/ jueves 9 de septiembre de 2021

Los externos del PAN

“Eso pasa por postular candidatos ciudadanos”, decía en 1998 Adrián Rivera Pérez, dirigente de Acción Nacional, sobre las posturas discordantes con la ideología o pragmatismo panista que asumía Fernando Martínez Cue, quien había llegado al Congreso de Morelos bajo las siglas del blanquiazul. La situación no era simple entonces, Acción Nacional tenía 5 diputados, y con eso podía ser el fiel de la balanza en una legislatura con 12 diputados del PRI, igual número del PRD y uno del PCM y había que nombrar gobernador que sustituyera a Jorge Carrillo Olea, quien había renunciado apenas horas antes. Martínez Cue no se alineaba y en corto Adrián Rivera se quejó frente a algunos reporteros. Aún con eso, el empresario Fernando fue nuevamente postulado por el PAN para una diputación federal que ganó en el 2000.

Cualquiera que haya vivido aquellos momentos, pudo recordarlos hoy. Al conocer el resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para despenalizar el aborto, Oscar Cano, coordinador parlamentario de Acción Nacional en la actual legislatura, promovió un punto de acuerdo de urgente y obvia resolución con un exhorto a la Corte para respetar la autonomía legislativa de los estados, es decir, para evitar un pronunciamiento que obligara a los congresos locales a reformas en códigos penales para quitar las sanciones existentes contra la interrupción voluntaria del embarazo. Apenas unos días después, el Coordinador panista salió de la sesión del Congreso local en el momento en que se votó la Ley de Identidad de Género, que obliga al reconocimiento jurídico, con todos los efectos que ello tiene, de la identidad que decidan tomar las personas trans.

El posicionamiento de quien fue nombrado coordinador parlamentario de Acción Nacional era bastante evidente: no a la despenalización del aborto voluntario y por lo menos abstenerse en lo que refiere a la ley de identidad de género, lo que no resultaría extraño dado el posicionamiento del recalcitrante panismo (ése de alcurnia y de finales del siglo pasado).

Sin embargo, Andrea Gordillo, joven diputada postulada por Acción Nacional, declaró respecto de la despenalización del aborto: “la Suprema Corte de Justicia... ya dijo cómo se debe de hacer, dijo lo que se debe de hacer, y yo estoy a favor de la ley y de lo que es legal, y ahora ya no hay nada qué hablar”. Y advirtió que la posición contra la despenalización no es general en los panistas: “no hay que generalizar”. Y sobre la Ley de Identidad de Género dijo que su apoyo proviene de que “el PAN siempre ha defendido la dignidad de la persona… claro que estoy apoyando a la comunidad (LGBTTTIQ), como muchos diputados federales del PAN lo han hecho y vamos a seguir apoyando a los ciudadanos morelenses, vamos a luchar por sus causas, como joven, como mujer, pero sobre todo como ciudadana”.

A lo mejor Óscar Cano al escuchar esas declaraciones pensó lo mismo que nos dijo allá en el 98 Adrián Rivera. En su caso, habría que esperar si se hacen observaciones al discurso de Andrea Gordillo desde los órganos directivos del partido. Aunque, si nos ponemos optimistas, probablemente estemos viendo a un PAN más moderno que se acerque a posiciones verdaderamente liberales.



@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

“Eso pasa por postular candidatos ciudadanos”, decía en 1998 Adrián Rivera Pérez, dirigente de Acción Nacional, sobre las posturas discordantes con la ideología o pragmatismo panista que asumía Fernando Martínez Cue, quien había llegado al Congreso de Morelos bajo las siglas del blanquiazul. La situación no era simple entonces, Acción Nacional tenía 5 diputados, y con eso podía ser el fiel de la balanza en una legislatura con 12 diputados del PRI, igual número del PRD y uno del PCM y había que nombrar gobernador que sustituyera a Jorge Carrillo Olea, quien había renunciado apenas horas antes. Martínez Cue no se alineaba y en corto Adrián Rivera se quejó frente a algunos reporteros. Aún con eso, el empresario Fernando fue nuevamente postulado por el PAN para una diputación federal que ganó en el 2000.

Cualquiera que haya vivido aquellos momentos, pudo recordarlos hoy. Al conocer el resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para despenalizar el aborto, Oscar Cano, coordinador parlamentario de Acción Nacional en la actual legislatura, promovió un punto de acuerdo de urgente y obvia resolución con un exhorto a la Corte para respetar la autonomía legislativa de los estados, es decir, para evitar un pronunciamiento que obligara a los congresos locales a reformas en códigos penales para quitar las sanciones existentes contra la interrupción voluntaria del embarazo. Apenas unos días después, el Coordinador panista salió de la sesión del Congreso local en el momento en que se votó la Ley de Identidad de Género, que obliga al reconocimiento jurídico, con todos los efectos que ello tiene, de la identidad que decidan tomar las personas trans.

El posicionamiento de quien fue nombrado coordinador parlamentario de Acción Nacional era bastante evidente: no a la despenalización del aborto voluntario y por lo menos abstenerse en lo que refiere a la ley de identidad de género, lo que no resultaría extraño dado el posicionamiento del recalcitrante panismo (ése de alcurnia y de finales del siglo pasado).

Sin embargo, Andrea Gordillo, joven diputada postulada por Acción Nacional, declaró respecto de la despenalización del aborto: “la Suprema Corte de Justicia... ya dijo cómo se debe de hacer, dijo lo que se debe de hacer, y yo estoy a favor de la ley y de lo que es legal, y ahora ya no hay nada qué hablar”. Y advirtió que la posición contra la despenalización no es general en los panistas: “no hay que generalizar”. Y sobre la Ley de Identidad de Género dijo que su apoyo proviene de que “el PAN siempre ha defendido la dignidad de la persona… claro que estoy apoyando a la comunidad (LGBTTTIQ), como muchos diputados federales del PAN lo han hecho y vamos a seguir apoyando a los ciudadanos morelenses, vamos a luchar por sus causas, como joven, como mujer, pero sobre todo como ciudadana”.

A lo mejor Óscar Cano al escuchar esas declaraciones pensó lo mismo que nos dijo allá en el 98 Adrián Rivera. En su caso, habría que esperar si se hacen observaciones al discurso de Andrea Gordillo desde los órganos directivos del partido. Aunque, si nos ponemos optimistas, probablemente estemos viendo a un PAN más moderno que se acerque a posiciones verdaderamente liberales.



@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx