/ lunes 25 de enero de 2021

Malas nuevas desde el espacio

En la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, 2021 inicia convulsionado, con una pandemia a tope y la economía colapsada por un nuevo cierre cuando apenas había señales de recuperación, México al igual que el resto del mundo aún habrá de recorrer un sinuoso camino para llegar a mejores circunstancias, las vacunas llegan a cuentagotas aquí y en todo el orbe, Italia en una medida desesperada y con afán de lavar los errores propios ha anunciado a través de su Canciller Luigi Di Maio que emprenderán acciones legales contra Pfizer y AstraZeneca por retrasos en las entregas programadas de las vacunas contra Covid-19, estas declaraciones han sido respaldadas por el primer ministro Giuseppe Conte quien agregó que se utilizarán todas las herramientas legales para hacer cumplir las obligaciones contractuales que las farmacéuticas adquirieron con ellos, lo anterior da una idea de la lucha librada por los gobiernos para conseguir inocular a sus poblaciones, contienda en la que obviamente los países ricos tienen más posibilidades de salir airosos.

En medio de este pandemónium, el virus avanza inexorablemente y el peor escenario temido por la mayoría nos llegó a través de un mensaje desde palacio, El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador ha dado positivo a las pruebas para detectar la enfermedad conocida como Covid-19, en un régimen presidencial esa situación resulta bastante compleja y delicada, sobre todo si tomamos en cuenta la omnipresencia a la que AMLO nos tiene acostumbrados.

El Presidente dio a conocer finalmente a través de su cuenta de Twitter, que había contraído la enfermedad, el texto tan llevado y traído en todo el país durante las últimas horas decía así “Lamento informarles que estoy contagiado de Covid-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos” agregó que la Dra. Olga Sánchez Cordero sería la encargada de suplirlo en las conferencias matutinas.

Mensaje corto pero suficiente para cimbrar al país entero, seguidores orando por su pronto restablecimiento, detractores aludiendo a la conocida resistencia del ejecutivo a utilizar cubrebocas y hasta adversarios políticos con los “mejores deseos” lo cierto es que nos encontramos ante una situación de cuidado, un problema con la salud del Presidente puede causar inestabilidad de alcances insospechados, pero si el panorama no fuera lo suficientemente complicado, en su más reciente gira de trabajo el ejecutivo tuvo contacto entre otras personas con los gobernadores de Nuevo León y San Luis Potosí además de una reunión con la virtual candidata a la gubernatura neoleonesa, Clara Luz Flores Carrales en un desayuno sin cubrebocas de parte de ambos y seguramente alguien acudirá al restaurant a medir la mesa utilizada y determinar si existía el 1.50 m de distancia mínima que los protocolos sanitarios recomiendan.

Mientras la Secretaria de Gobernación atendía la “mañanera” López Obrador enfermo, pero hasta el momento sin complicaciones, sostuvo una llamada con su homólogo, el Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin con quien se ha logrado un acuerdo para el envío de 24 millones de dosis de la vacuna rusa conocida como Sputnik V con un plazo máximo fijado de 2 meses, lo anterior fue dado a conocer por el Canciller Marcelo Ebrard a través de su cuenta oficial de Twitter y confirmado por el propio López Obrador utilizando la misma vía.

No faltan los agoreros del desastre, que invocan los peores escenarios y hasta mencionan el artículo 84 de nuestra Constitución Política, lo cierto es que el contagio del Presidente debe ser tomado como un parteaguas en nuestro andar en modo pandémico, es hora de reflexionar, cerrar filas y apelar a la famosa solidaridad y resiliencia que caracteriza a los que aquí nacimos, las malas nuevas que nos llegan desde el Palacio Nacional nos revelan que nadie está exento del contagio y que la fuerza moral no brinda inmunidad pero si puede alejar zopilotes, días de incertidumbre están por venir.

En la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, 2021 inicia convulsionado, con una pandemia a tope y la economía colapsada por un nuevo cierre cuando apenas había señales de recuperación, México al igual que el resto del mundo aún habrá de recorrer un sinuoso camino para llegar a mejores circunstancias, las vacunas llegan a cuentagotas aquí y en todo el orbe, Italia en una medida desesperada y con afán de lavar los errores propios ha anunciado a través de su Canciller Luigi Di Maio que emprenderán acciones legales contra Pfizer y AstraZeneca por retrasos en las entregas programadas de las vacunas contra Covid-19, estas declaraciones han sido respaldadas por el primer ministro Giuseppe Conte quien agregó que se utilizarán todas las herramientas legales para hacer cumplir las obligaciones contractuales que las farmacéuticas adquirieron con ellos, lo anterior da una idea de la lucha librada por los gobiernos para conseguir inocular a sus poblaciones, contienda en la que obviamente los países ricos tienen más posibilidades de salir airosos.

En medio de este pandemónium, el virus avanza inexorablemente y el peor escenario temido por la mayoría nos llegó a través de un mensaje desde palacio, El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador ha dado positivo a las pruebas para detectar la enfermedad conocida como Covid-19, en un régimen presidencial esa situación resulta bastante compleja y delicada, sobre todo si tomamos en cuenta la omnipresencia a la que AMLO nos tiene acostumbrados.

El Presidente dio a conocer finalmente a través de su cuenta de Twitter, que había contraído la enfermedad, el texto tan llevado y traído en todo el país durante las últimas horas decía así “Lamento informarles que estoy contagiado de Covid-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos” agregó que la Dra. Olga Sánchez Cordero sería la encargada de suplirlo en las conferencias matutinas.

Mensaje corto pero suficiente para cimbrar al país entero, seguidores orando por su pronto restablecimiento, detractores aludiendo a la conocida resistencia del ejecutivo a utilizar cubrebocas y hasta adversarios políticos con los “mejores deseos” lo cierto es que nos encontramos ante una situación de cuidado, un problema con la salud del Presidente puede causar inestabilidad de alcances insospechados, pero si el panorama no fuera lo suficientemente complicado, en su más reciente gira de trabajo el ejecutivo tuvo contacto entre otras personas con los gobernadores de Nuevo León y San Luis Potosí además de una reunión con la virtual candidata a la gubernatura neoleonesa, Clara Luz Flores Carrales en un desayuno sin cubrebocas de parte de ambos y seguramente alguien acudirá al restaurant a medir la mesa utilizada y determinar si existía el 1.50 m de distancia mínima que los protocolos sanitarios recomiendan.

Mientras la Secretaria de Gobernación atendía la “mañanera” López Obrador enfermo, pero hasta el momento sin complicaciones, sostuvo una llamada con su homólogo, el Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin con quien se ha logrado un acuerdo para el envío de 24 millones de dosis de la vacuna rusa conocida como Sputnik V con un plazo máximo fijado de 2 meses, lo anterior fue dado a conocer por el Canciller Marcelo Ebrard a través de su cuenta oficial de Twitter y confirmado por el propio López Obrador utilizando la misma vía.

No faltan los agoreros del desastre, que invocan los peores escenarios y hasta mencionan el artículo 84 de nuestra Constitución Política, lo cierto es que el contagio del Presidente debe ser tomado como un parteaguas en nuestro andar en modo pandémico, es hora de reflexionar, cerrar filas y apelar a la famosa solidaridad y resiliencia que caracteriza a los que aquí nacimos, las malas nuevas que nos llegan desde el Palacio Nacional nos revelan que nadie está exento del contagio y que la fuerza moral no brinda inmunidad pero si puede alejar zopilotes, días de incertidumbre están por venir.