo

Estimados lectores estamos en el mes patrio. Septiembre, el mes en el que se siente el latir de nuestra tierra. Y pese a que estamos viviendo tiempos adversos. También es importante recordar con orgullo y alegría, las grandes batallas que libraron aquellos hombres que nos dejaron como legado una nación libre y con expresiones diversas.

Ellos eran seis cadetes que pertenecieron al Heroico Colegio Militar. Sus nombres están escritos en los libros de historia: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez. Son los llamados Niños Héroes.

Cada uno de ellos defendió el Castillo de Chapultepec con las pocas armas que tenían. Así fue como murieron uno a uno durante la ofensiva que mantuvieron durante la intervención estadounidense el 13 de septiembre de 1847.

Y aunque hay un mito que circula en el que se menciona que Juan Escutia se lanzó con la bandera mexicana para no morir a manos de los estadounidenses.

Empero, el discurso más repetido relata que los chicos habían sido castigados y por ello se encontraban en el recinto cuando la batalla se desató. Ellos gozaban de una fiesta y por ello, Juan Escutia cayó al vacío enrollado en la bandera.

La realidad, es tal vez el punto más controvertido de este capítulo. Porque Los historiadores han llegado a la conclusión de que eran sólo seis jóvenes intentando defenderse de un ejército de más de dos mil hombres. Y seguramente, Juan Escutia cayó atemorizado como el resto de sus compañeros.

Sin embargo, en esta ocasión me voy a centrar en el más pequeño de los seis estudiantes, Francisco de Borja Jesús Benito Márquez Paniagua, con sólo 12 años confrontó esta afrenta. La simple idea de imaginar “estar en sus zapatos”, me traslada a escenas plagadas de adrenalina y terror. Prácticamente era un niño cuando murió.

Debido a su valentía, hoy en día existen muchas instituciones educativas, calles o edificios de gobierno que llevan su nombre en su honor.

Francisco nació en Guadalajara el 8 de octubre de 1834. Su padre murió cuando él era muy joven. Tras este hecho, su madre de nombre Micaela contrajo de nueva cuenta nupcias con un capitán del ejército mexicano de nombre Francisco Ortiz.

Se unió a la academia el 14 de enero de 1847, el mismo año de su deceso.

El papel de Francisco Márquez durante la invasión fue defender la zona este de la colina donde se ubicó el Colegio Militar. Pero, la desgracia ya lo esperaba y la muerte lo acechó. El cuerpo de Francisco se encontró con varios impactos de bala al lado de Juan Escutia.

Luego, con el paso del tiempo, al grupo de jóvenes los apodaron como los Niños Héroes. Benito Juárez, durante uno de sus mandatos, designó que el 13 de septiembre se honrara la memoria de los caídos y se estableció como día de luto nacional.

Los reconocimientos

Los Niños Héroes recibieron un reconocimiento póstumo al otorgárseles la medalla al mérito por haber defendido el territorio mexicano.

Además, seguro muchos de nosotros hemos tenido en nuestras manos los billetes y monedas que circularon con sus rostros. Entre 1981 y 1989 sus caras estuvieron plasmadas en los billetes de 500 pesos. Después, entre 1994 y 1995, estuvieron en la moneda de 50 pesos.

También hay una parada del Metro que fue nombrada en honor a los cadetes. y en 1952, se erigió un monumento en su honor. Esta obra consta de seis columnas en las que aparecen el nombre de cada uno y lo podemos observar en la ciudad de México, en la entrada al parque más grande del país. En otras ciudades y estados, de igual forma se han levantado obeliscos que recuerdan su loable lucha.

Alguna te preguntaste ¿quién es “masiosare”?

Todo mexicano que ha cantado el Himno Nacional, en algún instante se ha cuestionado ¿quién fue “masiosare”?, ¿acaso fue un extraño enemigo?, ¿algún héroe de nuestra historia?.

Pues no queridos lectores, temo decepcionarlos. Ahí les va la explicación. “Masiosare” se compone de tres palabras: mas si osare y significa “si se atreve”.

…”Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo”. Se refiere a que si un enemigo se atreve a dañar nuestra patria, estamos dispuestos a defenderla.

Si observan, escribí “mas” sin acento porque se trata de una conjunción adversativa, y se utiliza en lugar de la palabra “pero”.

Espero les haya servido este humilde artículo que está escrito con mucho fervor para enaltecer lo que hicieron nuestros héroes nacionales. Y les deseo una feliz noche mexicana. Como mexicanos tenemos la dicha de disfrutar de una deliciosa y extensa gastronomía. Y seguramente muchos comeremos unas ricas tostadas o por qué no, hasta un pozole, que no puede faltar.

Estimados lectores estamos en el mes patrio. Septiembre, el mes en el que se siente el latir de nuestra tierra. Y pese a que estamos viviendo tiempos adversos. También es importante recordar con orgullo y alegría, las grandes batallas que libraron aquellos hombres que nos dejaron como legado una nación libre y con expresiones diversas.

Ellos eran seis cadetes que pertenecieron al Heroico Colegio Militar. Sus nombres están escritos en los libros de historia: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez. Son los llamados Niños Héroes.

Cada uno de ellos defendió el Castillo de Chapultepec con las pocas armas que tenían. Así fue como murieron uno a uno durante la ofensiva que mantuvieron durante la intervención estadounidense el 13 de septiembre de 1847.

Y aunque hay un mito que circula en el que se menciona que Juan Escutia se lanzó con la bandera mexicana para no morir a manos de los estadounidenses.

Empero, el discurso más repetido relata que los chicos habían sido castigados y por ello se encontraban en el recinto cuando la batalla se desató. Ellos gozaban de una fiesta y por ello, Juan Escutia cayó al vacío enrollado en la bandera.

La realidad, es tal vez el punto más controvertido de este capítulo. Porque Los historiadores han llegado a la conclusión de que eran sólo seis jóvenes intentando defenderse de un ejército de más de dos mil hombres. Y seguramente, Juan Escutia cayó atemorizado como el resto de sus compañeros.

Sin embargo, en esta ocasión me voy a centrar en el más pequeño de los seis estudiantes, Francisco de Borja Jesús Benito Márquez Paniagua, con sólo 12 años confrontó esta afrenta. La simple idea de imaginar “estar en sus zapatos”, me traslada a escenas plagadas de adrenalina y terror. Prácticamente era un niño cuando murió.

Debido a su valentía, hoy en día existen muchas instituciones educativas, calles o edificios de gobierno que llevan su nombre en su honor.

Francisco nació en Guadalajara el 8 de octubre de 1834. Su padre murió cuando él era muy joven. Tras este hecho, su madre de nombre Micaela contrajo de nueva cuenta nupcias con un capitán del ejército mexicano de nombre Francisco Ortiz.

Se unió a la academia el 14 de enero de 1847, el mismo año de su deceso.

El papel de Francisco Márquez durante la invasión fue defender la zona este de la colina donde se ubicó el Colegio Militar. Pero, la desgracia ya lo esperaba y la muerte lo acechó. El cuerpo de Francisco se encontró con varios impactos de bala al lado de Juan Escutia.

Luego, con el paso del tiempo, al grupo de jóvenes los apodaron como los Niños Héroes. Benito Juárez, durante uno de sus mandatos, designó que el 13 de septiembre se honrara la memoria de los caídos y se estableció como día de luto nacional.

Los reconocimientos

Los Niños Héroes recibieron un reconocimiento póstumo al otorgárseles la medalla al mérito por haber defendido el territorio mexicano.

Además, seguro muchos de nosotros hemos tenido en nuestras manos los billetes y monedas que circularon con sus rostros. Entre 1981 y 1989 sus caras estuvieron plasmadas en los billetes de 500 pesos. Después, entre 1994 y 1995, estuvieron en la moneda de 50 pesos.

También hay una parada del Metro que fue nombrada en honor a los cadetes. y en 1952, se erigió un monumento en su honor. Esta obra consta de seis columnas en las que aparecen el nombre de cada uno y lo podemos observar en la ciudad de México, en la entrada al parque más grande del país. En otras ciudades y estados, de igual forma se han levantado obeliscos que recuerdan su loable lucha.

Alguna te preguntaste ¿quién es “masiosare”?

Todo mexicano que ha cantado el Himno Nacional, en algún instante se ha cuestionado ¿quién fue “masiosare”?, ¿acaso fue un extraño enemigo?, ¿algún héroe de nuestra historia?.

Pues no queridos lectores, temo decepcionarlos. Ahí les va la explicación. “Masiosare” se compone de tres palabras: mas si osare y significa “si se atreve”.

…”Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo”. Se refiere a que si un enemigo se atreve a dañar nuestra patria, estamos dispuestos a defenderla.

Si observan, escribí “mas” sin acento porque se trata de una conjunción adversativa, y se utiliza en lugar de la palabra “pero”.

Espero les haya servido este humilde artículo que está escrito con mucho fervor para enaltecer lo que hicieron nuestros héroes nacionales. Y les deseo una feliz noche mexicana. Como mexicanos tenemos la dicha de disfrutar de una deliciosa y extensa gastronomía. Y seguramente muchos comeremos unas ricas tostadas o por qué no, hasta un pozole, que no puede faltar.