/ domingo 17 de enero de 2021

Los aspirantes y el drama

Hasta el momento, trece aspirantes han hecho público su deseo de ser postulados a la alcaldía de Cuernavaca. Todos ellos consideran cumplir con los requisitos que sus partidos han impuesto a quienes buscan ser candidatos a suceder a Antonio Villalobos Adán, que aún podría buscar la reelección, pero sus posibilidades de ello se han reducido de forma extraordinaria.

De la enorme lista, le pondrían sabor a la contienda Sergio Estrada Cajigal, el exgobernador panista ahora con Fuerza por México; José Luis Urióstegui Salgado o Juan Pablo Adame Alemán, que pelearán la candidatura por el PAN; Jorge Argüelles, de la coalición Morena-PES-PNA, si los tribunales no dicen lo contrario, o sólo por el PES, en caso de una catástrofe para el hoy diputado federal.

En Movimiento Ciudadano, la postulación podría ser para Antonio Sandoval que estaría respaldado además por el Pacto por Cuernavaca; otro que la busca es Francisco Moreno Merino, el ex diputado. En términos electorales, parece mucho más rentable el ex sacerdote Sandoval que el ex legislador Moreno, pero la decisión corresponderá a MC, que se juega una apuesta peligrosa de su dirigencia nacional que decidió fueran sin alianzas partidistas en la mayor parte del país.

El PRI valora al empresario de la educación y ex diputado Jorge Arizmendi, que ha aspirado en varias ocasiones a la candidatura, y a Cipriano Sotelo Salgado, reconocido abogado morelense que fue representante jurídico de Cuauhtémoc Blanco; algo de pimienta para un partido que parece bastante insípido.

Otros son Matías Nazario, por MAS; Harry Nielsen, Renovación Política Morelense; Carlos Alanís con Morelos Progresa; Carlos Martínez Cue, Redes Sociales Progresistas; Diego Gómez, Más apoyo social.

Y hasta ahora, lo cierto es que la oferta parece más una telenovela compleja. La cantidad de cruzadas personales y de grupo que buscarán ajustar cuentas es lamentable frente a la importancia vital que tiene el cargo por el que quieren contender. La lucha intestina del PAN, el pleito entre PES y las bases de Morena, la probable reivindicación de Jorge Arizmendi en el PRI, ver si el MAS supera en votos al PRI, el regreso de Sergio Estrada Cajigal, todos esos componentes dramáticos ilustran las precampañas, pero la experiencia nos enseña que en Morelos, también marcan campañas y hasta gobiernos. Ruido innecesario si se tomara en serio la política como el ejercicio de búsqueda por el bien común. En cambio gana el histrionismo, las narrativas tragicómicas que no encuentran un cierre adecuado hace lustros; bueno para la propaganda, terrible para los gobiernos.

Problema adicional es que estas narrativas de dramas que arman los políticos y sus equipos de campaña, parten del radicalismo, la polarización y el encono, y esa característica, por sí misma, es generadora de violencia. Las arengas de ese tipo, en medio de las crisis sanitaria y económica que tienen el ánimo popular al borde del estallido, son profundamente irresponsables por los efectos que podrían tener en los próximos meses. La paz es delicada y el que los políticos la arriesguen sería un acto casi criminal.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Hasta el momento, trece aspirantes han hecho público su deseo de ser postulados a la alcaldía de Cuernavaca. Todos ellos consideran cumplir con los requisitos que sus partidos han impuesto a quienes buscan ser candidatos a suceder a Antonio Villalobos Adán, que aún podría buscar la reelección, pero sus posibilidades de ello se han reducido de forma extraordinaria.

De la enorme lista, le pondrían sabor a la contienda Sergio Estrada Cajigal, el exgobernador panista ahora con Fuerza por México; José Luis Urióstegui Salgado o Juan Pablo Adame Alemán, que pelearán la candidatura por el PAN; Jorge Argüelles, de la coalición Morena-PES-PNA, si los tribunales no dicen lo contrario, o sólo por el PES, en caso de una catástrofe para el hoy diputado federal.

En Movimiento Ciudadano, la postulación podría ser para Antonio Sandoval que estaría respaldado además por el Pacto por Cuernavaca; otro que la busca es Francisco Moreno Merino, el ex diputado. En términos electorales, parece mucho más rentable el ex sacerdote Sandoval que el ex legislador Moreno, pero la decisión corresponderá a MC, que se juega una apuesta peligrosa de su dirigencia nacional que decidió fueran sin alianzas partidistas en la mayor parte del país.

El PRI valora al empresario de la educación y ex diputado Jorge Arizmendi, que ha aspirado en varias ocasiones a la candidatura, y a Cipriano Sotelo Salgado, reconocido abogado morelense que fue representante jurídico de Cuauhtémoc Blanco; algo de pimienta para un partido que parece bastante insípido.

Otros son Matías Nazario, por MAS; Harry Nielsen, Renovación Política Morelense; Carlos Alanís con Morelos Progresa; Carlos Martínez Cue, Redes Sociales Progresistas; Diego Gómez, Más apoyo social.

Y hasta ahora, lo cierto es que la oferta parece más una telenovela compleja. La cantidad de cruzadas personales y de grupo que buscarán ajustar cuentas es lamentable frente a la importancia vital que tiene el cargo por el que quieren contender. La lucha intestina del PAN, el pleito entre PES y las bases de Morena, la probable reivindicación de Jorge Arizmendi en el PRI, ver si el MAS supera en votos al PRI, el regreso de Sergio Estrada Cajigal, todos esos componentes dramáticos ilustran las precampañas, pero la experiencia nos enseña que en Morelos, también marcan campañas y hasta gobiernos. Ruido innecesario si se tomara en serio la política como el ejercicio de búsqueda por el bien común. En cambio gana el histrionismo, las narrativas tragicómicas que no encuentran un cierre adecuado hace lustros; bueno para la propaganda, terrible para los gobiernos.

Problema adicional es que estas narrativas de dramas que arman los políticos y sus equipos de campaña, parten del radicalismo, la polarización y el encono, y esa característica, por sí misma, es generadora de violencia. Las arengas de ese tipo, en medio de las crisis sanitaria y económica que tienen el ánimo popular al borde del estallido, son profundamente irresponsables por los efectos que podrían tener en los próximos meses. La paz es delicada y el que los políticos la arriesguen sería un acto casi criminal.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx